Diferencia entre revisiones de «La bruja (Ramos Carrión)»
Contenido eliminado Contenido añadido
→Primer Acto: edicion |
→Cuadro Primero: edicion |
||
Línea 3590:
¡Cáspita! ¡Pues al momento le digo yo a
nadie ni una palabra!
Rosalía
¿Ni a mi madre tampoco?
La Bruja
Si es capaz de guardar el secreto...
Tomillo
Cuando sepa que en hablando desaparecen
las monedas, ya está más callada que mi
abuelo, que se murió hace treinta años.
La Bruja
En ese caso, os autorizo para que se lo
digáis, pero a ella sola.
Tomillo
Pues ahora mismo; las cosas, en caliente.
Rosalía
¡Si está durmiendo!
Tomillo
¡En cuanto oiga sonar esta bolsa, abrirá
cada ojo... así! Vamos, Rosalía. ¡Ah,
señora!... ¡Señora!...
(Haciendo cortesías.)
La Bruja
Basta, basta; id adentro.
Tomillo
(¡Rosalía!)
Rosalía
(¡Tomillo!)
Tomillo
(¿Me quieres mucho?)
Rosalía
(¡Más que nunca!)
Tomillo
(¡Bendita sea tu boca!)
Rosalía
(¡Anda, tonto!)
(Vanse.)
''Escena VII''
LEONARDO y LA BRUJA.
Leonardo
¡Oh, qué buena sois, qué buena!
La Bruja
Así mi alma se alboroza;
desgraciado el que no goza
al mirar la dicha ajena.
Y hecha su felicidad,
la tuya me resta hacer
¡hora es de satisfacer
tu justa curiosidad!
Para que lo oigas atento
y guardes en la memoria,
te voy a contar mi historia,
que va a parecerte un cuento.
(Se sientan en dos taburetes junto al hogar.)
Yo era una joven hermosa,
muy hermosa... y puedo hacer
mi elogio sin parecer
a tus ojos presuntuosa;
porque tal como yo era
de joven, audaz y osado,
me viste, mal de mi grado,
una noche en la ribera.
Leonardo
¡Erais vos!
La Bruja
Yo misma, sí.
Leonardo
¡Ah!
(Yendo a cogerla la mano.)
La Bruja
Respétame o me voy;
no me viste como soy,
que me viste como fui.
(Pausa.)
Allá en la corte vivía entre
el fasto y la grandeza,
y otra corte mi belleza
de adoradores tenía.
Disputábanse mi amor,
sin conseguir sus afanes,
entre otros, cuatro galanes
muy dignos de mi favor.
Mas yo a ninguno quería;
loca en sueños adoraba
a un hombre que no encontraba…
porque entre ellos no existía.
¡Un hombre que fuera así,
como tú, a quien luego hallé,
todo bondad, todo fe,
y todo amor para mí!
Con vil saña vengadora,
los amantes desdeñados
fueron a ver, despechados,
a una bruja encantadora.
Ella convencerse deja,
pone en mi contra su hechizo,
y les vende un bebedizo
para transformarme en vieja.
Leonardo
¡Qué horror!
La Bruja
Así, desgraciada,
empezó mi desventura.
¡Adiós, preciada hermosura,
adiós, juventud preciada!
Se arrugó mi tersa tez,
perdí belleza y salud,
y fui de la juventud
a la caduca vejez.
Para privarme de amores
aquella vieja zahorí,
la edad echó sobre mí,
de mis cuatro adoradores.
Leonardo
¡De los cuatro! ¿Y sostenéis
de tantos años el peso?
La Bruja
Por fuerza.
Leonardo
Mas según eso,
decidme ¿qué edad tenéis?
La Bruja
Contando como se debe
los propios y los extraños,
tengo ciento dieciocho años…
(LEONARDO se separa asustado.)
Voy para los diecinueve.
(Riendo.)
No lo debes extrañar,
que estoy bien envejecida.
Leonardo
No escuché en mi vida historia más
singular.
