Diferencia entre revisiones de «Cual de solitaria torre»
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Cual de solitaria torre
en torno están revolando
fieras aves de rapiña,
cuando el sol baja al ocaso,
Línea 12:
así en torno de don Pedro
vuelan pensamientos varios,
cuyas sombras ofuscaban
de su semblante los rasgos.
Línea 18:
el poder de sus hermanos,
a los que mató la madre
y a quienes llama bastardos;
ya de los grandes inquietos
Línea 25:
sin medios de repararlo:
ya la linda doña Aldonza,
a quien tiene a buen recaudo,
o las sangrientas fantasmas
Línea 31:
ya una proyectada empresa
rompiendo la fe de un pacto
contra el oro granadino;
o una traición o un engaño.
Línea 37:
Mas como las mismas aves
se van escondiendo al cabo
entre las almenas rotas
del castillo solitario,
Línea 43:
en torno de él volteando,
la más voraz, la más fuerte,
la que no admite descanso,
así aquel tropel confuso
Línea 50:
envuelto pequeño rato,
en su pecho y su cabeza
fueron nidos encontrando,
y quedó despierta y viva,
Línea 56:
la imagen de don Fadrique,
el mejor de sus hermanos,
norma de los caballeros
y maestre de Santiago.
Línea 63:
Del rey de Aragón acaba
don Fadrique el esforzado
de conquistar a Jumilla
con noble denuedo y brazo;
Línea 69:
los castillos tremolando,
y viene a entregar las llaves
a su rey, señor y hermano.
Sabe el rey que no es rebelde,
Línea 76:
lo está embravecido odiando.
Don Fadrique fue el que tuvo
de venir a Francia encargo
por la reina doña Blanca;
Línea 82:
Con ella en Narbona estuvo...,
y un rumor corrió entre tanto
de aquellos que son ponzoña;
ora ciertos, ora falsos.
Línea 88:
Doña Blanca está en Medina
y en una torre pagando
las tardanzas del vïaje,
las hablillas de palacio;
Línea 96:
poder mucho y nombre claro.
Mas, ¡ay de él!... Es de las damas
el ídolo por su trato,
por su gallarda presencia
y por su esfuerzo bizarro;
y si no da sombra al trono,
porque es fiel, da ¡mal pecado!,
al corazón duros celos;
Línea 107:
Doña María Padilla,
cuyo entendimiento claro
del regio amante penetra
los más ocultos arcanos,
Línea 113:
y en quien la bondad del alma
sobrepuja a los encantos
de su peregrino rostro
y de su cuerpo gallardo,
Línea 119:
de continuo sobresalto,
porque al rey ama y le mira
a mal fin tender el paso.
Conoce que sobre sangre,
Línea 126:
nunca seguro un palacio,
y tiene dos tiernas niñas,
que con otro padre acaso,
aunque ilegítimo fruto,
Línea 132:
Ve en el insigne Fadrique
un apoyo, un partidario;
sabe que llega a Sevilla
y a voces le está indicando
Línea 138:
de su fiero amante el rostro,
que viene en momento aciago,
y por aquietar sospechas,
o darles punto más alto,
Línea 144:
aunque con trémulos labios
osó hablar, y estas palabras
entre los dos se mezclaron:
«¿Conque hoy llegará triunfante
Línea 151:
en llegar aquí el bastardo.»
«Bien os sirve!»... Sí, en Jumilla
como un héroe se ha portado;
de su lealtad os da pruebas;
Línea 157:
«Ya estaréis, señor, seguro
de su pecho noble y franco.»
«Aún más lo estaré mañana.»
Enmudecieron entrambos.
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