Diferencia entre revisiones de «Literaturidad»
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<center><big>'''[[Antonio Domínguez Hidalgo|ANTONIO DOMÍNGUEZ HIDALGO]]'''</big>
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<big><big>''' LITERATURIDAD'''</big></big>
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Ensayos de semiótica literaria</center>
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{{Derecha|{{May|<b>ediciones<br />del<br />teatrino</b>}}}}
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<poem><small>
Primera Edición 1996
Segunda Edición aumentada 2010
©Copyright
<center>
Antonio Domínguez Hidalgo
Insurgentes Norte 1917.
México, D. F. C. P. 07010
Esta edición y sus características son propiedad de EDICIONES del TEATRINO, S.A. DE C. V.
Moctezuma 6. Sta. Isabel Tola, México, D. F.
'''Teléfono 51 18 67 89.'''
</center>
Queda prohibida la reproducción o transmisión total o parcial del texto y de las ilustraciones de la presente obra en cualesquiera formas de impresión; sean electrónicas o mecánicas, presentes o futuras, sin el consentimiento previo y por escrito del autor.
</small><center>
'''IMPRESO EN MEXICO'''
'''PRINTED IN MEXICO'''
</center>
<br/>
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<center>CONTENIDO
{|width="100%"
|
|PÁGINA
|-
| [[#Actualizador|Actualizador emergente]]
|5
|-
| [[#Preludio|Preludio canción: Literaturidad]]
|9
|-
| [[#Hablemos|1. Hablemos de literatura]]
|13
|-
| [[#Integral|2. Hacia un análisis integral de los textos Literarios]]
|23
|-
| [[#Relato|3. Para una semiótica de relato (Di-versión)]]
|37
|-
| [[#Canek|4. La simetría estructural de Canek o el isomorfismo]]
|45
|-
| [[#Emma|5. Emma Godoy o la nostalgia teogénica del poema]]
|57
|-
| [[#Sed|6. La sed infinita o Maremágnum de Lénica Puhyol]]
|65
|-
| [[#Mujer|7. Una mujer de novela monumental. Lénica Puhyol]]
|71
|-
| [[#Polifonías|8. Polifonías pasionarias: la naturaleza viva de Esther Puhyol]]
|77
|-
| [[#Dictador|9. El otoño del caudillo o la novela puñalada o… ¿Quiere usted ser dictador?]]
|89
|-
| [[#Intertextualidad|10. Semiótica de la intertextualidad o de cómo los que son no son]]
|95
|-
| [[#Arqueles|11. Entorno de Arqueles Vela]]
|103
|-
| [[#Arqueliana|12. Hacia una gramática arqueliana]]
|121
|-
| [[#Prosa|13. La prosa filógina de Arqueles Vela]]
|127
|-
| [[#Poemontaje|14. Arqueles Vela y Poemontaje]]
|133
|-
| [[#Alejandro|15. Alejandro Miguel, poeta maestro]]
|163
|-
| [[#Cenizas|16. Las cenizas de la pasión o La urna y Otras historias de amor de Felipe Garrido]]
|167
|-
| [[#Cuentario|17. Un nuevo cuentario de Francisco Zúñiga Canales]]
|173
|-
| [[#Samuel|18. La dicha justa de ganar el tiempo o Samuel Cielo, un poeta para el nuevo siglo]]
|177
|}</center>
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<span id="Actualizador"></span><center><big>ACTUALIZADOR EMERGENTE</big></center>
{{gap}}Este libro se encuentra constituido por algunos ensayos sobre textos literarios y van desde mis primeros escritos juveniles hasta otros más recientes, pero siempre con la óptica de aplicar lo que en un tiempo aún se desconocía como semiótica literaria. Obvio que la lingüística y las tendencias de la poética y de la retórica de los años sesenta-setenta del siglo XX se transparentan en estos intentos de aplicación metodológica. La búsqueda por lograr una explicación de los sistemas sígnicos constituyentes de las obras literarias en pos de descubrir los rasgos que les dan ese carácter, subyace en todos ellos.
{{gap}}¿Qué es lo que hace literario a un texto considerado como tal? Era una pregunta que circulaba en los debates de diversas mesas de la Europa de los años mencionados y las conexiones con las escuelas formalistas rusas o estructuralistas francesas se hacían presentes en dichas discusiones. El materialismo histórico y dialéctico les cuestionaba su inmanentismo y su encerrona ideológica que las liberaba de compromisos sociales. Acusadas de meras taxonomías ahistóricas, se les criticaba como miserias de la razón. Sin embargo, las aportaciones que se realizaban con tales estudios intrínsecos, fueron abundantes; aunque con frecuencia se volvían meros descriptivismos; con cierto grado de utilidad, hay que reconocerlo.
{{gap}}Con la influencia materialista que tenía de mi maestro Arqueles Vela, se me ocurrió plantear un acercamiento que combinara ambos enfoques: desde la estructura inmanente de la obra literaria explicar la proyección que las estructuras sociales, infraestructuras y superestructuras, tenían en ella y podían ser explicadas semióticamente en una visión crítica integradora o globalizante: de lo sistémico al elemento y viceversa. Con estos puntos de vista propuse un análisis integral que permitiera ahorrar miopías sectaristas y descubrir el montaje de lo literario en los textos así denominados, con todas sus irradiaciones sémicas a lo socio histórico y cultural de los entornos que las habían generado. Esto es, la diseminación contextualizada.
{{gap}}De esta manera fui acercándome a aquello que los rusos llamaban “literaturisnaya” y le fui denominando literaturidad, o dicho de otro modo, como lo insinué arriba, en mi interpretación y propuesta, todo aquello que constituye el mundo de un texto literario: las equivalencias, expresivas y de contenido, con la realidad histórica que lo había producido y diseñado en las estructuras adecuadas para darle su solidaridad sígnica y su rango de literatura, como arte y no como cualquier escrito. Descubrir las refracciones de la realidad contenidas en el texto literario; las equivalencias a la indeterminación sustancial que nunca serían copias ni imitaciones de la vida.
{{gap}}La Glosemática de Hjelmslev fue mi mayor guía en la explicación inmanente o intrínseca; su adaptación a mi propuesta fue bien comprendida por quienes seguían mi profesorado, aunque si se quedaban en ella, sólo se lograba un descripcionismo taxonómico. Por eso tuve que complementarlo con los enfoques materialistas históricos y dialécticos, cual lo he advertido, que me permitían desentrañar las mencionadas refracciones de la realidad histórica que permea todo texto literario. Así surgió mi libro ''Iniciación a las estructuras literarias y su apreciación textual'' para intentar explicar el sistema de relaciones semióticas que se dan en una obra literaria y los mensajes que se desprenden de ella con el fin de una mayor aproximación a la literaturidad.
