Diferencia entre revisiones de «Página:Sesiones de los Cuerpos Lejislativos de Chile - Tomo XXIV (1835-1839).djvu/396»

B1m-bot (Discusión | contribs.)
m Robot: Eliminando saltos innecesarios
Estado de la páginaEstado de la página
-
Corregido
+
Validado
Cuerpo de la página (para ser transcluido):Cuerpo de la página (para ser transcluido):
Línea 1: Línea 1:
Ventura Lavalle, nuestro Encargado de Negocios en Lima. Sería desperdiciar el tiempo detenerme a probar la justicia de esta demanda. La providencia de mandarle salir del territorio peruano hubiera sido bastante, aun dado el caso que este individuo se hubiese hecho culpable de alguna irregularidad en el desempeño de la misión pública que le estaba confiada; pero ni ántes ni despues de aquella tropelía se ha oido imputación alguna contra su conducta; a no ser que se mire como una ofensa la visita que hizo al ''Aquíles'' en la mañana que precedió a la aprehensión de los buques de guerra peruanos surtos en el Callao, o el conocimiento anticipado de un hecho que fué resuelto en Santiago sin su participación, i que no le era posible impedir. Su prisión fué
<section begin="Oficio por el cual el Gobierno comunica que se ha visto en la necesidad de declarar la guerra al Perú" continua=si/>Ventura Lavalle, nuestro Encargado de Negocios en Lima. Sería desperdiciar el tiempo detenerme a probar la justicia de esta demanda. La providencia de mandarle salir del territorio peruano hubiera sido bastante, aun dado el caso que este individuo se hubiese hecho culpable de alguna irregularidad en el desempeño de la misión pública que le estaba confiada; pero ni ántes ni despues de aquella tropelía se ha oido imputación alguna contra su conducta; a no ser que se mire como una ofensa la visita que hizo al ''Aquíles'' en la mañana que precedió a la aprehensión de los buques de guerra peruanos surtos en el Callao, o el conocimiento anticipado de un hecho que fué resuelto en Santiago sin su participación, i que no le era posible impedir. Su prisión fué
puramente en odio de Chile, i apesar de la magnitud de este agravio, que hería tan profundamente el honor nacional, en obsequio de la paz estábamos determinados a contentarnos con una satisfacción moderada en que se consultase la dignidad de ámbas partes.
puramente en odio de Chile, i apesar de la magnitud de este agravio, que hería tan profundamente el honor nacional, en obsequio de la paz estábamos determinados a contentarnos con una satisfacción moderada en que se consultase la dignidad de ámbas partes.


Línea 6: Línea 6:




