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== Algunas voces del lenguaje americano que no se encuentran en el Diccionario de la Academia ==
 
<big><center>
=== A ===
</center></big>
 
 
;ABARRAJARSE.—
Resbalar y caer de bruces.- Lanzarse en la vida airada.
 
 
;ABARRAJADO, A.—
Cuando decimos fulano es un abarrajado expresamos que es un hombre cargado de vicios, un truhán.- Fulana es una abarrajada, entiéndase una meretriz.
 
 
;ABRACAR.—
Lo que el Diccionario llama abrahonar. Tenemos el refrán quien mucho abraca mucho aprieta, cuya significación es distinta de la del refrán español abarcar mucho y apretar poco.
 
 
;ABSOLVENTE.—
En nuestro lenguaje jurídico designamos con esta voz al que absuelve posiciones. La Academia trae, como anticuado, el vocablo absolviente, y ha olvidado considerar absolvente.
 
 
;ACAPARAR.—
Tener el monopolio de algo o, por lo menos, reunir la mayor cantidad posible de un artículo.
 
 
;ACAPARADOR, A.—
La persona que acapara.
 
 
;ACÁPITE.—
Decimos, en todas las repúblicas de América, por lo que los españoles llaman punto y aparte. Sería imposible desterrar del uso esta voz, sobre todo entre tipógrafos y periodistas.
 
 
;ACASERARSE.—
Encariñarse, acostumbrarse a ser parroquiano o comprador en determinado establecimiento.
 
 
;ACASERADO, A.—
Parroquiano habitual.
 
 
;ACCIDENTADO, A.—
La Academia no admite, entre las acepciones de esta voz, el que se aplique a los terrenos sinuosos o de variada formación geológica. Y sin embargo, en muchos escritores españoles contemporáneos, principalmente cuando tratan de campañas militares o discurren sobre temas de ingeniatura y geografía, encontramos la locución terreno accidentado, de general uso en América.
 
 
;ACRIOLLARSE.—
Adquirir un extranjero los hábitos de la gente del país, convertirse en criollo.
 
 
;ACRIOLLADO, A.—
El que ha llegado a apropiarse las costumbres criollas.
 
 
;ACEITILLO.—
El aceite perfumado que sirve para usos del tocador. En América, dejamos el aceite para la cocina.
 
 
;ACHOLADO, A.—
El que tiene color de indio (cholo, en el Perú, Bolivia, Ecuador, Chile y Paraguay).- El que se corre, intimida o avergüenza.
 
 
;ACHOLARSE.—
Correrse, avergonzarse.
 
 
;ADEFESIERO, A.—
Persona que dice o hace disparates y tonterías.- También se aplica a las que visten exagerando la moda o apartándose mucho de ella.
 
 
;ADULÓN, A.—
En el adulador cabe algo de lisonjero y cortesano. En el adulón hay solo bajeza. Amunátegui Reyes exhibe una cita de Pereda para comprobar que el vocablo se conoce también en España.
 
 
;ADULETE.—
El adulón sobre ruin ridículo.
 
 
;AGIGANTAR.—
Núñez de Arce ha usado este verbo en su Visión de fray Martín, y según citas de Amunátegui Reyes también lo han empleado Bello, Revilla y Pérez Galdós.
 
 
;AGREDIR.—
Acometer, atacar. A pesar de que no contraría la índole de la lengua, como que la voz viene del agredire latino, la Academia rechaza este verbo de uso constante en la jurisprudencia americana.
 
 
;ALBAZO.—
Saludo matinal que, con música, vivas y cohetes, se hace a una persona el día de su cumpleaños, o a un santo en la puerta del templo en que ha de celebrarse su fiesta.
 
 
;ALTERNABILIDAD.—
La acción de alternar.
 
 
;ALTERNARLE.—
Lo que admite alternabilidad. Esta voz, aunque de saborcito francés, se encuentra en la real cédula llamada de la Alternativa sobre elección de prelados.
 
 
;AMANCAY.—
(Del quechua) Flor amarilla, parecida a la azucena, que se produce en algunos cerros del Perú.
 
 
;AMANSADOR, A.—
El que doma, domestica o amansa un animal.- El que en una reyerta apacigua los ánimos.
 
 
;AMOLAR.—
En la acepción de fastidiar o de ocasionar perjuicio.- ¡Qué amolar! ¡No amuele la paciencia! ¡Me amoló! son locuciones que, aunque vulgares, están generalizadas.
 
 
;AMORDAZAR.—
Poner mordaza. Figuradamente decimos amordazar la prensa, cuando los gobiernos ponen trabas a la libertad de escribir.- Zorobabel Rodríguez opina, por razones de analogía, que debe decirse enmordazar; pero el uso constante ha impuesto amordazar como, tratándose de buques, acorazado y no encorazado.
 
 
;ANACO.—
(Del quechua) La Academia dice que es un peinado de las indias de sud-América. La definición académica es errónea. El anaco es la pollera o falda que usan las indias.- Cusma, es la camisa.- Lliclla, es la manta.
 
 
;ANDINO, A.—
Lo que se refiere a la cordillera de los Andes, como volcán andino, nieves andinas, etc. También los adjetivos cisandino y trasandino son de uso generalizado en América.
 
 
;ANEXIONISTA.—
Partidario de la anexión.
 
 
;ANTE.—
Bebida alimenticia y muy refrigerante, hecha con frutas, vino, canela, azúcar, nuez moscada y otros apéndices.
 
 
;APACHETA.—
(Del quechua) Montón de piedras que colocan los indios en las altiplanicies andinas como ofrenda gratulatoria a la divinidad. Por varios cronistas de Indias se encuentra empleada la voz.
 
 
;APERO.—
El conjunto de prendas que sirven para ensillar un caballo.
 
 
;APLOMO.—
Serenidad, sangre fría.
 
 
;APUNARSE.—
Sufrir el fatigoso malestar propio de las frigidísimas punas de los Andes, dolencia que, en ocasiones, produce la muerte del viajero.
 
 
;ARRANQUITIS.—
La pobreza extrema, la miseria.- Padecer de arranquitis crónica dícese por quien no tiene probabilidad de mejorar su mala situación.
 
 
;ARENILLERO.—
Lo que llaman salvadera en España, Voz no usada en América.
 
 
;ARREADOR.—
No es sólo el que arrea el ganado sino también el látigo, fusta o huasca que emplea.
 
 
;ARIRUMBA.—
(Del quechua) Una flor que los indios estiman como propia de los cementerios.
 
 
;ASOROCHARSE.—
Sufrir del soroche en las cordilleras andinas. Es dolencia tan grave como la de apunarse, siendo distinta la causa que las origina.
 
 
;ATRENZO.—
Conflicto, apuro, embarazo, dificultad. Este vocablo lo encontramos en escritores americanos del siglo XVII. Quizá es voz castellana olvidada en España, y que nosotros hemos conservado.
 
 
;ATÁVICO, A.—
Trayendo el Diccionario el sustantivo atavismo, no hay por qué excluir adjetivo tan usado.
 
 
;AUTOCTONÍA.—
Mutatis mutandis, repetimos el concepto anterior. El Diccionario sólo trae autóctono.
 
 
;AUTONOMISTA.—
Partidario de la autonomía.
 
 
;AVINCA.—
(Del quechua) Zapallito más fino y estimado que el grande y, en la forma, parecido a la calabaza.
 
 
;AYRAMPO.—
(Del quechua) Planta tintórea originaria de América.
 
 
 
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[[Categoría:Neologismos y americanismos]]
[[Categoría:Diccionario A]]