Diferencia entre revisiones de «Coplas por la muerte de su padre»

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Pongo el texto en formato verso
Línea 16:
fue mejor.<br>
 
Y pues vemos lo presente<br>
cómo en un punto s'es ido<br>
y acabado,<br>
si juzgamos sabiamente,<br>
daremos lo no venido<br>
por passado.<br>
No se engañe nadie, no,<br>
pensando que ha de durar<br>
lo que espera,<br>
más que duró lo que vio,<br>
porque todo ha de passar<br>
por tal manera.<br>
 
Nuestras vidas son los ríos<br>
que van a dar en la mar<br>
que es el morir;<br>
allí van los señoríos<br>
derechos a se acabar<br>
y consumir;<br>
allí los ríos caudales,<br>
allí los otros, medianos<br>
y más chicos,<br>
allegados son iguales<br>
los que viven por sus manos<br>
y los ricos.<br>
 
Dexo las invocaciones<br>
de los famosos poetas<br>
y oradores;<br>
no curo de sus ficciones, <br>
que traen yerbas secretas<br>
sus sabores.<br>
A Aquél solo me encomiendo,<br>
Aquél solo invoco yo,<br>
de verdad,<br>
que en este mundo viviendo<br>
el mundo no conosció<br>
su deidad.<br>
 
Este mundo es el camino<br>
para el otro, que es morada<br>
sin pesar;<br>
mas cumple tener buen tino<br>
para andar esta jornada<br>
sin errar.<br>
Partimos cuando nascemos,<br>
andamos mientra vivimos,<br>
y llegamos<br>
al tiempo que fenescemos;<br>
assí que, cuando morimos,<br>
descansamos.<br>
 
Este mundo bueno fue<br>
si bien usáremos dél<br>
como debemos,<br>
porque, según nuestra fe,<br>
es para ganar aquél<br>
que atendemos.<br>
Y aun el hijo de Dios,<br>
para sobirnos al cielo,<br>
descendió<br>
a nascer acá entre nos<br>
y vivir en este suelo<br>
do murió.<br>
 
Ved de cuán poco valor<br>
son las cosas tras que andamos<br>
y corremos,<br>
que, en este mundo traidor,<br>
aun primero que muramos,<br>
las perdemos:<br>
dellas deshaze la edad,<br>
dellas casos desastrados<br>
que acaescen,<br>
dellas, por su calidad,<br>
en los más altos estados<br>
desfallescen.<br>
 
Dezidme, la hermosura,<br>
la gentil frescura y tez<br>
de la cara,<br>
la color y la blancura<br>
cuando viene la vejez,<br>
¿cuál se para?<br>
Las mañas y ligereza<br>
y la fuerça corporal<br>
de juventud,<br>
todo se torna graveza<br>
cuando llega al arrabal<br>
de senectud.<br>
 
Pues la sangre de los godos,<br>
el linaje y la nobleza<br>
tan crescida,<br>
¡por cuántas vías y modos<br>
se sume su gran alteza<br>
en esta vida!:<br>
Unos, por poco valer,<br>
por cuan baxos y abatidos<br>
que los tienen;<br>
otros que, por no tener,<br>
con oficios no debidos<br>
se mantienen.<br>
 
Los estados y riqueza<br>
que nos dexan a deshora<br>
¿quién lo duda?<br>
No les pidamos firmeza,<br>
pues que son de una señora<br>
que se muda;<br>
que bienes son de Fortuna<br>
que revuelve con su rueda<br>
presurosa,<br>
la cual no puede ser una,<br>
ni estar estable ni queda<br>
en una cosa.<br>
 
Pero digo que acompañen<br>
y lleguen hasta la huesa<br>
con su dueño:<br>
por esso no nos engañen,<br>
pues se va la vida apriessa<br>
como sueño.<br>
Y los deleites de acá<br>
son, en que nos deleitamos,<br>
temporales,<br>
y los tormentos de allá,<br>
que por ellos esperamos,<br>
eternales.<br>
 
