Diferencia entre revisiones de «Página:La Atlantida (1886).djvu/249»

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{{brecha}}De un sorbo devora ciudad, riscos, Atlántida, Atlantes, cieno, espumas, aves y ballenas; y, en terrible é infernal remolino, un aluvión de pueblos, encinares, bajeles y peñascos.
De un sorbo devora ciudad, riscos, Atlántida, Atlantes, cieno, espumas, aves y ballenas; y, en terrible é infernal remolino, un aluvión de pueblos, encinares, bajeles y peñascos.




{{brecha}}Regolfada intérnase la densa tempestad junto con el turbión con que volqueándose luchaba en las aguas; si vuelve el monstruo á abrir la boca, enjugaráse la mar, y sólo habrá, para darle, astros á pedazos.


Regolfada intérnase la densa tempestad junto con el turbión con que volqueándose luchaba en las aguas; si vuelve el monstruo á abrir la boca, enjugaráse la mar, y sólo habrá, para darle, astros á pedazos.


{{brecha}}Enhórnase la espada, y convierte la vorágine en un vesubio, que á cada instante flamea y ulula con más ronco acento, subiendo par él arrasadora columna de un diluvio de fuego, que ni escombros ni agua pueden atarjar.




Enhórnase la espada, y convierte la vorágine en un vesubio, que á cada instante flamea y ulula con más ronco acento, subiendo par él arrasadora columna de un diluvio de fuego, que ni escombros ni agua pueden atarjar.
{{brecha}}¡Tremendo castigo! con sus candentes armas, rocas y guijarros, combustible del Teyde, suben los Atlantes, y, envueltos en ríos de lava, los recibe el ancho cráter para des pedirlos á mayor altura, entre ingentes globos de llamas.





{{brecha}}Tiemblan los viecinos reinos; con marmóreas ligaduras sujetos al que se sume, ¡qué mucho que tiemblen! Albión, España y Libia, ramas de tal árbol, por momentos caen á trozos en la mar.<br><br>
¡Tremendo castigo! con sus candentes armas, rocas y guijarros, combustible del Teyde, suben los Atlantes, y, envueltos en ríos de lava, los recibe el ancho cráter para des pedirlos á mayor altura, entre ingentes globos de llamas.



Tiemblan los viecinos reinos; con marmóreas ligaduras sujetos al que se sume, ¡qué mucho que tiemblen! Albión, España y Libia, ramas de tal árbol, por momentos caen á trozos en la mar.<br><br>


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