Diferencia entre revisiones de «Nuestra Señora de París/1»

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Línea 56:
Por sus gestos, sus risas estentóreas, por las llamadas burlonas que se hacían de una a otra parte de la sala, se deducía con facilidad que para aquellos estudiantes no contaba el cansancio que invadía al resto de los asistentes y que disfrutaban con el espectáculo que se producía ante sus ojos esperando que aquello continuara.
 
<nowiki>‑¡Por mi alma que vos sois Joanner Frollo de Molendino! ‑exclamó uno de ellos dirigiéndose a una especie de diablejo ru­bio, de buen ver y cara de picaro, que se apoyaba en las hojas de acanto de uno de los capiteles‑. Vos sois el que llaman Juan del Molino, por vuestros dos brazos y vuestras dos piernas que se ase­mejan a las aspas movidas por el viento. ¿Desde cuándo estáis ahí?
 
‑Por todos los diablos ‑respondió Joanner Frollo‑, más de cuatro horas llevo ya y espero me sean descontadas de mi tiempo en el purgatorio. Me he oído a los cuatro sochantres del rey de Sicilia entonar el versículo primero de la misa mayor de las siete en la Santa Capilla.
Línea 66:
‑Calma, señores ‑replicó un grave personaje, rechoncho que se tapaba la nariz junto a la vendedora de pescado‑, había que fundar una misa, ¿no?, ¿o queréis que el rey vuelva a enfermar?
 
‑Así se habla, sire Gille Lecornu, maestro peletero y vestidor del Rey ‑exclamó el estudiante desde el capitel</nowiki>