La Bruja
Por lo nueva y por lo varia
(Levantándose y avanzando hacia el
proscenio.)
comprendo que ha de asombrarte:
oye la segunda parte,
que es la más extraordinaria.
En la ruin transformación
que por mi mal he sufrido,
quedó el cuerpo envejecido,
mas joven el corazón.
Anheloso, palpitante,
con el amor se extasía:
éste es joven todavía…
Leonardo
(Con eso tengo bastante.)
La Bruja
Cuando tan vieja me vi,
desesperada lloré,
mas mi encanto averigüé,
y a deshacerlo corrí.
Vi a la maldita hechicera,
que tan infeliz me hizo,
y le pedí un contrahechizo,
pagando cuanto quisiera.
Pero… ¡ay!, la desgracia mía
era irreparable ya.
«Lo hecho, me dijo, hecho está,
no vale mi brujería».
Leonardo
¡Oh!
La Bruja
«Por mucho que me ofrezcas,
no encontrarás el remedio».
Y añadió: «Sólo hay un medio
para que rejuvenezcas».
Leonardo
¡Un remedio! ¿Es posible?
La Bruja
Sí.
Leonardo
(Con ansiedad.)
¿Y cuál es?, dime.
La Bruja
¡Qué tonto!
No te entusiasmes tan pronto.
La bruja me dijo así:
«Para volver a tu estado
de diez y seis primaveras,
preciso es que consiguieras
un imposible soñado.
Un galán a quien adores,
y que, aún mirándote así,
haga atrevido por ti
los sacrificios mayores;
que se lance con ardor
a una conquista que asombre,
que adquiera fortuna y nombre,
solo por lograr tu amor.
Y con su mano te dé,
ya alcanzada la victoria,
¡nombre, amor, fortuna y gloria!»
Leonardo
¡Basta, yo ese hombre seré!
'''Música (N.º 7)'''
'''Dúo de La Bruja y Leonardo'''
La Bruja
(Con voz de vieja.)
¡Así, así te quiero yo!
Mi corazón no se engañó.
Leonardo
¡Confía en mí, no dudes más,
tu juventud recobrarás!
¡Fortuna, gloria y nombre
por ti he de conquistar!
La Bruja
Laureles mil te ofrece
la vida militar.
Leonardo
Luchando por la patria,
la dicha lograré.
La Bruja
La alcanzarás si tienes
amor, constancia y fe.
Leonardo
¡Sí, los tendré!
La Bruja
Hoy luchan en Italia
las armas españolas;
la guerra allí te brinda
honor, fortuna y gloria.
Un general invicto,
el duque de Saboya,
las españolas huestes
conduce a la victoria.
Con este anillo solo…
(Quitándose uno del dedo.)
que al duque mostrarás,
en sus gloriosas filas,
un puesto lograrás.
(Le da el anillo, que él se pone en la mano
izquierda.)
Y si combates con valor,
serás el dueño de mi amor.
Leonardo
Allí luchando con valor,
digno me haré de tanto honor.
Será este anillo el talismán
con que se logre mi hondo afán.
La Bruja
Tanto como ese talismán
tus propios hechos te valdrán.
Leonardo
¡Mañana mismo partiré!
La Bruja
Yo aquí, tu vuelta esperaré…
Leonardo
Adiós, risueños campos
que nunca abandoné;
adiós, feraz ribera
adiós, mi humilde casa;
adiós, tranquilo hogar;
sin nombre y sin fortuna
no me veréis tornar.
La Bruja
Sí, volverás, que tienes fe;
yo aquí, tu vuelta esperaré.
Leonardo
¡Sí, volveré!
La Bruja
¡Cuánto me halaga el verle así,
buscando gloria para mí!
¡Un hombre así soñaba yo;
mi corazón no me engañó!
Leonardo
Me veo ya logrando allí
honor y gloria para ti.
Confía en mí, no dudes, no,
tu corazón no se engañó.
Leonardo
Confía en mí,
no dudes más.
La Bruja
Sí, volverás.
Leonardo
Tu juventud recobrarás.