{{gap}}Los ensayos que presento al curioso lector muestran ese incipiente trayecto por el que he caminado en la aventura de describir, explicar y valorar la literatura. Acaso son meras aproximaciones, pero según dicen algunos críticos benévolos, muestran algunos hallazgos válidos.
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<span id="Preludio"></span><center><big>PRELUDIO CANCIÓN
LITERATURIDAD</big>
Lítera, lítera,
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de la sociedad.
Literaturidad.<ref>Esta canción se encuentra grabada en el disco de 1997 que lleva el mismo nombre: Literaturidad, 9 poemas de la literatura hispano mexicana, musicalizados y cantados por el autor de este libro de ensayos</ref>
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Literaturidad, esencia de lo literario; sustancia del arte de la palabra; lo que hace que un texto asuma su formato de literatura.</center>
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<SPAN ID="Hablemos"></span><center><big>1
HABLEMOS DE LITERATURA.</big></center>
{{gap}}La literatura es un tipo de lenguaje que tiene una finalidad de comunicación estética, compartida con todos los lenguajes artísticos, y que utiliza como canal, otro lenguaje que le sirve de expresión: Una lengua. Así se habla de literatura china o literatura griega, o literatura inglesa o francesa o italiana, porque se han realizado tales literaturas con las lenguas correspondientes. Con este punto de vista, la literatura hispanoamericana, escrita en español, puede llamarse desde el plano de su expresión literatura hispánica, aunque la visión del mundo latente en su contenido corresponda a otros pueblos, en mucho, distintos del español.
{{gap}}La literatura así, se vale de una lengua determinada, la sustancia de su expresión, para construir un mundo hecho con base en irradiaciones connotativas que el propio sistema de signos lingüísticos le proporcione y que refleje, de ese modo, aunque a veces sin proponérselo, el devenir socio histórico de un individuo y del grupo humano donde viva. Hace funcionar a la lengua diseminando la imaginación y la fantasía para construir una visión del mundo. La literatura, por tanto, es un lenguaje que trasciende la conciencia de los pueblos, a partir de la conciencia que las acciones vitales en un tiempo y un espacio, le dan.
{{gap}}Si retomamos el esquema general de la comunicación y sus factores y explicamos sus elementos en relación con el lenguaje de la literatura, podremos descubrir lo siguiente:
{{gap}}a) El emisor es un individuo: El “autor”. El es un productor, generador, creador de un mundo donde se entrecruza una determinada ideología con otra. A veces, la ideología es la dominante, en otras, es la que lucha por imponerse. En ocasiones la ideología es confusa y al defender la ideología dominante, impulsa la ideología en ascenso, y viceversa. Sobre todo, el emisor constituye el que da estructura expresiva y contenido a un texto, secuencia de enunciados, según un plan que él mismo ha determinado. El hecho de que tal emisor sea doble (dos autores: Sor Juana y su primo en Amor es más laberinto) o colectivo (el caso de ciertas epopeyas), no modifica en algo su función de organizador textual.
{{gap}}b) El receptor es facultativo, preciso e impreciso a la vez; es un público anónimo al que se dirige el mundo creado por emisor. Puede ser definido según ciertas limitaciones trazadas por el autor: Escribe para satisfacer a su público que funciona también como su mercado; o por la forma literaria seleccionada: Una novela de temática amorosa generalmente no es leída por el público de una novela de temática policiaca; o por el tipo de producción y de distribución comercial: libros de bolsillo, obras de lujo, tirajes limitados, etc.
{{gap}}La producción literaria se instala, por tanto, dentro de un proceso intelectual y un proceso económico: ganancia de un público (fama) o el reconocimiento cultural (prestigio de alto intelectual) o materialmente, fortificando monetaria (novelas rosas, pornografía, de chismes, etc.) El receptor así, resulta dialécticamente identificable. Se sabe que un público leerá tal obra, pero no se conoce directamente al lector clave.
{{gap}}c) El canal de comunicación más común es el libro, aunque en la antigüedad era puramente el soporte del habla y la tradición oral. El libro encierra el mundo de mensajes, la visión de un mundo, pero también, exteriormente contiene significaciones debidas a su formato, a su apariencia, a su portada. El contacto del lector con el libro es físico, antes que intelectual. Tal hecho favorece o desfavorece su lectura, verdadero acto concreto. El aspecto material del libro orienta al lector, leer algunos párrafos, observar algunas de sus ilustraciones, prestar atención a juicios críticos puestos en las guardas o en las contraportadas, etc.
{{gap}}Por lo anterior, el contacto psicológico entre emisor y receptor resulta diferente. El diálogo entre el autor y su lector es imposible y los intentos para establecerlos son casi ilusorios: correspondencia, conferencias, lecturas, dedicatorias, etc. Solamente las obras dramáticas, al ser representadas efectúan un tipo de comunicación entre el autor y su público, pero por medio de la puesta en escena y del trabajo de los actores. De modo general, el autor se encuentra separado de su lector por el espacio y el tiempo. El mensaje literario deviene difuso.
{{gap}}ch) El mensaje, en principio queda fijado por obra de la impresión, su conservación en bibliotecas, etc. Sin embargo, en la realidad, el contenido del mensaje varía según las disposiciones psicológicas y la experiencia propia de cada lector, así como la sensibilidad y los valores de cada época. El emisor envía un mensaje que en parte será recibido sin variar y en otra, modificado, reconstruido, según los sistemas de signos o códigos donde el receptor se desenvuelva. Toda lectura, como lo ha dicho un autor, es más o menos una traducción y una traición, pero gracias a este rasgo distintivo de la obra literaria, en relación con la escritura en general, nos habla constantemente y sin fin. De ahí la eternidad de la obra literaria: La Ilíada, o Gilgamesh o Mío Cid, siguen vigentes en cada momento histórico de la humanidad. Su carácter de vejez no se instala en la moda simple. La interpretación de los mensajes de una obra literaria, por tanto, variará de acuerdo con la experiencia vital y cultural del receptor.
{{gap}}d) El código es el elemento más complejo de la comunicación literaria, puesto que al utilizar la lengua, de por sí ya un código “sui géneris”, la matiza con combinatorias semánticas y fónicas innovantes que ponen la función poética en actividad con el propósito de romper lo establecido por los niveles comunes del habla y por tanto, del propio código, que lo abren a significaciones imprevistas. Esto hace que la comunicación literaria tenga un fin primordialmente estético y establezca un impacto artístico, con lo cual acomoda, sobrepone, imbrica, mezcla, al código de una lengua, un código estético más o menos complejo y variados códigos sociales y culturales a una transcodificación para ser interpretada.
