Diferencia entre revisiones de «Descripción Geográfico-Moral de la Diócesis de Goathemala/Tomo 1/Opico»

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Que toda la Parroquia há cumplido con el precepto anual; pero con advertencia, que forzados. Para asistir á misa, es grave la repugnancia de todo este vecindario muy desafecta.{{==}}Y que la escuela de este Pueblo, apenas llegará al numero de siete Niños, á causa de la mala crianza de los Padres. Hasta aqui el Cura.
== {{c|<u>Reflexiones. ==</u>|xx-grande}}
{{grandeinicial|E}}sta Parroquia tiene el trabajo, que otras muchas, y aun las mas, de no poder ser administrada competentemente; pues aún dado caso (que no dexe concederse) de que huviera siempre un Ministro (y seria mexor fuera un cura, pues solo assi es de creer, que estè de asiento) en los tres Pueblos de Jayaque, Tepecollo, y Sacacollo; aùn resta ál Cura la administracion de Opico, Tacachico, y de varias haciendas, y Valles, que no las administrará bien, aún teniendo segundo Coadjutor.
 
El verdadero remedio seria el congregar los Pueblos en sitios oportunos; de este modo los quatro anexos podrian ponerse en uno, y en buen terreno, y no á tales distancias, entre escondijos y picachos, en que nada se logra sino la livertad de conciencia, é insugecion á todas leyes.
 
Ni el que los curas se ayuden de mucho numero de Ministros, puede reputarse como remedio; antes esto no puede ser sin inconvenientes, y daños gravissimos; por que aùn para tener cada Cura su ministro (fuera de que muchso tienen dos, y tres) es presiso tener ordenados sin titulo Eccleciastico, á ciento cinquenta, ó doscientos; pues los que se ordenan (y son pocos) son capellanias, repugnan mucho ayudar á los Curas; y aùn en los que se ordenan à titulo de administracion se experimenta tan grande repugnancia, que para compelerlos no bastan las censuras, y cada uno quiere ser destinado á las Parroquias de su gusto; y no tiene este gravisimo daño otro remedio, que dan á los Curas el territorio presiso, que puedan governar por si mismos; por que de este modo se ataja, el que haya tantos ordenados sin titulo, y se esteriliza un plantel de Eccleciasticos ociosos, cuios vicios (como bien conocen) son irremediables; pues careeciendo de renta fixa, no temen à los trivunales, como que en nada los pueden mortificar; antes bien hán de mantenerlos los Superiores, y sufrir todos los gastos, que ocurran en el siguimiento de sus Causas.
 
Aumentase à lo {{abbr|dho|dicho}}; que los Coadjutores, quasi solo se nececitan en quaresma, que es el unico tiempo, en que se confiesan lso Parroquianos; y como pasado este tiempo son poco necesarios, segun
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el ningun trabajo de los Curas, quasi reducido á olear á los enfermos, y a decir misa; agregandose á todo, el apetito de vivir en Goathemala; facilmente se puede llenar la Ciudad de Eccleciasticos ociosos; lo que se remediaba, conque los que hán de ser ministros fueran Curas. Con esta providencia, y obligando á la administracion á los que se ordenan à titulo de Capellanias; ó teniendo veynte, ó treynta Eccleciasticos ordenados á titulo de administracion, se ocurria à los inconvenientes insinuados; y no haciendose assi, todo hà de andar por necesidad fuera de sus quicios.
 
En orden á vicios, segun las respuestas del Cura, nada hay que decir, que no esté ya dicho en varias Parroquias; en las que (como en esta) es impocible salvar la pureza, y verdad de la Religion Christiana, entre tantas embriaguezes, vicios, idiotismo, y abusos; ni que tengan otro efecto las leyes, que el dolor de ver multiplicadas las trangreciones; ni entre tanta insensibilidad á precipitarse á todo genero de vicios, es verisimil, que dege de estar la Religion, ó muerta o sumamente debil.
 
Que en todo se proceda por capricho, y antojo, y unicamente para salir cada qual con sus intentos, se deja ver en lo que el cura dice (y ojala no fuera tanta verdad) y es que lso amancevamientos publicos, y escandalosos, solamente llegan á su noticia por pleyto ú disgusto; por que no haviendolo, todos se cubren unos, á otros. Esto mismo, que al cura, sucede á todos; y por eso todo se hall sin remedio; por que sino hay pleyto, ú disgusto todo se encubre, aunque sea con perjuicios; y aunque se manifieste quando los hay; apenas se reconcilian, (que se hace con un vaso de vino, ó aguardiente) vuelven los perjurios, y testimonios falsos, para que queden cuviertos los escandalos, que saven todos, pues les importa cubrirse unos á otros, par avivir todos á su Capricho.