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órden en otras cosas necesarias para nuestra defension y ofensa de los enemigos, y viendo que ellos no venian contra mí, salí de la dicha ciudad con docientos españoles, en los cuales habia diez y ocho de caballo, y treinta ballesteros y diez escopeteros, y con tres ó cuatro mil indios nuestros amigos, y fuí por la costa de la laguna hasta una ciudad que se dice Iztapalapa <ref>Así se llama hoy por la sal ó tequezquite que se coge de la haz de la tierra: hoy tiene corta poblacion como de trecientos vecinos; pero su ven claramente las ruinas de la casa del hermano de Muteczuma cerca de donde está la parroquia, mirando á la laguna de Tezcuco.</ref>, que está por el agua dos leguas de la gran ciudad de Temixtitan y seis desta de Tesáico; la cual dicha ciudad será de hasta diez mil vecinos, y la mitad della, y aun las dos tercias partes, puestas en el agua; y el señor della, que era hermano de Muteczuma, á quien los indios despues de su muerte habian alzado por señor, habia sido el principal que nos habia hecho la guerra y echado fuera de la ciudad. E así por esto como porque habia sabido que estaban de muy mal propósito los desta ciudad de Iztapalapa, determiné de ir á ellos. E como fuí sentido de la gente della bien dos leguas antes que llegase, luego parecieron en el campo algunos indios de guerra, y otros por la laguna en sus canoas; y así, fuimos todas aquellas dos leguas revueltos peleando, así con los de la tierra como con los que salian del agua, festa que
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órden en otras cosas necesarias para nuestra de-
fension y ofensa de los enemigos, y viendo que
ellos no venian contra mí, salí de la dicha ciudad
con docientos españoles, en los cuales habia diez y
ocho de caballo, y treinta ballesteros y diez esco-
peteros, y con tres ó cuatro mil indios nuestros
amigos, y fuí por la costa de la laguna hasta una
ciudad que se dice Iztapalapa (1), que está por el
agua dos leguas de la gran ciudad de Temixtitan y
seis desta de Tesáico; la cual dicha ciudad será de
hasta diez mil vecinos, y la mitad della, y aun las
dos tercias partes, puestas en el agua; y el señor
della, que era hermano de Muteczuma, á quien los
indios despues de su muerte habian alzado por se-
ñor, habia sido el principal que nos habia hecho la
guerra y ochado fuera de la ciudad. E así por esto
como porque habia sabido que estaban de muy mal
propósito los desta ciudad de Iztapalapa, determiné
de ir á ellos. E como fuí sentido de la gente della
bien dos leguas antes que llegase, luego parecieron
en el campo algunos indios de guerra, y otros por
la laguna en sus canoas; y así, fuimos todas aque-
llas dos leguas revueltos peleando, así con los de
la tierra como con los que salian del agua, festa que

(1) Así se llama hoy por la sal ó tequezquite que se ora de
la haz de la tierra: hoy tiene corta población como de trecien-
tos vecinos; pero su ven claramente las ruinas de la casa del
hermano de Muteczuma cerca de donde está la parroquia, mi-
rando á la laguna de Tezcuco.