Los plazeres y dulçores<br>
desta vida trabajada<br>
que tenemos,<br>
¿qué son sino corredores<br>
y la muerte, la celada<br>
en que caemos?<br>
No mirando a nuestro daño,<br>
corremos a rienda suelta<br>
sin parar;<br>
desque vemos el engaño<br>
y queremos dar la vuelta,<br>
no hay lugar.<br>
 
Si fuesse en nuestro poder<br>
tornar la cara fermosa<br>
corporal,<br>
como podemos hazer<br>
el ánima gloriosa<br>
angelical,<br>
¡qué diligencia tan viva<br>
toviéramos toda hora,<br>
y tan presta,<br>
en componer la cativa,<br>
dexándonos la señora<br>
descompuesta!<br>
 
Essos reyes poderosos<br>
que vemos por escrituras<br>
ya passadas,<br>
con casos tristes, llorosos,<br>
fueron sus buenas venturas<br>
trastornadas.<br>
Assí que no hay cosa fuerte,<br>
que a papas y emperadores<br>
y perlados,<br>
assí los trata la muerte<br>
como a los pobres pastores<br>
de ganados.<br>
 
Dexemos a los troyanos,<br>
que sus males no los vimos<br>
ni sus glorias;<br>
dexemos a los romanos,<br>
aunque oímos y leimos<br>
sus historias.<br>
No curemos de saber<br>
lo de aquel siglo passado<br>
qué fue d'ello;<br>
vengamos a lo de ayer,<br>
que también es olvidado<br>
como aquello.<br>
 
¿Qué se hizo el rey don Juan?<br>
¿Los Infantes de Aragón,<br>
qué se hizieron?<br>
¿Qué fue de tanto galán?<br>
¿Qué fue de tanta invención<br>
como truxieron?<br>
Las justas y los torneos,<br>
paramentos, bordaduras<br>
y cimeras,<br>
¿fueron sino devaneos?,<br>
¿que fueron sino verduras<br>
de las eras?<br>
 
¿Qué se hizieron las damas,<br>
sus tocados, sus vestidos,<br>
sus olores?<br>
¿Qué se hizieron las llamas<br>
de los fuegos encendidos<br>
de amadores?<br>
¿Qué se hizo aquel trovar,<br>
las músicas acordadas<br>
que tañían?<br>
¿Qué se hizo aquel dançar,<br>
aquellas ropas chapadas<br>
que traían?<br>
 
Pues el otro, su heredero,<br>
don Enrique, !qué poderes<br>
alcançaba!,<br>
¡cuán blando, cuán halaguero<br>
el mundo con sus plazeres<br>
se le daba!<br>
Mas veréis, ¡cuán enemigo,<br>
cuán contrario, cuán cruel<br>
se le mostró!;<br>
habiéndole sido amigo,<br>
¡cuán poco duró con él<br>
lo que le dio!<br>
 
Las dádivas desmedidas,<br>
los edificios reales<br>
llenos de oro,<br>
las vaxillas tan febridas,<br>
los enriques y reales<br>
del tesoro,<br>
los jaezes y caballos<br>
de su gente, y atavíos<br>
tan sobrados,<br>
¿dónde iremos a buscallos?;<br>
¿qué fueron, sino rocíos<br>
de los prados?<br>
 
Pues su hermano, el inocente<br>
que, en su vida, sucessor<br>
se llamó,<br>
¡qué corte tan excelente<br>
tuvo y cuánto gran señor<br>
que le siguió!<br>
Mas, como fuesse mortal,<br>
metióle la muerte luego<br>
en su fragua.<br>
¡Oh, juïzio divinal!,<br>
cuando más ardía el fuego<br>
echaste agua.<br>
 
