Diferencia entre revisiones de «Mendizábal/XII»

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|título=[[Mendizábal]] : 12
|autor=[[Benito Pérez Galdós]]
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<p>La placentera holganza en que viv&iacute;an los individuos de la secci&oacute;n o mesa de que era jefe el Sr. D. Eduardo Oliv&aacute;n e Iznardi tuvo su t&eacute;rmino, que si no hay mal que cien a&ntilde;os dure, tampoco los bienes suelen ser duraderos, y el motivo de tan brusca alteraci&oacute;n, que produjo enorme desquiciamiento en la anecd&oacute;tica parsimonia del jefe, no fue otro que el haberse manifestado en aquella esfera administrativa el impulso de actividad que imprimi&oacute; Mendiz&aacute;bal a los asuntos de su Ministerio, cuando se desembaraz&oacute; de las graves cuestiones pol&iacute;ticas a que en los primeros d&iacute;as tuvo que atender. Desempe&ntilde;ando interinamente, adem&aacute;s de la cartera de Hacienda, con la Presidencia, las de Guerra, Marina y Estado, hubo de promiscuar en el despacho de mil negocios diferentes. Por milagro de Dios no se volvi&oacute; loco el bueno de D. Juan &Aacute;lvarez, que materia ofrec&iacute;a cualquiera de aquellas oficinas para trastornar el seso del m&aacute;s pintado en tiempos tan revueltos. Confiado ya en dominar la espantosa anarqu&iacute;a de las Juntas que convert&iacute;an el Reino en una inmensa jaula de locos; seguro ya del &eacute;xito de la quinta de cien mil hombres, arriesgado acto de Gobierno que revelaba iniciativa poderosa y voluntad de acero, se meti&oacute; en su casa propia, Hacienda, y empez&oacute; a remover y sacudir, con mano de atleta, las mohosas inercias de la administraci&oacute;n heredada de Fernando VII. &iexcl;L&aacute;stima que no lo hiciera con m&aacute;s pulso, para que las ruinas y los escombros no embarazaran la obra nueva! Constru&iacute;a con el hacha... Aunque no carec&iacute;a de habilidad, no pudo evitar el cortarse las manos con la herramienta que tan presuroso manejaba.</p>