Diferencia entre revisiones de «El Discreto/Realce X»

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Línea 17:
Estamos ya a los fines de los siglos. Allá en la Edad de Oro se inventaba; añadiose después, ya todo es repetir. Vense adelantadas todas las cosas de modo que ya no queda qué hacer, sino elegir. Vívese de elección, uno de los más importantes favores de la naturaleza, comunicado a pocos, porque la singularidad y la excelencia doblen el aprecio.
 
De aquí es que vemos cada día hombres de ingenio sutil, de juicio acre,<ref>''acre:'' «Dicho del genio o de las palabras: Áspero y desabrido.» ''(DRAE).''.</ref> estudiosos y noticiosos también, que, en llegando a la elección, se pierden. Escogen siempre lo peor, páganse de lo menos acertado, gustan de lo menos plausible, con nota de los juicios y desprecio de los demás. Todo les sale infelizmente, y no sólo no consiguen aplauso, pero ni aun agrado. Jamás hicieron cosa insigne, y todo ello por faltarles el grande don del saber elegir; de suerte que no bastan ni el estudio ni el ingenio donde falta la elección.
 
Es trascendental su importancia, porque no sea menos su extensión que su intención. Solicitan su voto todos los empleos, y los mayores con afectación; porque ella es el complemento de la perfección, origen del acierto, sello de la felicidad, y donde ella falta, aunque sobre el artificio, el trabajo y las cosas, todo se desluce y todo se malogra.