{{gap}}e) El referente en la obra literaria resulta inexistente en la realidad objetiva, tal cual se presenta en el mundo concreto. Don Quijote y Sancho no son alguien en particular, sino referentes textuales cuya existencia se va dando al transcurrir el propio texto. Ahí se realizan, se fortifican, se recrean. Se vuelven refracciones de la imaginación y de la fantasía que genera un entorno sociocultural. El lenguaje literario, así, no es directamente referencial o denotativo, sino sólo conceptual. En un poema que habla de un “árbol”, la palabra envía a un concepto conocido por el lector, aunque no sea comprobable por éste, observable. Al leer, el lector va “destejiendo” los elementos según la significación que toman en sus relaciones con los demás. El mensaje literario crea sus propias normas a partir del código estético adoptado por el emisor. No se pueden leer los elementos separados del mensaje sin integrarlos en un sistema cerrado que constituye la obra literaria. Mas allá de los referentes conceptuales comunes al autor y al lector, la obra literaria crea su propio sistema de referentes textuales. Toda obra literaria, por más oscura que sea, presenta sus interpretaciones generales a partir de su propio sistema.
{{gap}}Y he aquí donde el proceso de connotación entra en juego. Recuérdese que se denomina connotación a todo aquello que un morfema o un sintagma puede proponer, relacionar, sugerir, con claridad o confusamente, aparte de sus sentidos o significados comunes dados por la denotación. Por tanto, el sistema que constituye la obra literaria se abre, gracias a la connotación. Por la connotación se crea y se desarrollan, a partir de un nivel común de la lengua, sentidos diversos a lo originalmente denotado. Lo que importa, sobre todo, en un texto literario es el poder de sugestión de las palabras más que la significación evidente de ella. Las connotaciones dan, pues, el sentido referencial-conceptual al texto.
{{gap}}Lo anterior trae como consecuencia que al leer una obra literaria se impone una lectura en muchos niveles. La comunicación literaria no es directa ni sencilla, sino ambigua y compleja. Exige un esfuerzo por parte del lector. Sin embargo, existe una literatura de gran consumo que al ofrecer escasa connotación y limitarse a presentar estereotipos de fácil acceso, seduce a los públicos y vence a las grandes obras de la literatura en cuanto a su mayor número de lectores. Tales obras llamadas de “subliteratura” no crean sistemas novedosos de significaciones y al basarse en sistemas sígnicos aceptados por todos, resultan exitosas y restan el acercamiento a las obras trascendentales de la literatura. Novelas de temática amorosa o policiaca que repiten arquetipos, clisés literarios, estructuras sencillas, enredan con su intrascendencia a un público enajenado y lo entretienen, lo distraen de los grandes problemas humanos, como para que no se den cuenta de los tejemanejes económico-políticos a los que se hallan sujetos.
{{gap}}Por último, la connotación también tiene existencia fuera de la obra literaria en la comunicación afectiva y en la conativa: chistes, dobles sentidos, publicidad, etc. Sin embargo, se debe aclarar que en un mensaje literario, éste contiene el valor que le otorga la comunicación poética.
{{gap}}Al leer una obra literaria trascendental enriquecemos nuestra visión de la vida, del ser humano, de la filosofía (acción de la vida), de la cultura, de la naturaleza; en tanto que con subliteratura, sólo distraemos por ratos nuestro afán de realización personal, nuestro aburrimiento, nuestra insatisfacción y estaremos como huyendo del mundo, fracasados quizás en nuestros propósitos de superación humana.
{{gap}}Una obra literaria trascendente, en cambio, con su madurez creadora nos dará muchas respuestas a las dudas que con frecuencia nos asaltan en la vida cotidiana. Pensamos que al leer a Balzac o a Stendhal, a Joyce o a Faulkner; a Nezahualcóyotl o a Sor Juana; a Lizardi o a Payno; a Borges o a Storni, entre tantos, descubriremos una visión del mundo, profunda, y estimulante; mientras que al leer el Kalimán, Lágrimas y Risas, historias de vaqueros o de detectives, sólo estamos siendo usados como objetos que producimos dinero a los negociantes de la frustración humana. Y eso ya es otra cosa, no literatura.
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<span id="Integral"></span><center><big>2
HACIA UN ANÁLISIS INTEGRAL DE LOS TEXTOS LITERARIOS</big></center>
{{gap}}Abordar un texto literario con propósitos de estudio, más que de mera diversión, requiere tener una serie de herramientas y estrategias para descubrir ese laberinto de sentidos que un cuento, un poema, una leyenda o una novela, entre otros formatos de la literatura, presentan en su manifestación escrita.
{{gap}}Por supuesto que se puede leer simplemente una obra literaria sin más propósito que disfrutar de su trama y enterarse de lo que trata; de sus contenidos famosos; de impactarse con sus personajes o gozar con el ritmo de sus usos lingüísticos así como determinadas emociones que nos pueda proporcionar. Todo ello constituye un acercamiento lector superficial y acaso evanescente, tal como sucede con los éxitos de librería denominados “best sellers” o como en la tradición escolar acontece con las clases de literatura donde se atiborra al alumnado con fichas bibliográficas y con apariencias de comprensión lectora, radicadas de modo exclusivo en saberse el argumento del texto literario asignado. Se lee o se finge leer para cumplir con una calificación y nada más.
{{gap}}Sin embargo, existe una finalidad más trascendental de la lectura de una obra de literatura y ésta consiste en descubrir todas las sutiles conexiones que constituyen su estructura y que van generando muchas posibilidades de mensajes, sorprendentes en la mayoría de las veces. Esto permite al lector efectuar una especie de buceo por el tejido textual de la epopeya, de la obra dramática, de la crónica, del ensayo o de cualesquiera de las variedades literarias arriba citadas.
{{gap}}Para ello ha de prepararse con propósitos más profundos, como son los de comprender cómo la literatura resulta una equivalencia a la realidad de su tiempo de producción y por tanto una refracción de los acontecimientos de la vida humana, sus vicisitudes y sus enfrentamientos a las formas de pensar y actuar de variadas épocas históricas. La lectura entonces se convierte en fuente de sorpresas que nos permiten una mejor comprensión de la producción de la obra literaria, sus intenciones, su importancia como reveladora de significaciones que hablan de los valores existenciales de la humanidad.
{{gap}}Todo estilo de vida estructura de una manera específica el estilo de la obra literaria. Un mundo esclavista o feudal transfiere su ideología a la epopeya, por ejemplo. Un sistema social mercantilista se dejará sentir en las obras literarias, y de arte, en general, con determinados rasgos que al contrastarse con los de mundos previos o posteriores, la ubicarán en el decurso de la experiencia humana, de sus angustias, de sus esperanzas, de sus opresiones, de sus emociones, de sus sueños y de sus realidades.
