Diferencia entre revisiones de «La guerra civil»

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= La guerra civil =
 
== I ==
''Texto en cursiva''== I ==:::<div class=Parrafo><div style='text-align:right'>Insertar párrafo</div></div>
Tenía yo de ocho a diez años y casi casi deseaba que hubiese siquiera un poquito de guerra, porque siempre estaba oyendo hablar de ella, y envidiaba a los que la habían conocido.
monda mmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaammmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa hhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuueeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeevvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvoooooooooooooooooooooooooooooooooooooo ssssssssssssssssssssuuuuuuuuuuuuuuuuucccccccccccccccccccccccccccccccccccccccccccccccccccccccccccciiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiioooooooooooooooooooooooooooooooooonnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
 
== [[Media:Texto de titular]] ==
-¿Qué es guerra?- había preguntado a mi madre.
mmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiieeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeemmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmbbbbbbbbbbbbbbbbbbbbbbbbbbbbbbbbbrrrrrrrrrrrroooooooooooooooooooo<nowiki><div class=Parrafo>Inserte aquí texto sin formato</div></nowiki>o
 
Y ésta me había contestado:
 
-Hijo, Dios nos libre de ella; porque la guerra es matarse los hombres unos a otros.
 
-Pues mi hermano y yo no nos matamos ni matamos a nadie, y siempre está usted diciendo que somos muy guerreros y que damos mucha guerra.
 
Mi madre se echó a reír al oír esta observación mía, y lejos de rechazarla, pareció confirmarla dándome un beso apretado y chillado, que es cosa rica.
 
Este proceder de mi madre, que al parecer no podía influir en mi criterio, influyó no poco, pues me hizo dudar más y más de que la guerra fuese matarse los hombres unos a otros y los guerreros fuesen una especie de fieras.
 
Los chicos de la aldea me acusaban de collón, viendo, por ejemplo, que cuando se mataba el cerdo en casa, en vez de hacer lo que en tal caso hacían ellos, que era ayudar a sujetar las patas del pobre animal sobre el banco en que se le tendía para meterle el cuchillo, o encargarse de la faena de revolver con un palo la sangre que iba cayendo en la caldera, yo me escapaba de casa al castañar inmediato y allí me estaba llorando y tapándome los oídos para no oír los dolorosos gruñidos del cerdo, y no volvía hasta que éste había dejado de padecer, fausta nueva que me daba el humo del helecho o de la paja con que se le chamuscaba en la portalada.
 
Pues a pesar de esto, y a pesar de lo que me decía mi madre cuando le preguntaba qué era la guerra, la curiosidad infantil podía en mí tanto, que sentía no conocer la guerra más que de oídas. Esto que a primera vista parece inexplicable siendo yo tan collón como decían los otros chicos de la aldea, tenía una explicación muy sencilla: para mi madre podía ser la guerra matarse los hombres unos a otros, pero para mí era ir por la aldea muchos soldados con fusiles y sables muy relucientes y uniformes muy hermosos, y embobarme viendo sus formaciones y ejercicios y oyendo sus tambores y cornetas. ¡Ahí era nada todo esto para los chicos de una aldea por donde casi nunca parecía un soldado, y cuando por casualidad pasaba alguno le íbamos siguiendo hasta más allá de las últimas casas, y no nos cansábamos de hablar de él en muchas semanas!
 
 
== II ==