Diferencia entre revisiones de «Página:Viaje en las rejiones septentrionales de la Patagonia.djvu/90»
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Apesar de un calor sofocante i apesar de los mosquitos, cuyo crecido número i las picaduras eran capaces de volverle a uno loco, a las doce, todo estaba concluido; echada al agua la embarcacíon i embarcadas todas nuestras provisiones i bagajes. Esto puede llamarse obrar con velocidad i sangre fria: velocidad, porque habíamos perdido solamente dos horas, i sangre fria porque a cada momento podian echársenos encima los indios atraídos por los martillazos del carpintero, i que no habrian sido bastante escrupulosos para echar una mano profana sobre todo lo que nos pertenecía sin hablar de nuestras personas. |
Apesar de un calor sofocante i apesar de los mosquitos, cuyo crecido número i las picaduras eran capaces de volverle a uno loco, a las doce, todo estaba concluido; echada al agua la embarcacíon i embarcadas todas nuestras provisiones i bagajes. Esto puede llamarse obrar con velocidad i sangre fria: velocidad, porque habíamos perdido solamente dos horas, i sangre fria porque a cada momento podian echársenos encima los indios atraídos por los martillazos del carpintero, i que no habrian sido bastante escrupulosos para echar una mano profana sobre todo lo que nos pertenecía sin hablar de nuestras personas. |
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Despues de este |
Despues de este pequeño accidente, bien se nos puede criticar de no haber emprendido un reconocimiento a ojo del curso del rio, orillándolo por algun tiempo para imponernos de los obstáculos que pudiésemos encontrar mas adelante; la prudencia aconsejaba esta medida; pero estábamos en tierra enemiga i nuestras fuerzas eran demasiado débiles para intentar una cosa semejante. |
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En fin, a las doce, estabamos otra vez en el agua. Hasta ese momento, habiamos hecho como unos treinta idos quilómetros. Al principio, todo se pasó como antes; pero a la una, encontramos el rio dividido en tres o cuatro brazos iguales. Antes habiamos encontrado tambien algunas islas, mas la gran diferencia de anchura que aparecia entre los brazos, no permitia la indecision, era fácil escojer entre ellos; pero aqui la cosa era diferente; los brazos iguales, vistos de léjos, tenían el mismo aspecto: durante algun tiempo, escojimos con bastante suerte, pero, una vez, engañados por la apariencia de la superficie, tomamos un brazo de poco fondo; la embarcacion tocaba, habia mui poca agua, todos por un movimiento instintivo, saltamos del bote para aliviarlo, lo arrastramos algun tiempo levantándolo, i llegando a un lugar en donde había bastante fondo, saltamos todos adentro. Si no hubiesemos ejecutado esta maniobra, como habia poco fondo, podia el bote haberse atravesado i llenado de agua. |
En fin, a las doce, estabamos otra vez en el agua. Hasta ese momento, habiamos hecho como unos treinta idos quilómetros. Al principio, todo se pasó como antes; pero a la una, encontramos el rio dividido en tres o cuatro brazos iguales. Antes habiamos encontrado tambien algunas islas, mas la gran diferencia de anchura que aparecia entre los brazos, no permitia la indecision, era fácil escojer entre ellos; pero aqui la cosa era diferente; los brazos iguales, vistos de léjos, tenían el mismo aspecto: durante algun tiempo, escojimos con bastante suerte, pero, una vez, engañados por la apariencia de la superficie, tomamos un brazo de poco fondo; la embarcacion tocaba, habia mui poca agua, todos por un movimiento instintivo, saltamos del bote para aliviarlo, lo arrastramos algun tiempo levantándolo, i llegando a un lugar en donde había bastante fondo, saltamos todos adentro. Si no hubiesemos ejecutado esta maniobra, como habia poco fondo, podia el bote haberse atravesado i llenado de agua. |