{{gap}}Si un lector que se aproxime a leer un texto literario: cuento, novela, epopeya, poema, ensayo, crónica, drama, se prepara con nociones, por lo menos, de cómo, porqué y para qué se ha constituido la obra que lee, su captación será más enriquecedora de sus competencias cognitivas y afectivas.
{{gap}}Leer a ciegas puede llevarnos a no darnos cuenta o dejar pasar inadvertidos, los tesoros que laten en los textos literarios. Si se conoce, aunque sea algo de la teoría producida en torno de ellos, podremos incrementar nuestro deleite de descubrir en un mundo de fantasía e imaginación que constituye la verdadera literatura, las raíces de sus realidades profundamente humanas.
{{gap}}Discurrir cómo se puede transitar por la obra literaria apreciando sus planos y sus estratos para poder aplicar la teoría de lo literario en un vasto panorama de textos clasificados como gran Literatura, es lo que el lector estudioso encontrará en este ensayo.
{{gap}}Ahora bien, se requiere advertir que la propuesta se circunscribe a un enfoque que he denominado integral, pues se intenta lograr un equilibrio entre los enfoques extrínsecos e intrínsecos de los cuales he hablado en mi ''Iniciación a las estructuras literarias'' de 1973.
{{gap}}Recuerde el lector que se denominan enfoques extrínsecos a todas aquellas propuestas de análisis literario que ven en la obra de literatura un simple resultado de su ambiente social. Desde ángulos contextuales e intertextuales efectúan sus aproximaciones a la literatura. En ocasiones han reducido a la obra literaria como un simple pretexto para hacer historia, sociología, antropología o tema de erudiciones, con lo cual, la construcción sígnica que la obra literaria contiene ni siquiera es considerada para emitir valoraciones de su potencia semiósica, es decir, generadora de sentidos por sus propias combinaciones de signos lingüísticos.
{{gap}}Por otro lado, son enfoques intrínsecos aquellos que, al contrario de los extrínsecos, sólo ven en la obra literaria un constructo lingüístico que deviene el único objeto de estudio para ellos. Aquí se van al punto opuesto de desprender a la obra de literatura del mundo social que la produjo y para nada se toma en cuenta. Sólo importa su armazón y el mundo que presenta sin considerar su conexión como refracción de la realidad.
{{gap}}Al sumir un enfoque integral, se intenta conseguir que se estudie la obra literaria, primero intrínsecamente y luego relacionarla con los factores extrínsecos que la generaron y que sin duda reflejan equivalencias a las realidades socioculturales de la época en que fue producida con sus respectivas marcas ideológicas que las conectan con determinados hechos sociales.
{{gap}}El análisis integral comienza con la lectura inmediata de la obra que se vaya a estudiar y en esto se parece a la lectura superficial que se realiza por quienes sólo quieren encontrar diversión, entretenimiento o distracción. Es una lectura de superficie o de primer impacto.
{{gap}}En seguida se da paso a una segunda lectura, luego de haber captado el mundo contenido en la obra durante la primera aproximación lectora. Ahora se propone estudiar al texto literario por medio del descubrimiento de su plano de expresión, luego el de su contenido y rematar con el interpretante que conecta al lector o lectora, con lo extrínseco a la obra de literatura y la ubica en los estilos literarios a los que pertenece, la “periodiza”, le asigna un período estilístico de autor y de época, y le da su valor histórico, social, cultural, filosófico, etc.
{{gap}}Por la experiencia que he logrado en la conducción de mi alumnado para que no sólo disfrute de los textos literarios, sino los asimilen a su mundo personal como joyas humanísticas de aprendizajes para la vida, un enfoque integral parece ser el que mejor resultado me ha dado. Ni erudición ni pretextos, sino la comprensión de aquello que hace literario a un texto: la literaturidad o la esencia y sustancia de la literatura como máxima generadora de procesos cognitivos en el ser humano y gran instrumento para una educación neohumanística.
{{gap}}Ahora bien, luego de haber comprendido los principales apoyos teóricos para analizar el texto literario y de aplicar un análisis integral, intrínseco-extrínseco, el lector tiene una herramienta para ubicar las obras literarias, por su expresión y sus contenidos, en las distintas épocas en las cuales se han producido y también entender el porqué los autores escribían sus textos, como atestiguan sus manifestaciones específicas: cuentos, novelas, epopeyas, dramas, crónicas, ensayos, poemas.
{{gap}}Ahora tocaría definir lo que es el estilo, el estilo de autor y los variados estilos de época. Con ello se abre paso a la competencia del lector para efectuar taxonomías literarias, es decir, clasificaciones que obedezcan a su rigurosa lectura literaria integral.
{{gap}}Mientras el estudioso de lo literario lea más literatura, descubrirá diversos esquemas que pueden servirle como claves para aplicarlas en la lectura de la mayor diversidad de obras literarias.
{{gap}}Además, quien así tenga el deseo de hacerlo, si luego de la lectura elabora un gráfico donde destaque la secuencia de acontecimientos leídos, por ejemplo en una obra narrativa, y señala los personajes participantes y los marcos de su desenvolvimiento, esto le permitirá objetivamente producir un modelo generador de un texto nuevo, inspirado en el leído, para iniciarse en la escritura literaria. Lo mismo puede hacer con la obra lírica o con la dramática.
{{gap}}Una vez descubiertas las estructuras literarias básicas, el lector o la lectora, podrá servirse de ellas para planificar sus propias obras literarias. Sabrá como estructurarlas; como ordenar sus componentes; como asentar el mundo sensible, narrable o dramatizable que imagine o que lo inspire para lanzarse a la escritura de poemas, ensayos, cuentos, crónicas, novelas, dramas, y por qué no, incluso, epopeyas con nuevos rasgos que hoy la sociedades y culturas presentan.
{{gap}}Para fortificar tal entusiasmo, dotarse de un elenco biográfico de grandes autores de la literatura resulta muy estimulante. Creo que saber, aunque sean unos breves datos sobre la vida de estas figuras de la literaturidad, puede orientar el camino no sólo al futuro escritor, sino al lector que encontrará una guía de la vida de quienes han construido el maravilloso mundo de las obras literarias. Informarse con brevedad de los escritores que acaso ni idea tiene el lector de su existencia, resulta un útil acercamiento orientador, a la lectura de las obras que los hicieron grandes maestros de la literatura.
{{gap}}Una aclaración se hace pertinente: como es obvio, toda selección que se efectúe resultará siempre incompleta y muchísimos escritores quedarán inadvertidos, sin embargo, en descargo, otras fuentes biográficas pueden ser consultadas en variadas bibliografías que aparecen en las historias de la literatura.
