Diferencia entre revisiones de «Página:13 Cartas del Famoso Conquistador Hernán Cortés.pdf/639»

 
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barca arriba,y que la dejaron cinco leguas de allí con diez españoles que la giaron, y que con la canoa tampoco habian podido llegar, porque venian muycansados de remar; pero que quedaba una legua de allí escondida; y que viniendo el rio arriba las habian subido algunos hartos y peleado con ellos, aunque habian de pocos, pero que creian que para la vuelta que se habian de juntar á esperadlos. Hice ir luego gente que subiese la canoa á do estaban las balsas, y puesto en ella todo el bastimento que habiamos recogido, meti a gente que era menester para guiarnos con unas palancas grandes, para amparar de árboles que habian en el rio asaz peligrosas, y lagente que quedó señaló un capitan y mandé que se fuesen por el camino que habiamos traido, y si llegasen primero que yo, esperasen ellos donde habiamos descendido, é que yo iria alli á tomarlos, y que si yo llegase primero, yo los esperaria: é yo metime en aquella canoa con las balsas con solos dos ballesteros, que no tenia más. Aunque era el camino peligroso, por la gran corriene y ferocidad del rio, como porque se tenia por cierto que los indios habian de esperar al paso, quise yo ir alli porque habiese mejor recaudo: y encomendándome a Dios me dejé el rio abajo ir, y llevabamos tal andar, que en tres horas llegamosdonde habia quedado la balsa, y no quisismos echar alguna carga en ella para aliviar las balsas. Era tanta la corriente, que jamas puedieron pasar, é yo meti-
barca arriba, y que la dejaron cinco leguas de allí con diez españoles que la guardasen, y que con la canoa tampoco habian podido llegar, porque venian muy cansados de remar; pero que quedaba una legua de allí escondida; y que viniendo el rio arriba les habian salido algunos indios y peleado con ellos, aunque habian de pocos, pero que creían que para la vuelta que se habian de juntar á esperadlos. Hice ir luego gente que subiese la canoa á do estaban las balsas, y puesto en ella todo el bastimento que habiamos recogido, meti a gente que era menester para guiarnos con unas palancas grandes, para amparar de árboles que habian en el rio asaz peligrosos, y la gente que quedó señalé un capitan y mandé que se fuesen por el camino que habiamos traido, y si llegasen primero que yo, esperasen ellos donde habiamos desembarcado, é que yo iria alli á tomarlos, y que si yo llegase primero, yo los esperaria: é yo metime en aquella canoa con las balsas con solos dos ballesteros, que no tenia más. Aunque era el camino peligroso, por la gran corriente y ferocidad del rio, como porque se tenia por cierto que los indios habian de esperar al paso, quise yo ir alli porque habiese mejor recaudo: y encomendándome a Dios me dejé el rio abajo ir, y llevabamos tal andar, que en tres horas llegamos donde habia quedado la barca, y aun quisimos echar alguna carga en ella para aliviar las balsas. Era tanta la corriente, que jamas puedieron parar, é yo meti-