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La lei no puede conceder mas que la libertad de hacer el bien. Cada uno puede publicar sus pensamientos por la prensa, sea porque son útiles a sí mismo sin dañar a los otros, sea porque son útiles a toda la sociedad. A mas de esto, cada uno puede elevar su voz contra el enemigo declarado i activo de la relijion, contra el que atente al órden político, contra el majistrado injusto, contra el calumniador i contra todo ciudadano perjudicial a la República. Mas, el desaforado que se ha hecho reo de estos delitos abusando de la libertad de imprenta, i ha puesto a las buenos i hábiles escritores en la necesidad de hacer servir la misma libertad, sea para rechazar los ataques dirijidos al culto í al órden social, sea para reparar el menoscabo que ha padecido por ella la fortuna o ei honor de los particulares, ¿será ménos delincuente que el profano que osase quebrar a los ojos del público los vasos destinados al sacrificio de la Hostia sagrada o el demagogo que convocase al populacho para excitarlo a un motin, o el que incendiase el campo ajeno, o el que ofendiese de algun modo la persona de un hombre tranquilo e inocente? Los delitos no mudan de naturaleza por mudar de medios de ejecución El arte de graduarlos i distinguirlos consiste solo en avaluar el daño causado por ellos i descubrir el grado de perversidad que les ha dado oríjen. La aplicacion de las penas debidas a los delitos de este jénero debe seguir la misma escala que la de los demás delitos, i de las demás penas que sirven para repararlos i castigarlos. Si fuese posible dar la muerte con un folleto como se da con una espada, hubiera un caso en que la pena capital no sería desproporcionada a un delito de imprenta.
La lei no puede conceder mas que la libertad de hacer el bien. Cada uno puede publicar sus pensamientos por la prensa, sea porque son útiles a sí mismo sin dañar a los otros, sea porque son útiles a toda la sociedad. A mas de esto, cada uno puede elevar su voz contra el enemigo declarado i activo de la relijion, contra el que atente al órden político, contra el majistrado injusto, contra el calumniador i contra todo ciudadano perjudicial a la República. Mas, el desaforado que se ha hecho reo de estos delitos abusando de la libertad de imprenta, i ha puesto a las buenos i hábiles escritores en la necesidad de hacer servir la misma libertad, sea para rechazar los ataques dirijidos al culto í al órden social, sea para reparar el menoscabo que ha padecido por ella la fortuna o ei honor de los particulares, ¿será ménos delincuente que el profano que osase quebrar a los ojos del público los vasos destinados al sacrificio de la Hostia sagrada o el demagogo que convocase al populacho para excitarlo a un motin, o el que incendiase el campo ajeno, o el que ofendiese de algun modo la persona de un hombre tranquilo e inocente? Los delitos no mudan de naturaleza por mudar de medios de ejecución El arte de graduarlos i distinguirlos consiste solo en avaluar el daño causado por ellos i descubrir el grado de perversidad que les ha dado oríjen. La aplicacion de las penas debidas a los delitos de este jénero debe seguir la misma escala que la de los demás delitos, i de las demás penas que sirven para repararlos i castigarlos. Si fuese posible dar la muerte con un folleto como se da con una espada, hubiera un caso en que la pena capital no sería desproporcionada a un delito de imprenta.


Para proceder con órden en la clasificacion de los abusos de la libertad de imprenta i en el exámen de los medios de repararlos, seguiremos la enumeracion que hace de ellos la lei. Las notas que según ellas los hacen dignos de pena, son ''la blasfemia,'' ''la inmoralidad,'' ''la sedicion'' ''i la injuria.'' Veamos, pues, cuál es el daño que puede resultar a la sociedad de cada uno de estos abu-
Para proceder con órden en la clasificacion de los abusos de la libertad de imprenta i en el exámen de los medios de repararlos, seguiremos la enumeracion que hace de ellos la lei. Las notas que según ellas los hacen dignos de pena, son ''la blasfemia,'' ''la inmoralidad,'' ''la sedicion'' ''i la injuria.'' Veamos, pues, cuál es el daño que puede resultar a la sociedad de cada uno de estos abu