{{gap}}Con estas investigaciones simultáneas a la lectura de una obra literaria se descubrirá el ámbito de los protagonistas de la literatura y los argumentos que han estructurado a muchas obras trascendentes de la literatura universal; por supuesto, como se dijo en relación con los escritores, sería imposible contenerlos todos. Lo mismo puede afirmarse de los protagonistas, quienes como personajes de grandes obras literarias se han convertido con frecuencia, en modelos de la conducta humana. Así se habla del complejo de Edipo; o se comporta como un Hamlet; eres un Quijote; es un Tenorio; no te sientas el Ulises, etc.
{{gap}}Tener una idea muy general del asunto de un determinado texto novelesco, epopéyico, cuentístico, poético, dramático, ensayístico o de crónica da apoyos para comprender mejor su lectura y contrastar lo que sabíamos de ella y lo que en realidad se aprecia. Y por supuesto, se hace necesario aclarar que saber el argumento de obras de la literatura no significa para nada que proponga sustituir el acercamiento integral al texto por medio de un, acaso, muy apretado resumen. Es solo facilitar el panorama de la obra literaria en estudio, con el propósito de ahorrar la clásica distracción del “se trata de”. Conocido a grandes rasgos el contenido de una obra literaria, por experiencia sabemos que se despierta mayor interés por leer el texto original y sorprenderse por el tejido textual que le va dando formas sorprendentes y ni siquiera sospechadas en un resumen argumental. Por eso es que cuando se relee una obra literaria descubrimos nuevos recovecos en ella.
{{gap}}El hecho de promover que se sepan argumentos y personajes obedece más a un criterio orientador que a un punto de vista iluso de sustitución de una obra total por un remedo de su contenido. Ello sólo da luz al abordaje de determinada obra de la literatura. Imposible, como se dijo arriba, sería conocer todas las manifestaciones literarias de todos los pueblos de la Tierra, sin embargo, se ha de procurar elegir las más representativas.
{{gap}}Los argumentos sólo narran los hitos más importantes de las obras literarias elegidas; los acontecimientos o acciones que les han dado fama y los personajes sólo pueden ser constitutivos de los saberes personales de toda persona culta. Si alguien no sabe quien fue Celestina o Sancho o Tartufo; el Periquillo Sarniento, el Lazarillo de Tormes o Pito Pérez, deja mucho que desear sobre su educación en estos rubros intelectuales.
{{gap}}Tal educación literaria básica que debía comenzar desde la infancia y prolongarse permanentemente durante toda la vida, así lo exige. Un cuadro de contenidos que organizara un currículo literario escolar, sin duda, entonces, tendría que darle un fuerte peso a la lectura de textos y formatos literarios apropiados para cada edad, según se presenta en los cuadros que siguen:
{|width=100%
|EDAD ESCOLAR
|TEXTOS LITERARIOS RECOMENDADOS
|-
|PREESCOLAR
|Rimas, canciones, coplas, trabalenguas, poemas rítmicos, adivinanzas, cuentos maravillosos, relatos absurdos, fábulas, noveletas de aventuras y de mundos mágicos, pequeñas obras de teatro: guiñol, comedietas, etc.
|-
|EDUCACIÓN PRIMARIA
|Poemas, poemas humorísticos, coplas, romances, canciones, seguidillas, cuentos maravillosos, relatos absurdos, leyendas, mitos, fábulas, parábolas, novelas y cuentos de aventuras, de ficción científica, de misterio, epopeyas adaptadas, teatro guiñol, comedias, comedias musicales, crónicas, etc.
|-
|EDUCACIÓN SECUNDARIA
|Cuentos y novelas de terror, románticos, realistas, de ficción científica, de aventuras, de magia; mitos y leyendas de todo el mundo, epopeyas adaptadas, fábulas, crónicas de viajes y de sucesos, corridos, canciones, poemas, comedias; ensayos breves, transformaciones de relatos a radionovelas, video clip, filmes, etc.
|}
{{gap}}Ante todo, este caudal de propuestas puede servir como guía firme en el logro de una competencia lectora literaria de excelencia.
{{Page break|label=}}
<span id="Integral"></span><center><big>3
PARA UNA SEMIÓTICA DEL RELATO</big>
(DI-VERSIÓN)</center>
{{gap}}Defino al relato de una manera muy sencilla: la representación de una secuencia de acontecimientos. Expliquemos los dos términos de esta definición para mayor precisión con la ayuda de este ejemplo:
{{gap}}''Los pandilleros raptaron a la muchacha. Juan Claudio la libera.''
{{gap}}El acontecimiento aquí representado es la liberación de una muchacha.
{{gap}}Precisemos: un acontecimiento es una transformación, un pasar de un estado X a un estado X’; la muchacha prisionera/la muchacha liberada. Un accidente de tránsito es un acontecimiento que provoca el paso de un estado X (automóvil intacto) a un estado X’ (automóvil accidentado) el accidente de tránsito no es un relato; sólo cuando es representado, relacionado con alguien.
{{gap}}El relato es una convención que no existe en el nivel de los acontecimientos mismos, sino en abstracción, porque ello siempre es percibido y contado por alguien, pero siempre como un referente distanciado o imaginado.
{{gap}}Estos dos elementos, representación / acontecimiento, deben ser considerados como condiciones necesarias para obtener un relato. Se ha dicho que un acontecimiento no representado no es un relato; de igual manera una representación sin acontecimiento no constituye un relato, sino una descripción.
{{gap}}Si el estado X no cambia desde el principio hasta el final en estado X’ no es un relato, sino una descripción. Notamos así que la descripción se encuentra al servicio de la narración. “La descripción siempre es naturalmente ancilla narrationis, siempre esclava necesaria, siempre sumisa, jamás emancipada. Hay formas narrativas como la epopeya, el cuento, la novela, la crónica, donde la descripción puede ocupar un lugar muy grande, materialmente el más grande, sin dejar de ser, como por vocación, un simple auxiliar del relato. No existen “géneros descriptivos” de acuerdo con Gerard Genette.
{{gap}}Cuando un texto no presenta transformaciones en el nivel de su macroestructura es porque se trata de una descripción.
{{gap}}La estructura general de un relato se inscribe sobre un eje semántico del tipo:
<center>S——————————————S’
grande{{gap|9em}}pequeño</center>
{{gap}}La relación entre grande y pequeño es a la vez de conjunción y de disyunción: los dos términos tienen un denominador común la medida (grande/pequeño del contenido; pero se encuentran en las extremidades del eje; se oponen entre sí.
