Diferencia entre revisiones de «Página:Sesiones de los Cuerpos Lejislativos de Chile - Tomo XXVI (1839).djvu/395»

Jota.millan.bcn (Discusión | contribs.)
 
Estado de la páginaEstado de la página
-
No corregido
+
Corregido
Cabecera (noinclude):Cabecera (noinclude):
Línea 1: Línea 1:
{{RH||SESION DE 28 DE AGOSTO DE 1839|383}}__NOTOC__
Cuerpo de la página (para ser transcluido):Cuerpo de la página (para ser transcluido):
Línea 1: Línea 1:
recobrar su salud, sin que sean obligados a salir demasiado pronto a alimentarse mal i a entregarse al trabajo, no obstante su estenuacion, lo que de ordinario les acarrea de nuevo las mismas enfermedades de que han adolecido.
3«3

recobrar su salud, sin que sean ob
El de San Francisco de Borja nada deja que desear con respecto a su arreglo económico, debido a las medidas que se han dictado para mejorarlo en lo posible, a indicacion del tesorero jeneral de los establecimientos de beneficencia, que por muchos meses trabajó con la mayor
1
constancia para ponerse en disposicion de desempeñar con el acierto con que lo hizo, la comision que al efecto le dió el Gobierno; el que,
¡gados a salir
despues de oir el parecer de varios individuos intelijentes, aprobó en todas sus partes el proyecto de reglamento que le presentó aquel empleado i que hasta el día ha producido los mas plausibles resultados.
demasiado pronto a alimentarse mal i a entre-

garse al trabajo, no obstante su estenuacion, lo
Aunque el administrador de la única casa de expósitos que tenemos, se contrae con la mas empeñada solicitud a su cuidado; hallándose por
que de ordinario les acarrea de nuevo las mis-
lo tanto en el mejor órden en cuanto de él pende, es notorio que deben orijinarse no pequeños males de que los niños que se esponen, con excepcion de los que se reciben enfermos, sean entregados a las nodrizas para que los crien en sus casas, males que solo pueden precaverse
mas enfermedades de que han adolecido.
cuando haya un edificio bastante capaz para que en ningún caso salgan los expósitos del establecimiento hasta pasada la edad de la lactancia.
El de San Francisco de Borja nada deja que
Con este fin i con el de satisfacer algunos créditos, por cuyo pago se estrechaba al representante de dicha casa, se ha verificado, no ha muchos meses, la venta de dos hijuelas de la hacienda Choapa, que es la que proporciona esencialmente a aquélla las rentas que las sostienen, pero el producto de la mencionada enajenacion no ha sido bastante para ámbos objetos, i se trata en el dia de buscar medios conducentes al logro del segundo en toda su estension.
desear con respecto a su arreglo económico, de-

bido a las medidas que se han dictado para me-
El establecimiento que sirve de asilo en Santiago a los infelices inhabilitados para el trabajo por la edad o por ciettos achaques, contaba con tan escasa dotacion, que en distintas épocas estuvo a punto de cerrarse, i quizas se hubiera verificado su ruina, si los sujetos a cuya vijilancia está confiado no se hubiesen propuesto vencer cuantos inconvenientes parecía hacerla inevitable. Pero todos sus esfuerzos para excitar a favor de aquél la piedad de las particulares quedaban mui distantes de su laudable objeto, i cada día se aumentaban los temores de que se hiciese al cabo imposible la subsistencia del Hospicio. El Gobierno no podía mostrarse indiferente en este caso, i a fin de evitar la acelerada decadencia de un establecimiento tan necesario como el que mas, se conformó con la propuesta que le hizo el Cabildo de la capital para auxiliarlo con parte de los productos del ramo municipal de lotería. Los efectos de este arbitrio han sido hasta aquí los que se esperaban; i es de creer que, mediante él, mui pocos o ningún individuo tendrá verdadera necesidad de mendigar el pan en Santiago, de puerta en puerta.
jorarlo en lo posible, a indicación del tesorero

