Diferencia entre revisiones de «Vida de San Millán»

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Línea 214:
He aquí en los tiempos últimos, en nuestra edad, otro Eliseo, cuyos huesos muertos dan vida a los miembros exánimes, sin más diferencia sino que aquéllos, huyendo temerosos, echaron el cadáver en el sepulcro de Elíseo, y éstos, trayendo el cadáver, lo pusieron en el sepulcro de Santo, llenos de confianza 2.(nota 2: Refiérese en el Libro de los Reyes, 13, 20-121, que murió Eliseo y sepultáronle. Aquel mismo año entraron por el país los guerrilleros de Moab. y unos hombres que iban a enterrar a un muerto, viendo a los guerrilleros echaron el cadáver en el sepulcro de Eiliseo, y al punto que tocó los huesos de Elíseo, el muerto resucitó y se puso en pie. -Nota del padre Minguella-). Y es de considerar en esto que uno y el mismo es el Dios del Antiguo y del Nuevo Testamento, Jesucristo Nuestro Señor, el solo Hacedor de maravillas, que en otro tiempo escondió la esperanza de la dulzura. para los que le temían, porque amedrentados y no afianzados aún en el amor, que echa fuera el temor, puesto que el temor lleva pena. en sí mismo, vivían bajo el temor de la ley; pero ahora, en la ley de gracia, hace maravillas perfectas en favor de los que esperan en él, porque están apoyados en su confianza. El poder divino que resucita los muertos siempre es el mismo; pero en los dos casos de que se trata se manifestó de distinta manera por la diferencia de tiempos y por los diferentes motivos que tuvieron los que llevaban uno y otro cadáver. Aquéllos, los que lo arrojaron al sepulcro de Eliseo, lo hicieron para enterrarlo; éstos, los que lo pusieron junto al sepulcro del Santo, con la esperanza de que fuese resucitado. Por aquí se ve cuánta es la gloria de que los santos gozan en el cielo, cuando el Omnipotente Señor obra en sus sepulcros cosas tan maravillosas.
Hemos cumplido lo que prometimos: resta finalizar nuestro trabajo expresando nuestra acción de gracias a Cristo, Rey de los cielos; pues con su ayuda e inspiración hemos comenzado y concluido este opúsculo. El nos ha concedido que contemplemos la vida de los varones santos, para consuelo de nuestras miserias presentes; Jesucristo, que vive con Dios Padre y el Espíritu Santo, uno por todos los siglos de los siglos.</div>
''Se acabó el libro de la vida de San Millán.'' </div>
 
[[Categoría:Obras literarias de San Braulio]]