Diferencia entre revisiones de «Juan Darién»

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Línea 124:
El domador hizo esto porque los perros reconocen siempre el olor del tigre; y en cuanto olfatearan a Juan Darién sin ropa, lo harían pedazos, pues podrían ver con sus ojos de perros cazadores las rayas de tigre ocultas bajo la piel de hombre.
 
Pero los perros no vieron otra cosa en Juan Darién que el muchacho bueno que quería hasta a los mismos animales dañinos. Y movían apacibles la cola al olerlo.
 
—¡Devóralo! ¡Es un tigre! ¡Toca! ¡Toca! —gritaban a los perros—Yperros. Y los perros ladraban y saltaban enloquecidos por la jaula, sin saber a qué atacar.
 
La prueba no había dado resultado.
Línea 136:
—¡Tigre! —gritó—. ¡Estás ante un hombre, y tú eres un tigre! ¡Allí estoy viendo, bajo tu piel robada de hombre, las rayas de tigre! ¡Muestra las rayas!
 
Y cruzó el cuerpo de Juan Darién de un feroz latigazo. La pobre criatura desnuda lanzó un alarido de dolor, mientras las gentes, enfurecidas, repetían.:
 
—¡Muestra las rayas de tigre!