Diferencia entre revisiones de «Periódico El Hurón - Número II»

Contenido eliminado Contenido añadido
'''Página nueva''': {{DH}} '''Periódico ''El Hurón''''' '''Número II''' Descubierto en nuestro número 1º el gran secreto de los Jacobinos, vamos a hacer la aplicación de sus principios: en...
 
Sin resumen de edición
Línea 28:
 
¡Pueblos de las Provincias Unidas! No existe el Congreso, no hay representación nacional. ¿Para qué ha de haber diputados? ¿Ha sido vuestra intención mandarles a ser testigos de los males que no pueden, o no quieren remediar? Yo podría nombraros todos los criminales, designar los corrompidos y los ineptos, proponer que fuesen subrogados ¿pero con qué esperanza? Entretanto que subsistan los clubs, ellos serán árbitros de vuestra suerte, pagaréis ingentes sumas para sostener a los creídos representantes y a su vista y con su apoyo se prostituirá la justicia, se violarán todas las leyes, se perfeccionarán las cadenas con que se pretende esclavizaros, y para colmo de ignominia se supondrá sancionado por vosotros el sistema de la tiranía más escandalosa: retirad pues, vuestros poderes; quitad a los aristócratas ese velo con que aspiran a encubrirse, y bajo del cual los pueblos hermanos han sido invadidos por la fuerza armada como podrían serlo los más crueles enemigos <ref> En la presente administración no hay cosa más sencilla que atacar a los pueblos con fuerza armada: La Rioja declaró su independencia de Córdoba sujetándose a la sanción del Congreso; sin embargo, se mandó un destacamento militar a sujetar y castigar a los rebeldes: el pueblo horrorizado de su terrible aparato abandonó sus hogares para salvarse de las bayonetas americanas; reducido al orden bajo promesa de que no se perseguiría a ninguno de los vecinos, sufrieron después cruelmente algunos infelices a quienes quiso atribuirse el origen de aquel movimiento. </ref>; conoced vuestra lamentable situación, y si no deseáis hacerla desesperada, si deseáis Congreso, autoridades legítimas, orden, tranquilidad, en una palabra, si queréis tener patria, haced la guerra a los aristócratas, declarándoos en insurrección contra la tiranía.
 
 
'''Comunicado'''
 
Señor Editor de ''El Hurón''.- Reunidos en nuestra tertulia filantrópica, leímos noches pasadas con la reserva necesaria en tan calamitosas circunstancias, el prospecto del periódico titulado ''El Hurón''; y excitado nuestro patriotismo con una empresa igualmente gloriosa que atrevida, determinamos comunicar a Ud. de cuando en cuando algunos pensamientos, observaciones y noticias coherentes al asunto. A Ud. toca calificar su importancia y darles un lugar en sus números según su mérito.
 
El despotismo insolente del Director solo puede compararse al sufrimiento servil del pueblo. Ocupado de su fortuna y de sus placeres favoritos, nada le importan las atenciones del Gobierno del Estado. Yo entiendo a esta gente, decía uno de sus colegas predilectos: el pueblo se insolenta cuando se le complace; pero obedece si se le intimida; en ninguna parte se manda con más autoridad, ni se obedece con más sometimiento que en la Persia y en el Japón. La experiencia me ha hecho conocer que es preciso gobernar como Virrey: esas teorías democráticas son buenas para otra especie de pueblos y países... Nosotros les daremos después la Constitución que les conviene...
 
Nadie ignora la arbitrariedad con que se dan licencias ocultas a los oficiales prisioneros, quedando la patria sin rehenes para un caso desgraciado. Allá fue a Montevideo el coronel de las Conchas N. Marañao; en vano reclamó su persona el gobierno de Chile para castigar los horrendos asesinatos de tantos patriotas degollados por esta fiera en el retiro de sus haciendas de campo y en sus propios lechos; había empeños falderos, y a S.E. nada le importa la sangre derramada en Chile por los asesinos. La viuda de... y otras familias del partido antiliberal perciben sus asignaciones de mes a mes, mientras perecen en la indigencia nuestros oficiales y sus dignos hijos. Viene una niña con otro empeño, o se atraviesan los respetos de algún hermano, o se presenta ocasión de ensanchar la bolsa, y allá va un permiso exclusivo que arruina a seis patriotas especuladores. Sale un malvado delatando de conjuración a hombres ilustres y respetables; se les lleva a los calabozos; se forma proceso; resultan inocentes; y se deja al calumniador la elección de su destierro. Llega un aventurero en derrota, propone la conquista de Santa Fe y Entre-Ríos y allá van expediciones sobre expediciones para degollar patriotas y recoger por triunfo la ignominia. Hacienda, dinero, soldados, familias, ciudadanos, pueblos, todo es de la propiedad y del peculio privativo de Juan Martín y sus cointerferentes. ¿Y el pueblo?... Ya Ud. lo ve. Un paralelo entre Buenos Aires y Argel, entre el Dey y Pueyrredón, sería, a nuestro juicio un asunto digno de ''El Hurón'', y nosotros lo proponemos a la deliberación de Ud., señor editor, de quien somos, etc.- LOS TERTULIANOS.
 
== Notas del editor ==