Diferencia entre revisiones de «Tristana/Capítulo XVIII»
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unas visitas para sancionar estas fallas.
NATALIA BENEDETTI MUÑOZ
C.C. No. 45.529.237 de Cartagena.
CARTAGENA SÍ SE PUEDE
La empresa Metrocar ha traído de Sincelejo una cantidad de busetas de color gris con verde, que transitan por toda la ciudad sin portar las placas con nomenclaturas de Cartagena. A cada lado tienen pintadas las placas de servicio público, pero con nomenclaturas de Sincelejo. Parece ser que les hicieron un traslado de cuentas para esta ciudad, ya que los cupos para esta clase de vehículos hay que hacerlos por reposición de equipos, porque en Cartagena están agotados
[[Imagen:bill.jpg]], hasta que el imposible mismo se me plante enfrente y me diga: «Pero ¿no me ve usted, so...?». Pregúntales por qué sueño despierta con mi propio ser transportado a otro mundo, en el cual me veo libre y honrada, queriéndote más que las señoritas de mis ojos, y... Basta, basta, per pietá. Estoy borracha hoy. Me he bebido tus cartas de los días anteriores y las encuentro horriblemente cargadas de amílico. ¡Mistificador!
»Noticia fresca. D. Lope, el gran D. Lope, ante quien muda se postró la tierra, anda malucho. El reuma se está encargando de vengar el sin número de maridillos que burló, y a las vírgenes honestas o esposas frágiles que inmoló en el ara nefanda de su liviandad. ¡Vaya una figurilla!... Pues esto no quita que yo le tenga lástima al pobre D. Juan caído, porque fuera de su poquísima vergüenza en el ramo de mujeres, es bueno y caballeroso. Ahora que renquea y no sirve para nada, ha dado en la flor de entenderme, de estimar en algo este afán mío de aprender una profesión. ¡Pobre D. Lepe! Antes se reía de mí; ahora me aplaude, y se arranca los pelos que le quedan, rabioso por no haber comprendido antes lo razonable de mi anhelo.
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