{{gap}}Greimas da otros ejemplos en su Semantique Structurale, Larousse, 1966. P17:
{|style="color: black; background-color: #ffffff;" width="75%" class="wikitable"
|EJE SEMANTICO
|S
|S’
|-
|AUSENCIA DE COLOR:
|BLANCO
|NEGRO
|-
|CARRETERA
|NACIONAL
|ESTATAL
|}
{{gap}}Apliquemos este modelo al relato de un accidente de tránsito:
{|style="color: black; background-color: #ffffff;" width="75%" class="wikitable"
|EJE SEMANTICO
|S
|S’
|-
|ESTADO DEL AUTOMOVIL
|INTACTO
|ACCIDENTADO
|}
{{gap}}En un cuento cualquiera puede ser la estructura general.
{|style="color: black; background-color: #ffffff;" width="75%" class="wikitable"
|EJE SEMANTICO
|S
|S’
|-
|SITUACIÓN DE LA PRINCESA
|LIBRE
|ENCANTADA
|}
{{gap}}Para constituirse un relato, el eje semántico se inserta en una sucesión temporal.
{{gap}}Las articulaciones S y S’ corresponden a las situaciones inicial y final, donde el paso de una a otra se produce en un momento determinado al que llamamos T.
{{gap}}El relato se organiza en función de su fin: es la situación final la que ordena toda la cadena de acontecimientos anteriores. Como dice Gerard Genette, “el autor sabe desde un principio cómo terminará y es por tanto en función del fin que seleccionará el medio”. Estas determinaciones forman lo que llamamos la arbitrariedad del relato, es decir, no del todo la indeterminación, sino la determinación de los medios por los fines, y para hablar más, grosso modo, de causas por los efectos. Es esta lógica de la ficción, lo que obliga a definir todo elemento, toda unidad del relato por su carácter funcional, esto es, entre otros, por su correlación con otra unidad, y a dar cuenta de la primera (en el orden de la temporalidad narrativa) por la segunda y así sucesivamente, donde el descubrimiento de la última es lo que ordena a todas las otras.”
{{gap}}En el eje semiótico S/S’. S es la situación normal del relato y S’ la final (causa-efecto).
<center>S———————T———————S’
situación{{gap|9em}}situación
{{gap}}inicial{{gap|10em}}final</center>
{{gap}}Procedimiento para descubrir la estructura general:
1º Leer completo un relato.
2º Observar la situación inicial.
3º Buscar la solución inicial correspondiente. Esta debe presentar por lo menos un rasgo común y un rasgo diferente en relación con la situación final. Si no consideramos la situación final, no sabremos qué rasgos serán pertinentes (segmentados) para delimitar la situación inicial. Esta situación inicial no se localiza siempre al comienzo exacto de la primera línea del relato, ni en el primer parágrafo, ni se genera, a veces, en los primeros capítulos. El análisis debe reconstituirse seleccionando los rasgos que el relato retendrá, siempre en relación con la situación final.
4º Anotar en qué momento tiene lugar la transformación, y si ésta es progresiva o de un solo golpe.
{{gap}}Para profundizar en el análisis del relato debemos tomar siempre en cuenta los siguientes elementos:
{{gap}}a) Los episodios.
{{gap}}b) Las secuencias.
{{gap}}c) Los roles actanciales.
{{gap}}d) Los programas narrativos.
{{gap}}e) El cuadrado semiótico.
{{gap}}f) Los niveles de análisis.
{{gap}}Las obras de Genette, Todorov y sobre todo, Greimas, apoyados en Hjelmslev y Propp, fundamentalmente, desarrollan esta exhaustiva práctica textual para desentrañar la estructura del relato o narración.
{{gap}}En nuestra obra '''Iniciación a las estructuras literarias y su explicación textual''' hemos explicado con mayor detenimiento las investigaciones de esta famosa escuela “narratológica”.
{{Page break|label=}}
<span id="Canek"></span><center><big>4
LA SIMETRÍA ESTRUCTURAL DE CANEK O EL ISOMORFISMO</big></center>
A (Los personajes)
B (La intimidad)
Línea 286 ⟶ 357:
D (La guerra)
Canek va presentando una secuencia en donde a través de concisas manifestaciones lingüísticas, ubicadas en las estructuras más elementales de la lengua española, se avanza hacia el mensaje generador de las ideas que integran el libro.
{{gap}}
Del componente A, el segmento número 5:
Del componente B, segmento número 14.
{{gap}}
{{gap}}
{{gap}}
{{gap}}
ET* *(A+B+C+CH+D)
NOTACIONES.
*Lavada: función bivalente en el texto.
E.T.: Estructura Total.
( ) conjunto
S.O.: Sintagma oracional.
5
EMMA GODOY
Línea 360 ⟶ 432:
DEL POEMA
nos muestra cómo se va graduando la función poética de la lengua que modela la emoción cíclica, lánguido continuo, repetida, renacida, recreada, en cada poema de Emma Godoy: ascenso y descenso tonales, proyectores de una transparente realidad psíquica y socio histórica, enropada en símbolos bíblicos, orientales, grecolatinos y nahuatlacas.
a) Si lo Dijera: Inicio ascenso emocional, excitación.
b) roca de fuego / minuto ardiendo / : Plenitud, suspensión pasional.
c) cenizas : Descenso acabóse la nada, el derrumbe del mito que sirve para derruir y acrecentar el propio mito.
LA SED INFINITA
O MAREMÁGNUM
Línea 400 ⟶ 473:
ENSAYISTA.
UNA MONUMENTAL
NOVELA DE MUJER:
LÉNICA PUHYOL
Acaso por ello, la publicación modesta de una obra como Maremágnum pasó inadvertida para muchos asiduos a cocteles de presentación y en las librerías apenas si tuvo un mínimo acomodo en los estantes del montón. No hubo casa editora que la promoviera con carteles y entrevistas; con discursos de cenáculos literarios ni promoción televisiva. Callado transcurrió su breve tiraje y los también breves lectores que tuvimos la oportunidad de descubrirla por la voz en voz de su existencia, quedamos, algunos asombrados, otros al borde del escándalo y algunos haciendo discretos mutis por el contenido pleno de atrevimientos de esta obra inicial de Lénica Puhyol en un tiempo donde aún la hipocresía utilizaba más de una sobre máscara.
En Maremágnum, casi al mismo tiempo que Buenos Días Tristeza de Françoise Sagan, una mujer mexicana desnuda su sentir y su pensar sin conflictos hembristas ni abnegaciones lacrimógenas. Simplemente es una mujer que ensaya interpretar el mundo como pocas veces se había intentado en el universo hispánico. Traducido al francés sus lectores en lengua gala se asombraron con esta escritora que parecía más francesa que las francesas.
