Diferencia entre revisiones de «Página:13 Cartas del Famoso Conquistador Hernán Cortés.pdf/176»

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vuestra majestad. E que les pedia por merced me ficiesen saber quién eran, y si eran vasallos naturales de los reinos y señoríos de vuestra alteza, me escribiesen si venian á esta tierra por su real mandado, ó á poblar y estar en ella, ó si pasaban adelante
vuestra majestad. E que les pedia por merced me
ó habian de volver atras; ó sí traían alguna necesidad, que yo les haria proveer de todo lo que á mí posible fuera. E que si eran de fuera de los reinos de vuestra alteza, asimismo me hiciesen saber si traían alguna necesidad, porque tambien lo remediaría pudiendo. Donde no, que les requeria de parte de vuestra majestad que luego se fuesen de sus tierras y no saltasen en ellas; con apercebimiento
ficiesen saber quién eran, y si eran vasallos natura-les de los reinos y señoríos de vuestra alteza, me es-
que si así no lo ficiesen, iria contra ellos con todo el poder que yo tuviese, así de españoles como de naturales de la tierra, y los prenderia ó mataría como extranjeros que se querían entremeter en los reinos y señoríos de mi rey y señor. E partido el dicho religioso con el dicho despacho, dende en cinco dias llegaron á la ciudad de Temixtitan veinte españoles de los que en la villa de la Veracruz tenia; los cuales me traían un clérigo y otros dos legos que habian tomado en la dicha villa; de los cuales supe cómo la armada y gente que en el dicho puerto estaba era de Diego Velazquez, que venia por su mandado, y que venia por capitan della un Pánfilo Narvaez, vecino de la isla Fernandina. E que traían
cribiesen si venian á esta tierra por su real manda-
ochenta de caballo y muchos tiros de pólvora y ochocientos peones; entre los cuales dijeron que
do, ó á poblar y estar en ella, ó si pasaban adelante
ó habian de volver atras; ó sí traían alguna necesi-dad, que yo les baria proveer de todo lo que á mí
posible fuera. E que si eran de fuera de los reinos
de vuestra alteza, asimismo me hiciesen saber si
traían alguna necesidad, porque tambien lo reme-
diaría pudiendo. Donde no, que les requeria de par-
te de vuestra majestad que luego se fuesen de sus
tierras y no saltasen en ellas; con apercebimiento
que si así no lo ficiesen, iria contra ellos con todo el
poder que yo tuviese, así de españoles como de na-
turales de la tierra, y los prenderia ó mataría como
extranjeros que se querían entremeter en los reinos
y señoríos de mi rey y señor. E partido el dicho
religioso con el dicho despacho, dende en cinco dias
llegaron á la ciudad de Temixtitan veinte españoles
de los que en la villa de la Veracruz tenia; los cua-les me traían un clérigo y otros dos legos que ha
bian tomado en la dicha villa; de los cuales supe
cómo la armada y gente que en el dicho puerto es-
taba era de Diego Velazquez, que venia por su man-
dado, y que venia por capitan delía un Pánfilo Nar-
vaez, vecino de la isla Fernandina. E que traían
ochenta de caballo y muchos tiros de pólvora y
ochocientos peones; entre los cuales dijeron que