Pues aquel gran Condestable,<br>
maestre que conoscimos<br>
tan privado,<br>
no cumple que dél se hable,<br>
sino solo que lo vimos<br>
degollado.<br>
Sus infinitos tesoros,<br>
sus villas y sus lugares,<br>
su mandar,<br>
¿qué le fueron sino lloros?,<br>
¿fuéronle sino pesares<br>
al dexar?<br>
 
Pues los otros dos hermanos,<br>
maestres tan prosperados<br>
como reyes,<br>
que a los grandes y medianos<br>
truxeron tan sojuzgados<br>
a sus leyes;<br>
aquella prosperidad<br>
que tan alto fue subida<br>
y ensalzada,<br>
¿qué fue sino claridad<br>
que, estando más encendida,<br>
fue amatada?<br>
 
Tantos duques excelentes,<br>
tantos marqueses y condes,<br>
y barones<br>
como vimos tan potentes,<br>
di, Muerte, ¿dó los escondes<br>
y traspones?<br>
Y las sus claras hazañas<br>
que hizieron en las guerras<br>
y en las pazes,<br>
cuando tú, cruda, te ensañas,<br>
con tu fuerça las atierras<br>
y deshazes.<br>
 
Las huestes innumerables,<br>
los pendones y estandartes<br>
y banderas,<br>
los castillos impugnables,<br>
los muros y baluartes<br>
y barreras,<br>
la cava honda, chapada,<br>
o cualquier otro reparo<br>
¿qué aprovecha?<br>
Que si tú vienes airada,<br>
todo lo passas de claro<br>
con tu flecha.<br>
 
Aquel, de buenos abrigo,<br>
amado por virtuoso<br>
de la gente,<br>
el maestre don Rodrigo<br>
Manrique, tan famoso<br>
y tan valiente;<br>
sus grandes hechos y claros<br>
no cumple que los alabe,<br>
pues los vieron,<br>
ni los quiero hazer caros,<br>
pues el mundo todo sabe<br>
cuales fueron.<br>
 
¡Qué amigo de sus amigos!<br>
¡Qué señor para criados<br>
y parientes!<br>
¡Qué enemigo de enemigos!<br>
¡Qué maestro de esforçados<br>
y valientes!<br>
¡Qué seso para discretos!<br>
¡Qué gracia para donosos!<br>
¡Qué razón!<br>
¡Qué benigno a los sujetos,<br>
y a los bravos y dañosos,<br>
un león!<br>
 
En ventura, Octavïano;<br>
Julio César, en vencer<br>
y batallar;<br>
en la virtud, Africano;<br>
Aníbal, en el saber<br>
y trabajar;<br>
en la bondad, un Trajano;<br>
Tito, en liberalidad<br>
con alegría;<br>
en su braço, Aurelïano;<br>
Marco Atilio, en la verdad<br>
que prometía.<br>
 
Antonio Pío, en clemencia;<br>
Marco Aurelio, en igualdad<br>
del semblante;<br>
Adrïano, en elocuencia;<br>
Teodosio, en humanidad<br>
y buen talante;<br>
Aurelio Alexandre fue<br>
en disciplina y rigor<br>
de la guerra;<br>
un Costantino, en la fe;<br>
Camilo, en el gran amor<br>
de su tierra.<br>
 
No dexó grandes tesoros,<br>
ni alcançó grandes riquezas<br>
ni vaxillas,<br>
mas hizo guerra a los moros<br>
ganando sus fortalezas<br>
y sus villas.<br>
Y en las lides que venció,<br>
muchos moros y caballos<br>
se perdieron,<br>
y en este oficio ganó<br>
las rentas y los vasallos<br>
que le dieron.<br>
 
Pues por su honra y estado,<br>
en otros tiempos passados,<br>
¿cómo se hubo?:<br>
Quedando desamparado,<br>
con hermanos y criados<br>
se sostuvo.<br>
Después que hechos famosos<br>
hizo en esta dicha guerra<br>
que hazía,<br>
hizo tratos tan honrosos<br>
que le dieron aun más tierra<br>
que tenía.<br>
 