Luego de esta obra, Lénica Puhyol publicó el libro de cuentos, Entre lo silvestre, donde ensaya la melancolía de los paisajes floridos.
POLIFONÍAS PASIONARIAS:
LA NATURALEZA VIVA
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ESTHER PUHYOL.
Arrancado en la gesta de mi sombra
—este
estratificación de desdichas
en capas sensitivas.
Siento una lágrima
ascender de lo profundo
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incontenible
amarga gota del llover sin ruido.
Te echarás sobre mi sombra
como antes amante
en mi cuerpo. .
¿QUIERE USTED SER DICTADOR?
EL OTOÑO DE UN “CAUDILLO”.
UNA NOVELA PUÑALADA
SEMIÓTICA DE LA INTERTEXTUALIDAD
O…
Línea 486 ⟶ 564:
NO SON.
ENTORNO A ARQUELES VELA
a) Encuentro.
b) Semblanza.
c) Precursor literario
ch) Precursor didáctico.
HACIA UN GRAMÁTICA ARQUELIANA.
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A) Postulados y repertorio.
Obras Narrativas.
¾Luzbela.
¾Poemontaje.
LA PROSA FILÓGINA
DE
ARQUELES VELA.
ARQUELES VELA
Y
POEMONTAJE.
<i>“Nebulosas de la esperanza...
cielos atestados
de evasiones...
Línea 629 ⟶ 713:
soles distantes
a la senectud
de los ojos...”</i>
encierra una intensa experiencia de vida, sólo entendida plenamente por quienes desde la madurez que se despide, contemplan la existencia con una serenidad inacabable, con la apacible de los recuerdos de antiguos irivenires. Lo realizado y lo no concluido, lo evadido y lo imaginado, todo lo que el hombre ha podido vivir ha querido efectuar, concebido en una resignación que sólo es posible en el hombre pleno.
“Y en los labios brasa
como en la fusión de los metales”;
Línea 652 ⟶ 736:
a la eternidad...
en sucesiones corporizantes...”
“Llegamos al principio del fin...
Línea 665 ⟶ 749:
en los resquicios
de las soledades de muchedumbres...”
“Desvariadas...
las voces penden
Línea 676 ⟶ 760:
de los antiguos sacrificios
por la batahola sin nombre todavía...”
“el cielo es una polvareda...
polvo la memoria...
la sangre... agua
que corre y se debate en remolinos...”
“La alma es un jubón en subastas...
la carne... brizna...
y los ojos...
charcos donde mueren los
“El hombre es lapso fugitivo
de las alegrías
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de los instantes
que reverberan en las coladeras...”
“Generaciones sin raíces
descuelgan los frutos
Línea 703 ⟶ 787:
a escondidas...
entre incendios y desforestaciones...
“En las tierras cuadriculadas
arados ociosos
Línea 730 ⟶ 814:
por variantes
afines a dulzainas del morir...”
“En consorcios sentimentales
entregan sus sinos
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y acumulan lastres en inventarios…”
que nos hablan del hombre que explota al hombre y se enriquece exageradamente a pesar de todos, abandonando a la naturaleza para vivir de artificios.
“Transgresiones de paz y guerra
simbiosis hostiles
Línea 747 ⟶ 831:
sin singulares
fantasmagorías cotidianas...”
“Voces adormecidas, en clamores…
voces despiertas...
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secretos y encantos
provistos de los pies a la cabeza.. ”.
“Ella... el todo... visión ilativa...
contraída
Línea 765 ⟶ 849:
en el connubio movida de luces...”
Transforma el poeta.
“Laberinto de confusiones...”
juntas de desdichas
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de los cuatro
humores que concurren en sus
y sus destinos...
se establecen...
Línea 802 ⟶ 886:
y compuertas...
inmanencias múltiples de la sangre...”
“Involuntarias máquinas...
Fantasías
Línea 836 ⟶ 920:
de horizontes...
sin límites en el girar de las esferas...”
“Controversias en el espacio
con energumenias...
Línea 847 ⟶ 931:
y debate
en el solar de las constelaciones...”
“Futuro de la domadura
del dragón de alientos
Línea 866 ⟶ 950:
del pensamiento...
libre de amarras conciliatorias...”
“Los llamados de las florestas... y la lenta espera
de la tierra...
Línea 880 ⟶ 964:
y crece... y asciende...
abriendo las entrañas de la vida...”
“El misterioso poder de las sílabas...
en sus conjunciones...
Línea 890 ⟶ 974:
y los bosques canten
los instrumentos de sus simpatías...”
“La tierra es inocente...
el aire es inocente...
Línea 898 ⟶ 982:
en los surtidores...
y en las fraguas...”
“La sabiduría dormita
en balbuceos
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del círculo...
está en la cifración de la mujer...”
“El hombre se levanta de sus sueños...
se transforma en soledades
Línea 929 ⟶ 1013:
y en cantos
y desaparece...”
“Estamos al lado
del hombre...
Línea 939 ⟶ 1023:
esperan nuestros corazones
los albores de la primavera”.
“La vida pesa tanto como la muerte...”
para concluir, luego de una larga pausa, como para meditar, como para forjar con mayor intensidad su fe en los seres humanos:
Línea 946 ⟶ 1030:
y reviven por todas partes...
para volver de nuevo al futuro....”
“La plural visión laborante
de los sentidos industriosos”.
Línea 956 ⟶ 1040:
“Hormiguero de sacramentos”
y multitud más.
“Cielos imaginados por amor...
soles distantes
Línea 975 ⟶ 1059:
y el fin del conocimiento...
el connubio de las cifraciones...”
d) Combinada: Ascendente, equilibrada apacible e impulsiva.
“Nuestros cantos son como el fuego...
Línea 982 ⟶ 1066:
brasa
como en la fusión de los metales...”
ALEJANDRO MIGUEL,
POETA MAESTRO.
<i>“Trabajo la libertad
trabajo tu cuerpo
dulce”. </i>
Nos dice al iniciar su reciente poemario ''Emergencia de las damas'' y marca su raya estético-sensual.
Sus aires de primitividad, eso que falta a las
La añoranza de voluptuosidades idas; las únicas gratuidades excelsas de la vida, hacen sonreír plácidamente al poeta y nos hacen sentir que su mirada irradia
LAS CENIZAS DE LA PASIÓN
O
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DE FELIPE GARRIDO.
Así, el cuento que da título a la obra, engloba acaso lo que cada cuento manifiesta: el amor encerrado en su mortaja de fugaces preguntas de eternidad cual si se quisiera decir, en lugar de ¿Me amarás siempre?:-No me dejarás amar a otro. Sólo tú debes amarme; pero como nada es eterno al hombre y no hay un amor de perenne felicidad, siempre aparece un sustituto promisorio en el ensueño de amar y todo fenece dentro de una caja mortuoria olvidada en cualquier rincón de las promesas vividas, derrumbadas por el humo del hastío, la incoherencia de los embonamientos o el desengaño de lo sobre valorado. Eclipse de lo que era en lo que tal vez nunca fue.
