Diferencia entre revisiones de «El Lazarillo de Tormes: 02»
sin resumen de edición
Respondió él riendo:
—¡
Yo, aunque bien mochacho, noté aquella palabra de mi hermanico, y dije entre mí
Quiso nuestra fortuna que la conversación del Zaide, que así se llamaba, llegó a
oídos del
cebada, que para las bestias le daban, hurtaba, y salvados, leña, almohazas,
mandiles, y las mantas y sábanas de los caballos hacií perdidas, y cuando otra
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