Diferencia entre revisiones de «El Discreto/Realce XVIII»

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Línea 17:
»El sermón más grave y docto fue desazonado sin tu gracia; la alegación más autorizada fue infeliz sin su aseo; el libro más erudito fue asqueado sin tu ornato; y, al fin, la inventiva más rara, la elección más acertada, la erudición más profunda, la más dulce elocuencia, sin el realce de tu cultura fueron acusadas de una indigna vulgar barbaridad y condenadas al olvido.
 
»Al contrario, otras vemos que, si con rigor se examinan, no se les conoce eminencia, ni por lo ingenioso ni por lo profundo, y con todo eso son plausibles, en fe de lo aliñado. Lo mismo acontece a todas las demás prendas, por ser trascendental<ref>''trascendental:'' que tiene la capacidad de comunicarse a lo demás. «Que se comunica o extiende a otras cosas.» (''DRAE'').</ref> su perfección. Venció la fealdad a la belleza, muchas veces, socorrida del aliño, y malogrose otras tantas, por descuidada, la hermosura; fíase de sí la perfección, y siempre los confiados fueron los vencidos. Cuanto mayor la gala, si desaliñada, es más deslucida, porque la misma bizarría está pregonando el perdido aseo; contigo, al fin, lo poco parece mucho, y sin ti, lo mucho parecepareció nada.
 
»Tuviste por madre a la Buena Disposición, aquéllaaquella que da su lugar a cada cosa, aquéllaaquella que todo lo concierta. Consiste mucho el aseo en estar cada parte en su puesto, que fuera de su centro todo lo natural padece violencia y todo lo artificial, desconcierto. Una misma casa<ref>Es ''casa'' como concepto astrológico, es decir, cada uno de los doce segmentos en que está dividido el cielo.</ref> para una estrella es de exaltación, y para otra de detrimento, que, según es el lugar, es el brillar. La turbación causa confusión, y éstaesta, enfado. Lo que no está compuesto no es más que una rudísima indigesta balumba,<ref>''balumba:'' «Conjunto desordenado y excesivo de cosas.» (''DRAE'').</ref> asqueada de todo buen gusto; las cosas bien compuestas, a más de lo que alegran con el desembarazo, deleitan con su concierto.
 
»Frustrada quedaría lastimosamente la buena elección de las cosas si después las malograse un bárbaro desaseo, y es lástima que lo que merecieron por excelentes y selectas lo pierdan por una barbaria inculta. Cansose en balde la invención sublime de los conceptos, la sutileza en los discursos, la estudiosidad en la varia y selecta erudición, si después lo desazona todo un tosco desaliño.
 
»Hasta una santidad ha de ser aliñada, que edifica elal doble cuando se hermana con una religiosa urbanidad. Supo juntar superiormente entrambas cosas aquel gran patriarca, Arzobispoarzobispo de Valencia, don Juan de RiveraRibera.<ref>Juan de Ribera (1532-1611), patriarca de Antioquía, fundó en 1586 el lujoso Seminario y Colegio del Corpus Christi en Valencia, llamado también Colegio del Patriarca. Fue beatificado en 1796.</ref> ¡Qué aliñadamente que fue santo! Y aun eternizó su piedad y su cultura en un suntuosamente sacro colegio, vinculando en sus doctos y ejemplares sacerdotes y ministros la puntualidad en ritos, la riqueza en ornamentos, la armonía en voces, la devoción en culto y el aliño en todo.
 
»No gana la santidad por grosera, ni pierde tampoco por entendida, pues vemos hoy cortesana la santidad y santa la cortesía en otro patriarca, aunque no otro de aquélaquel, sino muy su imitador, el ilustrísimo señor don Alonso Pérez de Guzmán,<ref>Alonso Pérez de Guzmán, «el Bueno (1549-1»</ref> que no se oponen la virtud y la discreción; y con el mismo aplauso se celebran en aquel gran espejo de prelados, tan cultamente santo y erudito, el ilustrísimo señor don Juan de Palafox, Obispo de la Puebla de los Ángeles, y pudiera en singular por Su Ilustrísima, pues se llamó primero en profecía. De esta suerte se ve y se admira hoy tan culta la santidad y tan aliñada la perfección.
 
»No solamente ha de ser aseado el entendimiento, sino la voluntad también. Sean cultas las operaciones de estas dos superiores potencias, y si el saber ha de ser aliñado, ¿por qué el querer ha de ser a lo bárbaro y grosero?