jeneral de los establecimientos de beneficencia,
Por disposicion de 31 de Julio de 1823, se ordenó que, a costa de los fondos de propios, se trabajase un ''panteon'' fuera de poblado en toda
que por muchos meses trabajó con la mayor
ciudad o villa, obra que debía estar perfectamente concluida para el 1.° de Noviembre del mismo año. Me parece que solo se tuvo en consideracion, al dictar esta medida, lo pernicioso de la práctica jeneral entónces de sepultar los cadáveres en los templos, pero que no se atendió bastante a que era imposible que se realizase con los medios que se señalaron. En efecto, ella no tuvo cumplimiento en el período prefijado en la misma, ni lo ha tenido hasta hoi cual corresponde, ni lo tendiá cumplidamente en muchos años. Las rentas municipales de casi todos los; departamentos, apénas han bastado para cercar, mas o ménos mal, un pedazo de terreno inmediato a las principales poblaciones de cada uno que sirve de cementerio, i en varios lugares distantes de éstas, aun subsiste la costumbre perjudicial de enterrar cadáveres en las malas capillas que tienen, porque no ha habido cómo formar en ellos ni "esos cercados, í la distancia en que se encuentran de los que existen, impide a sus habitantes hacer un triste viaje conduciendo los despojos de sus deudos. Estos males, que de pronto no pueden cortarse, se irán remediando a proporción que las indicadas rentas vayan recibiendo el fomento, cuya necesidad revela cuanto tiene relacion con ellas.
constancia para ponerse en disposición de des-
Entre los pocos cementerios que merecen excepcionarse de lo que acabo de decir, ocupa el primer lugar el panteon de la capital que, gra
empeñar con el acierto con que lo hizo, la comi-
cías al anhelo ejemplar con que trabaja incesantemente en su mejora su digno director i a las entradas con que cuenta, se halla ya en excelente pié.
sion que al efecto le dió el Gobierno; el que,

