Diferencia entre revisiones de «De la desigualdad personal en la sociedad civil :2»
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Línea 11:
Entre los que están con recogimiento escandaliza el desahogo, y entre los que están con desahogo disuena el aire de reserva. Y los ademanes de amores están muy feos delante de cualquiera.
Cuán doloroso y mal visto es estar fuera de esta como armonía y, por ejemplo, echar un chiste de que no se
Así como gustamos de que nos acompañen, tenemos también el flujo por acompañar. Es natural correr a los ruidos, a las desgracias, a la enhorabuena, al pésame. Con el más pequeño motivo se acude a estas extrañezas. Y el gusto de acompañarlas, paga por la incomodidad.
Línea 17:
Por este flujo de no ser solos nos reportamos en aquellos movimientos o pasiones en que a los demás les tuerce el temple el acompañarnos, o no son de su genio o actual disposición.
Por la misma razón cubrimos las carnes. No por el frío o el calor, como se dice vulgarmente, sino para ocultarlas singularidades involuntarias en que incurriéramos a cada paso con desazón de los demás o con mucha irrisión nuestra. Porque las singularidades que no están identificadas con la persona no las perdonan ni aun los hijos a sus propios padres. La burla que de resultas de embriagarse dio Noé a sus hijos, es sumamente natural, y la desazón que da cualquiera obscenidad, dimana originalmente de que por naturaleza propendemos a recatar las singularidades que pueden recatarse.
Los trabajos mismos y las desgracias son objeto del alarde. En una cárcel o en un presidio, el más célebre es el que conoce más aquella casa o aquel grillete. Suelen juntarse en corro a contar sus trabajos. Al que cuenta poco lo interrumpen porque no cuenta cosa digna. Y aquel malhechor que más delitos tiene y en más calabozos estuvo suele ostentarse desentendidamente y en aire de ferocidad, cuando por las admiraciones y las señas comprende se está haciendo conversación a los forasteros de sus atrocidades y desastres, y de su infalible mérito para la horca. El crimen se mira allí dentro como un título para las incumbencias que producen alguna granjería. Y el cobrar el barato es la regalía del más forajido entre ellos.
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