Estas sus viejas estorias<br>
que con su braço pintó<br>
en la joventud,<br>
con otras nuevas victorias<br>
agora las renovó<br>
en la senectud.<br>
Por su gran habilidad,<br>
por méritos y ancianía<br>
bien gastada,<br>
alcançó la dignidad<br>
de la gran caballería<br>
de la Espada.<br>
 
Y sus villas y sus tierras,<br>
ocupadas de tiranos<br>
las halló,<br>
mas por cercos y por guerras,<br>
y por fuerça de sus manos<br>
las cobró.<br>
Pues nuestro Rey natural,<br>
si de las obras que obró<br>
fue servido,<br>
dígalo el de Portugal,<br>
y en Castilla quien siguió<br>
su partido.<br>
 
Después de puesta la vida<br>
tantas vezes por su ley<br>
al tablero,<br>
después de tan bien servida<br>
la corona de su Rey<br>
verdadero,<br>
después de tanta hazaña<br>
a que no puede bastar <br>
cuenta cierta,<br>
en la su villa de Ocaña<br>
vino la Muerte a llamar<br>
a su puerta.<br>
 
Diziendo: "Buen caballero,<br>
dexad el mundo engañoso<br>
y su halago,<br>
vuestro coraçón de azero
muestre su esfuerço famoso<br>
en este trago;<br>
y pues de vida y salud<br>
hezistes tan poca cuenta<br>
por la fama,<br>
esforçad vuestra virtud<br>
para sofrir esta afruenta<br>
que os llama.<br>
 
"No se os haga tan amarga<br>
la batalla temerosa<br>
que esperáis,<br>
pues otra vida más larga<br>
de fama tan glorïosa<br>
acá dexáis.<br>
Aunque esta vida de honor<br>
tampoco no es eternal<br>
ni verdadera,<br>
mas con todo es muy mejor<br>
que la otra temporal,<br>
perescedera.<br>
 
"EI vivir que es perdurable<br>
no se gana con estados<br>
mundanales,<br>
ni con vida deleitable<br>
en que moran los pecados<br>
infernales.<br>
Mas los buenos religiosos<br>
gánanlo con oraciones<br>
y con lloros;<br>
los caballeros famosos,<br>
con trabajos y aflicciones<br>
contra moros.<br>
 
"Y pues vos, claro varón,<br>
tanta sangre derramastes<br>
de paganos,<br>
esperad el galardón<br>
que en este mundo ganastes<br>
por las manos;<br>
y con esta confiança,<br>
y con la fe tan entera<br>
que tenéis,<br>
partid con buena esperança,<br>
que esta otra vida tercera<br>
ganaréis".<br>
 
Responde el Maestre<br>
 
"No gastemos tiempo ya<br>
en esta vida mezquina<br>
por tal modo,<br>
que mi voluntad está<br>
conforme con la divina<br>
para todo;<br>
y consiento en mi morir<br>
con voluntad plazentera,<br>
clara y pura,<br>
que querer hombre vivir,<br>
cuando Dios quiere que muera,<br>
es locura."<br>
 
Oración<br>
 
"Tu, que por nuestra maldad<br>
tomaste forma servil<br>
y baxo nombre;<br>
Tú, que a tu divinidad<br>
juntaste cosa tan vil<br>
como el hombre;<br>
Tú, que tan grandes tormentos<br>
sufriste sin resistencia<br>
en tu persona;<br>
no por mis merescimientos,<br>
mas por tu sola clemencia,<br>
me perdona."<br>
 
Cabo
 
Así, con tal entender,<br>
todos sentidos humanos<br>
conservados,<br>
cercado de su mujer,<br>
y de hijos, y hermanos,<br>
y criados,<br>
dio el alma a quien gela dio,<br>
ei cual la ponga en el cielo<br>
en su gloria.<br>
Y aunque la vida murió,<br>
nos dexó harto consuelo<br>
su memoria.<br>