despues de oir el parecer de varios individuos in-
''Sanidad.'' —Hace poco tiempo que la viruela empezó a hacer e-tragos horribles en distintas partes de la República, pero las medidas que
telijentes, aprobó en todas sus partes el proyecto
inmediatamente tomó el Gobierno para que se pusieran en ejercicio cuantos medios se conocen a propósito para evitar los progresos de esa plaga, segundadas con el mayor celo por la Junta Central de Vacuna, produjeron todo el efecto que se deseaba. Es gran fortuna que en Chile no
de reglamento que le presentó aquel empleado i
se dejen ver aquellas epidemias de carácter maligno que con frecuencia hacen reinar la consternacion en otros paises, lo que entre nosotros
que hasta el día ha producido los mas plausibles
sería doblemente deplorable que, en muchos de éstos, por la escasez de los auxilios con que con tamos para hacer frente a tales calamidades, que no es imposible que aparezcan donde la imperfeccion de la policía de salubridad, el desaseo i miseria en que vive la clase inferior i otras varias causas las provocan. Esto obliga a prevenirse prudentemente con oportunidad para un caso fatal que puede llegar, lo que es tanto mas justo cuanto que todo lo que se haga con semejante
resultados.
Aunque el administrador de la única casa de
expósitos que tenemos, se contrae con la mas
empeñada solicitud a su cuidado; hallándose por
lo tanto en el mejor órden en cuanto de él pen-
de, es notorio que deben orijinarse no pequeños
males de que los niños que se esponen, con ex-
cepción de los que se reciben enfermos, sean
entregados a las nodrizas para que los crien en
sus casas, males que solo pueden precaverse
cuando haya un edificio bastante capaz para que
en ningún caso salgan los expósitos del estable-
cimiento hasta pasada la edad de la lactancia.
Con este fin i con el de satisfacer algunos crédi-
tos, por cuyo pago se estrechaba al representante
de dicha casa, se ha verificado, no ha muchos
meses, la venta de dos hijuelas de la hacienda
Choapa, que es la que proporciona esencialmen-
te a aquélla las rentas que las sostienen, pero el
producto de la mencionada enajenación no ha
sido bastante para ámbos objetos, i se trata en
el dia de buscar medios conducentes al logro del
segundo en toda su estension.
El establecimiento que sirve de asilo en San-
tiago a los infelices inhabilitados para el trabajo
por la edad o por ciettos achaques, contaba con
tan escasa dotacion, que en distintas épocas es-
tuvo a punto de cerrarse, i quizas se hubiera ve-
rificado su ruina, si los sujetos a cuya vijilancia
está confiado no se hubiesen propuesto vencer
cuantos inconvenientes parecía hacerla inevita-
ble. Pero todos sus esfuerzos para excitar a fa-
vor de aquél la piedad de lgs particulares que-
daban mui distantes de su laudable objeto, i cada
día se aumentaban los temores de que se hiciese
al cabo imposible la subsistencia del Hospicio.
El Gobierno no podía mostrarse indiferente en
este caso, i a fin de evitar la acelerada decaden-
cia de un establecimiento tan necesario como el
que mas, se conformó con la propuesta que le
hizo el Cabildo de la capital para auxiliarlo con
parte de los productos del ramo municipal de
lotería. Los efectos de este arbitrio han sido has-
ta aquí los que se esperaban; i es de creer que,
mediante él, mui pocos o ningún individuo ten-
drá verdadera necesidad de mendigar el pan en
Santiago, de puerta en puerta.
Por disposición de 31 de Julio de 1823, se or
denó que, a costa de los fondos de propios, se
trabajase un panteón fuera de poblado en toda
ciudad o villa, obra que debía estar perfecta-
mente concluida para el i.° de Noviembre del
mismo año. Me parece que solo se tuvo en con-
sideración, al dictar esta medida, lo pernicioso de
la práctica jeneral entónces de sepultar los ca-
dáveies en los templos, pero que no se atendió
bastante a que era imposible que se realizase
con los medios que se señalaron. En efecto, ella
no tuvo cumplimiento en el período prefijado en
la misma, ni lo ha tenido hasta hoi cual corres-
ponde, ni lo tendiá cumplidamente en muchos
años. Las rentas municipales de casi todos los
; departamentos, apénas han bastado para cercar,
mas o ménos mal, un pedazo de terreno inme-
diato a las principales poblaciones de cada uno
que sirve de cementerio, i en varios lugares dis-
tantes de éstas, aun subsiste la costumbre per-
judicial de enterrar cadáveres en las malas capi-
llas que tienen, porque no ha habido cómo
formar en ellos ni "esos cercados, í la distancia
en que se encuentran de los que existen, im-
pide a sus habitantes hacer un triste viaje con-
duciendo los despojos de sus deudos. Estos
males, que de pronto no pueden cortarse, se irán
remediando a proporción que las indicadas ren
tas vayan recibiendo el fomento, cuya necesidad
revela cuanto tiene relación con ellas.
Entre los pocos cementerios que merecen ex-
cepcionarse de lo que acabo de decir, ocupa el
primer lugar el panteón de la capital que, gra
cías al anhelo ejemplar con que trabaja incesan-
temente en su mejora su digno director i a las
entradas con que cuenta, se halla ya en excelen-
te pié.
Sanidad. —Hace poco tiempo que la viruela
empezó a hacer e-tragos horribles en distintas
partes de la República, pero las medidas que
inmediatamente tomó el Gobierno para que se
pusieran en ejercicio cuantos medios se conocen
a propósito para evitar los progresos de esa pla-
ga, segundadas con el mayor celo por la Junta
Central de Vacuna, produjeron todo el efecto
que se deseaba. Es gran fortuna que en Chile no
se dejen ver aquellas epidemias de carácter ma
ligno que con frecuencia hacen reinar la cons-
ternación en otros paises, lo que entre nosotros
sería doblemente deplorable que, en muchos de
éstos, por la escasez de los auxilios con que con
tamos para hacer frente a tales calamidades, que
no es imposible que aparezcan donde la imper
feccion de la policía de salubridad, el desaseo i
miseria en que vive la clase inferior i otras va-
rias causas las provocan. Esto obliga a prevenir-
se prudentemente con oportunidad para un caso
fatal que puede llegar, lo que es tanto mas justo
cuanto que todo lo que se haga con semejante