Allí, luchando con valor
digno me haré de tal honor.
La Bruja
Un hombre así buscaba yo,
mi corazón no se engañó.
Leonardo
Será este anillo talismán
con que se logre mi hondo afán.
La Bruja
Tus propios hechos te valdrán
tanto como ese talismán.
Confío en ti, no dudo más,
mi juventud recobraré.
Leonardo
Confía en mí, no dudes más.
Tu juventud recobrarás.
'''Hablado'''
Leonardo
Todo cuanto es de valía
sin esfuerzo no se gana;
a Italia parto mañana,
en cuanto despunte el día.
La Bruja
¿Estás decidido?
Leonardo
Sí.
La Bruja
Piénsalo bien.
Leonardo
Lo he pensado.
De lauros vuelvo cargado,
o en la lucha muero allí.
Yo ofreceré a vuestras plantas
lo que conquiste arrogante.
La Bruja
¡Ve, mi caballero andante,
a ver si me desencantas!
Leonardo
¡A quién no inspiráis valor!
La Bruja
¡Ojalá no desfallezcas!
Leonardo
¡No!
La Bruja
Para que así merezcas
el ser dueño de mi amor.
Aunque, si bien se repara,
poco a la verdad merece
un amor que se te ofrece
con tal cuerpo y con tal cara.
(Ríe.)
Pero lucha decidido;
ya sabes que esta envoltura
humilde, triste, oscura,
guarda el gusano dormido;
y el calor de tus amores,
a tu vuelta venturosa,
¡nacerá la mariposa
con sus alas de colores!
Leonardo
¡Oh, sí, sí, renacerá!
(Óyese música lejana.)
'''Música. (N.º 8-A)'''
'''Pasacalle'''
''Hablado sobre la música''
La Bruja
¡Escucha! ¿Qué es eso? ¡Calla!
Leonardo
Es el son de una rondalla
que viene alegre hacia acá.
La Bruja
Quiero que nadie me vea,
y ya salir me precisa.
Leonardo
¡Tan pronto!
La Bruja
Sí, tengo prisa.
(De pronto.)
Me iré por la chimenea.
Leonardo
(Asustado.)
¿Cómo?
La Bruja
¡Je, je! ¡No me voy!
Pero tu asombro no creo
natural; por lo que veo,
te olvidas de lo que soy.
Leonardo
Es verdad.
La Bruja
Más vale así;
yo prefiero no asustarte.
Llévame por otra parte.
Leonardo
Venid, venid por aquí.
(Derecha.)
Al campo hallaréis salida.
La Bruja
Y mañana…
Leonardo
Partiré…
La Bruja
Y ¿no perderás la fe?
Leonardo
¡Antes perderé la vida!
(Vanse.)
''Escena Última''
Desde poco antes de acabar la anterior, óyese
un pasacalle de guitarras que van acercándose
hasta llegar a la puerta del foro.
TOMILLO, MAGDALENA y ROSALÍA que
salen por la izquierda.
Tomillo
¡Señá Magdalena,
venid por acá;
sepa todo el mundo
mi felicidad!
Magdalena
(Mentira parece,
mas no hay que dudar,
pues de un modo u otro
la bolsa es verdad.))
'''Música (N.º 8-B)'''
'''Escena'''
Tomillo
(Abriendo la puerta del foro.)
¡No estéis en la calle,
amigos, entrad!
Coro de Hombres
¿Qué es esto, qué pasa?
¿Qué ocurre, qué hay?
Otros
¿Por qué a tales horas
nos mandas entrar?
Todos
¿Qué es esto, qué pasa?
¿Qué ocurre, qué hay?
Tomillo
Pues hay… ¡Que me caso!
Coro
¿De veras?
Tomillo
Sí, tal.
Aquí está mi novia,
(Presentando a ROSALÍA.)
mi suegra aquí está.
(A MAGDALENA.)
¡Y aquí estoy yo, loco
de felicidad!
Coro
(Con extrañeza.)
¿La madre consiente?
