Diferencia entre revisiones de «Página:Nova impendet.pdf/1»

Sin resumen de edición
Sin resumen de edición
Cuerpo de la página (para ser transcluido):Cuerpo de la página (para ser transcluido):
Línea 1: Línea 1:
<br> {{Centrar|{{xx-grande|ENCÍCLICA}}}} {{sc|A LOS PATRIARCAS, PRIMADOS, ARZOBISPOS, OBISPOS, Y OTROS ORDINARIOS EN PAZ Y COMUNIÓN CON LA SEDE APOSTÓLICA: DE LA DURÍSIMA CRISIS ECONÓMICA, DEL PARO QUE AFECTA A MUCHOS OBREROS, JUNTO CON EL LAMENTABLE Y CRECIENTE GASTOS MILITARES}} <br> {{Centrar|{{xx-grande|PÍO XI}}}} {{Centrar|{{x-grande|VENERABLES HERMANOS}}}} {{Centrar|SALUD Y BENDICIÓN APOSTÓLICA}}
<br> {{Centrar|{{xx-grande|ENCÍCLICA}}}} {{sc|A LOS PATRIARCAS, PRIMADOS, ARZOBISPOS, OBISPOS, Y OTROS ORDINARIOS EN PAZ Y COMUNIÓN CON LA SEDE APOSTÓLICA: DE LA DURÍSIMA CRISIS ECONÓMICA, DEL LAMENTABLE PARO QUE AFECTA A MUCHOS OBREROS, JUNTO Y DEL CRECIENTE GASTO EN MEDIOS MILITARES}} <br> {{Centrar|{{xx-grande|PÍO XI}}}} {{Centrar|{{x-grande|VENERABLES HERMANOS}}}} {{Centrar|SALUD Y BENDICIÓN APOSTÓLICA}}
<br>
<br>
Nuevas cuestiones amenazan – y de hecho, ya en gran medida han dañado- al rebaño que Nos fue confiado; afectan más cruelmente a los más desamparados, a los que nosotros abrazamos con particular caridad: los niños, los proletarios, los artesanos y los pobres. Hablamos de una gravísima y angustiosa crisis económica que pesa sobre los pueblos y que, en todas las regiones, provoca un terrible y creciente paro. Se ven multitudes de trabajadores honestos condenados al paro y reducidos después con sus familias a la extrema indigencia; multitudes de honestos operarios que no desean otra cosa que ganar honradamente el pan de cada día que, según el divino mandato, piden a su Padre que está en el cielo.
Nuevas cuestiones amenazan – y de hecho, ya en gran medida han dañado- al rebaño que Nos fue confiado; afectan más cruelmente a los más desamparados, a los que nosotros abrazamos con particular caridad: los niños, los proletarios, los artesanos y los pobres. Hablamos de una gravísima y angustiosa crisis económica que pesa sobre los pueblos y que, en todas las regiones, provoca un terrible y creciente paro. Se ven multitudes de trabajadores honestos condenados al paro y reducidos después con sus familias a la extrema indigencia; multitudes de honestos operarios que no desean otra cosa que ganar honradamente el pan de cada día que, según el divino mandato, piden a su Padre que está en el cielo.