Diferencia entre revisiones de «Las metamorfosis: Libro III»

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Línea 364:
De ahí las manos uno, desdeñado, al éter levantando: «Que así aunque ame él, así no posea lo que ha amado». Había dicho. Asintió a esas súplicas la Ramnusia, justas. Un manantial había impoluto, de nítidas ondas argénteo, que ni los pastores ni sus cabritas pastadas en el monte habían tocado, u otro ganado, que ningún ave ni fiera había turbado ni caída de su árbol una rama; grama había alrededor, a la que el próximo humor alimentaba, y una espesura que no había de tolerar que este lugar se templara por sol alguno. Aquí el muchacho, del esfuerzo de cazar cansado y del calor, se postró, por la belleza del lugar y por el manantial llevado, y mientras su sed sedar desea, sed otra le creció, y mientras bebe, al verla, arrebatado por la imagen de su hermosura, una esperanza sin cuerpo ama: cuerpo cree ser lo que onda es. Quédase suspendido él de sí mismo y, inmóvil con el rostro mismo, queda prendido, como de pario mármol formada una estatua.
 
Contempla, en el suelo echado, una geminada -sus luces- estrella, y dignos de Baco, dignos también de Apolo unos cabellos, y unas impúberas mejillas, y el marfileño cuello, y el decor de la boca y en el níveo candor mezclado un rubor, y todas las cosas admira por las que es admirable él. A sí se desea, imprudente, y el que aprueba, él mismo apruébase, y mientras busca búscase, y al par enciende y arde.
 
de la boca y en el níveo candor mezclado un rubor,
Cuántas veces, inútiles, dio besos al falaz manantial. En mitad de ellas visto, cuántas veces sus brazos que coger intentaban su cuello sumergió en las aguas, y no se atrapó en ellas.
y todas las cosas admira por las que es admirable él.
 
A sí se desea, imprudente, y el que aprueba, él mismo apruébase, 425
Qué vea no sabe, pero lo que ve, se abrasa en ello, y a sus ojos el mismo error que los engaña los incita.
y mientras busca búscase, y al par enciende y arde.
 
Cuántas veces, inútiles, dio besos al falaz manantial.
Crédulo, ¿por qué en vano unas apariencias fugaces coger intentas? Lo que buscas está en ninguna parte, lo que amas, vuélvete: lo pierdes. Ésa que ves, de una reverberada imagen la sombra es: nada tiene ella de sí. Contigo llega y se queda, contigo se retirará, si tú retirarte puedas.
En mitad de ellas visto, cuántas veces sus brazos que coger intentaban
 
su cuello sumergió en las aguas, y no se atrapó en ellas.
No a él de Ceres, no a él cuidado de descanso abstraerlo de ahí puede, sino que en la opaca hierba derramado contempla con no colmada luz la mendaz forma y por los ojos muere él suyos, y un poco alzándose, a las circunstantes espesuras tendiendo sus brazos: «¿Es que alguien, io espesuras, más cruelmente», dijo, «ha amado?
Qué vea no sabe, pero lo que ve, se abrasa en ello, 430
Pues lo sabéis, y para muchos guaridas oportunas fuisteis. ¿Es que a alguien, cuando de la vida vuestra tantos siglos pasan, que así se consumiera, recordáis, en el largo tiempo?
y a sus ojos el mismo error que los engaña los incita.
Crédulo, ¿por qué en vano unas apariencias fugaces coger intentas?
Lo que buscas está en ninguna parte, lo que amas, vuélvete: lo pierdes.
Ésa que ves, de una reverberada imagen la sombra es:
nada tiene ella de sí. Contigo llega y se queda, 435
contigo se retirará, si tú retirarte puedas.
No a él de Ceres, no a él cuidado de descanso
abstraerlo de ahí puede, sino que en la opaca hierba derramado
contempla con no colmada luz la mendaz forma
y por los ojos muere él suyos, y un poco alzándose, 440
a las circunstantes espesuras tendiendo sus brazos:
«¿Es que alguien, io espesuras, más cruelmente», dijo, «ha amado?
Pues lo sabéis, y para muchos guaridas oportunas fuisteis.
¿Es que a alguien, cuando de la vida vuestra tantos siglos pasan,
que así se consumiera, recordáis, en el largo tiempo? 445
Me place, y lo veo, pero lo que veo y me place,
no, aun así, hallo: tan gran error tiene al amante.