UN NUEVO CUENTARIO
DE
FRANCISCO ZÚÑIGA CANALES
LA DICHA JUSTA DE GANAR
EL TIEMPO
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PARA EL NUEVO SIGLO.
<i>Y la cuesta de enero
se reventó por lo más tierno</i>
<i>La letra primera
con tonada de jadeos
bañada de sudor y llanto</i>
''Mientras febrero sigue como paranoico''
Sólo sus versos permanecen como resurrecciones en la voz de algunos íntimos y desconocidos declamadores, lectores que de pronto, un día o una noche; un atardecer o una madrugada hacen hablar los silencios textuales de un poema, y cual si fueran propios, los tornan a parir con el dolor o el placer de descubrir las señales de una vida equivalente a la, hasta entonces creída, personal y única.
''Es la estación perfecta''
''para que la intolerancia avance''
Porque los poetas viven multitudinariamente, aunque no lo parezca. Viven por todos, aman por todos, sufren por todos, luchan por todos, cual santos, y sienten lo que muchos no alcanzan a decir, sólo a leer.
''Aquél como este Imperio que muerde sin motivo''
Los grandes poetas no requieren de fatuidades publicitarias o golpes del momento, pues saben que estos se acaban con el humo de la moda o de las políticas, cual suele suceder.
''Y llorar juntos y luego bañarnos''
<i>Y le contesto que los sabios
no son los de Nexos ni Vuelta
sino estos padres que todo lo dan.</i>
Y cuando en la puerta de un afanoso lector aparece la algarabía de los poemas que un joven poeta reparte generoso, la fe en la poesía, única altivez que nos queda, revive; se renutre y el corazón atisbando deleites para el espíritu se engrandece de satisfacción; en medio de los pleitos mezquinos por canonjías o sueldos de hambre que no sacian la sed del consumo y sus trampas, subsiste la estafeta recobrada del arte de la palabra hecha versos.
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Alborozado resulta pues, el encuentro con un poeta que hasta su apellido parece ad hoc para una época donde casi no se ve su azul: Cielo, Samuel Cielo, quien a través de su poemario Dodecálogo hace viajar a los hablantes líricos que lo estructuran por doce meses de gula poética.
<i>Buscan paredes para gritar
avenidas como refugio
para decir cómo vivir.
Edificios carcomidos
de la inmoralidad</i>
Y escribir extensos delirios líricos, en este tiempo donde el minipoemismo se considera a veces genial (no obstante que refleja la fragmentación abúlica del yo que no ve más allá de la pequeñez o que no quiere ver algo mayor), resulta motivante para quienes deseamos navegar por el océano extenso y profundo de los variados temples de ánimo: el tormentoso, el rebelde, el apacible, el contemplativo, el humilde, el pasional, el tierno, que un gran poema o poemario nos hace descubrir, indagar, sentir y vivenciar.
<i>La novena estación
de este tren que me aleja del escombro
que dejó el ciclón de tus besos</i>
Por otro lado, superior es el gusto del encuentro poemático al saber que el poeta es maestro, y normalista (hoy que casi han desaparecido tras ilusionismos de ser universitarios); egresado de la Benemérita Escuela Nacional de Maestros y de la sesentina Escuela Normal Superior de México retoma los altos y antiguos propósitos de esas Animae Mater. Hondo hallazgo en el poco afamado y despreciado aparente páramo de esas instituciones, que no obstante su orgullo de benefactoras de la Patria, muchos aún se niegan a reconocer que todos, rectores, doctores, licenciados, presidentes, empresarios han recibido la luz de las primeras páginas de un maestro o maestra normalistas que en lo hondo también suelen ser poetas, pues sólo unos enamorados de los sueños pueden cumplir tan alta profesión de sembrar cimientos.
<i>Porque podrán poner candados
pero el ave de la memoria
revolotea mentes que arremeten
sobre palabras prohibidas
para un estuche como el neoliberalismo</i>
Amplia su inquietud poética en Dodecálogo, Samuel Cielo parece sacudir con su torrente de rompimientos semánticos donde lo coloquial trasciende su fugacidad de dato conversacional y se transforma en un giro de alta insistencia de vida. Porque el poeta, a pesar de todo, se aferra a la vida, pues no otra cosa deambula en sus doce largos poemas. Los reduccionismos no satisfacen cuando se tiene tanto que decir; hay mucho de sentido y no una visión fragmentada de la existencia, donde apenas dos o tres palabras, piensan algunos teóricos de banqueta en su práctica avara, son suficientes para sostener un mensaje vital.
<i>Cree que todos los hombres
venden su regazo
como los mismos sumisos
que encuentran espacios de suciedad
cada seis años.</i>
Y es que Samuel Cielo no practica la minucia diletante, sino que de minucia en minucia las va acumulando en la intención de centrarse en lo más diáfano de la humanidad: actuar creativamente en el devenir del mundo y no dejar pasar hasta los instantes más triviales, sino darles alas, palabras aladas que efectúen repliegues, giros, torbellinos de sentimientos, de pensamientos, de deseos, de emociones y demarquen la llamarada básica de los demás: Así se vive.
<i>Las luces son el disimulo del poder.
Son candil de la calle
porque en esta casa de treinta y dos
partes para ser exactos
desde hace mucho reina la oscuridad.</i>
Ojalá que todos los lectores amorosos de la lírica, a través de este poemario, retomen el goce de vivir el lánguido retorno a la lasitud de los tiempos que se pierden ante la premura de la maquinaria que no se da cuenta de la inutilidad de sus esfuerzos para sostenerse en el vacío.
''Unas piedras dicen que la Ecología
''es un daño para sobrevivir.''
Ni los más elevados poderes ni los más gigantescos haberes tienen la virtud de la eternidad: sólo la alta poesía nacida de la potencialidad de captación sensible del entorno que el poeta, ese privilegiado del alma universal, posee, dan la respuesta a la sed de lo perenne y Samuel Cielo emprende con su Dodecálogo la intensa aventura que hace sonar el ''timbre de la libertad
Deseo desde estas páginas que muchos lo escuchen, porque sólo la poesía, el resultado de la comunicación estética, nos hará libres.
</poem>
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<references />
[[Categoría:P2010]]
[[Categoría:Ensayos]]
[[Categoría:Obras literarias de Antonio Domínguez Hidalgo]]
[[Categoría:Lingüística]]
[[Categoría:Pedagogía]]
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