Chile no se entromete a defender intereses ajenos; defiende su propia salud; defiende la causa de la asociación política de que es miembro; i aunque no es el mas influente de todos, ha tenido motivos peculiares de ofensa para anticiparse a los otros en el sostenimiento de sus propios derechos i de los derechos comunes. Esto me conduce a la tercera de las bases propuestas al Ministro Plenipotenciario peruano. Aun no estaba consumado el plan de la usurpación del Perú, i de la sujeción de Bolivia al nuevo Gobierno, cuando estallaron las asechanzas contra Chile, encubiertas ántes bajo alevosas protestas de amistad. No es menester recordar el modo con que se fraguó en Lima la espedicion que vino a invadir nuestras costas; su publicidad, los elementos de que se componía, que eran buques de guerra del Estado peruano, con armas peruanas, bajo el pabellón del Perú; la parte que tuvieron en ella los empleados del Gobierno peruano; i el decreto de embargo espedido el dia despues de su salida para estorbar que un buque enviado por el ájente chileno trajiese la noticia a Chile. Se ha querido atribuir a descuido la connivencia de los empleados; i se ha dicho que el objeto del embargo fué impedir que se reuniesen a la espedicion otros buques, como si para lograr este fin hubiera sido bastante una detención de pocas horas, levantada inmediatamente que se supo que el buque portador de la noticia estaba fuera del puerto. Yo quiero suponer que el Gobierno peruano no viese lo que todo el mundo veía; no supiese lo que era sabido de todos. Admitamos que no tuvo conocimiento del destino de la espedicion hasta el 8 de Julio, fecha del decreto de embargo, o si se quiere hasta el 9, fecha de la primera comunicación que don Trinidad Morán, jefe superior del departamento, dirijió a don Ventura Lavalle, para hacerle creer que su Gobierno no había tenido parte en aquel atentado. Aun no habían trascurrido cuarenta i ocho horas. Aun era tiempo de detener la espedicion, especialmente cuando nadie ignoraba que la ''Monteagudo'' iba a reunirse con el ''Orbegoso'' en las cercanías de Huacho. ¿Por qué no se enviaron los otros buques de guerra nacionales en demanda de la ''Monteagudo'' i el ''Orbegoso'' para hacerlos volver a los puertos peruanos? ¿Por qué se solicitó la asistencia de los buques de guerra estranjeros, cuyos comandantes la habrían, sin duda, prestado con la mejor voluntad para impedir la ejecución de una empresa desautorizada que comprometía la paz de dos pueblos amigos, i los intereses del comercio, i que si no era peruana, tenía todos los caracteres de piratería? ¿Cómo es que el Gobierno peruano se limita a lavarse de la nota de complicidad con oficios privados en que se trasluce la falta de sinceridad i hasta el sarcasmo, i con una información sumaria, a que no concurren ni los empleados culpables, ni aquéllos de los principales motores de la espedicion que existían en Lima i eran conocidos de todos? ¿Cómo no intima a los autores i parti
Chile no se entromete a defender intereses ajenos; defiende su propia salud; defiende la causa de la asociación política de que es miembro; i aunque no es el mas influente de todos, ha tenido motivos peculiares de ofensa para anticiparse a los otros en el sostenimiento de sus propios derechos i de los derechos comunes. Esto me conduce a la tercera de las bases propuestas al Ministro Plenipotenciario peruano. Aun no estaba consumado el plan de la usurpación del Perú, i de la sujeción de Bolivia al nuevo Gobierno, cuando estallaron las asechanzas contra Chile, encubiertas ántes bajo alevosas protestas de amistad. No es menester recordar el modo con que se fraguó en Lima la espedicion que vino a invadir nuestras costas; su publicidad, los elementos de que se componía, que eran buques de guerra del Estado peruano, con armas peruanas, bajo el pabellón del Perú; la parte que tuvieron en ella los empleados del Gobierno peruano; i el decreto de embargo espedido el dia despues de su salida para estorbar que un buque enviado por el ájente chileno trajiese la noticia a Chile. Se ha querido atribuir a descuido la connivencia de los empleados; i se ha dicho que el objeto del embargo fué impedir que se reuniesen a la espedicion otros buques, como si para lograr este fin hubiera sido bastante una detención de pocas horas, levantada inmediatamente que se supo que el buque portador de la noticia estaba fuera del puerto. Yo quiero suponer que el Gobierno peruano no viese lo que todo el mundo veía; no supiese lo que era sabido de todos. Admitamos que no tuvo conocimiento del destino de la espedicion hasta el 8 de Julio, fecha del decreto de embargo, o si se quiere hasta el 9, fecha de la primera comunicación que don Trinidad Morán, jefe superior del departamento, dirijió a don Ventura Lavalle, para hacerle creer que su Gobierno no había tenido parte en aquel atentado. Aun no habían trascurrido cuarenta i ocho horas. Aun era tiempo de detener la espedicion, especialmente cuando nadie ignoraba que la ''Monteagudo'' iba a reunirse con el ''Orbegoso'' en las cercanías de Huacho. ¿Por qué no se enviaron los otros buques de guerra nacionales en demanda de la ''Monteagudo'' i el ''Orbegoso'' para hacerlos volver a los puertos peruanos? ¿Por qué se solicitó la asistencia de los buques de guerra estranjeros, cuyos comandantes la habrían, sin duda, prestado con la mejor voluntad para impedir la ejecución de una empresa desautorizada que comprometía la paz de dos pueblos amigos, i los intereses del comercio, i que si no era peruana, tenía todos los caracteres de piratería? ¿Cómo es que el Gobierno peruano se limita a lavarse de la nota de complicidad con oficios privados en que se trasluce la falta de sinceridad i hasta el sarcasmo, i con una información sumaria, a que no concurren ni los empleados culpables, ni aquéllos de los principales motores de la espedicion que existían en Lima i eran conocidos de todos? ¿Cómo no intima a los autores i parti<section end="Oficio por el cual el Gobierno comunica que se ha visto en la necesidad de declarar la guerra al Perú" />