Magdalena
¿Por qué lo extrañáis?
Es mozo y honrado…
(Haciéndole una caricia.)
nunca pedí más.
Tomillo
(Imitándola.)
(En mi vida he visto
desvergüenza igual.)
Coro
(Cuando ella le quiere
por algo será.)
Tomillo
(Al fin, Rosalía,
te puedo abrazar.)
Rosalía
(¡Que mira mi madre!)
Tomillo
No me importa ya.
(Le da un abrazo cuando mira MAGDALENA
que finge no verlo.)
Leonardo
(Que ha entrado en escena cuando el CORO,
se acerca en este momento a ROSALÍA y
TOMILLO.)
Yo mañana mismo
parto del lugar,
y Dios sabe cuándo
vendré por acá.
En tanto que vuelvo,
aquí continuad,
que vuestros son siempre
mi casa y hogar.
Coro
¿Te marchas?
Magdalena
¿De veras?
Tomillo
Y ¿a dónde te vas?
Leonardo
¿A dónde? ¡Quién sabe!
¡Yo voy al azar…
por el mundo… en busca
de un sueño quizás!
Coro
(¡Siempre misterioso!
¿A dónde se irá?)
Tomillo
Para apadrinarnos,
como es natural,
tu marcha unos días
puedes retardar.
Leonardo
¡Imposible!
Tomillo
¡Basta!
(Aparte.)
(No me digas más.)
(A ROSALÍA.)
(Esto es que La Bruja
le manda marchar.)
Coro
(¡Siempre misterioso!
¿A dónde se irá?)
Leonardo
Hoy tanta alegría
no quiero turbar;
de vuestras guitarras
las cuerdas templad,
y hasta que la aurora
empiece a brillar,
de la jota a los sones alegres,
¡reíd y bailad!
Coro
¡Reíd y bailad!
(Jota. Durante el preludio, TOMILLO habla a
LEONARDO, como instándole a que cante, a
lo cual accede.)
'''Música (N.º 8-C)'''
'''Jota'''
Leonardo
No extrañéis, no, que se escapen…
suspiros de mi garganta,
la jota es alegre o triste
según está quien la canta.
¡Ay, canto alegre,
de mi país,
tal vez ya nunca
te vuelva a oír;
pero si acaso
no te oigo más,
siempre en el alma
resonarás!
Todos
Ésta es la jota
de mi país,
que a todas horas
me gusta oír;
sigue con ella
y ya verás,
al fin y al cabo
te alegrarás.
''Hablado sobre la música''
Tomillo
¡Viva la alegría
y vivan las suegras!
Y venga un abrazo,
(Abrazándola.)
señá Magdalena.
Magdalena
¡No aprietes, borrego!
Tomillo
Tengo poca fuerza.
(Sin soltarla.)
(¡Por eso te libras, que si la tuviera!… )
Leonardo
(Cantado.)
Como los pájaros cantan…
las penas de sus amores,
así canto yo la jota
para aliviar mis dolores.
¡Ay, canto alegre
de mi país!…
Todos
¡Ésta es la jota
de mi país!, etc.
(Durante el estribillo, TOMILLO obliga a
bailar con él a MAGDALENA. Risas y alegría
de TODOS. LEONARDO se deja caer en el
sillón en actitud de profunda melancolía,
contrastando con lo alegre del cuadro, que debe
ser animadísimo.)
FIN DEL PRIMER ACTO
== Segundo Acto ==
== Cuadro Segundo ==
Plazoleta a la entrada del pueblo. A la derecha, en primer término, la casa del CURA, con
emparrado sobre la puerta. En segundo término la iglesia, que hace esquina a una calle.
Formando la entrada de ésta, otra casa y detrás el bosque. Al foro, camino real. A la entrada de
éste, una cruz de piedra. Al foro izquierda, la montaña, con un camino practicable. En la cima,
el castillo. A la izquierda, la casa de LEONARDO, exterior de la decoración del Primer Acto y
llegando hasta el primer término la tapia del corral, cuya puerta da al público.
|