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{{brecha}}Hoy culmina una larga lucha de las fuerzas populares, para recuperar para Chile el cobre, como su riqueza esencial; pero al mismo tiempo —y hay que repetirlo— queremos nosotros terminar con el latifundio, hacer que las riquezas mineras, no sólo el cobre, sean de nosotros. Estatizar los bancos y nacionalizar las empresas industriales monopólicas o fundamentales para Chile, estratégicas.
Hoy culmina una larga lucha de las fuerzas populares, para recuperar para Chile el cobre, como su riqueza esencial; pero al mismo tiempo —y hay que repetirlo— queremos nosotros terminar con el latifundio, hacer que las riquezas mineras, no sólo el cobre, sean de nosotros. Estatizar los bancos y nacionalizar las empresas industriales monopólicas o fundamentales para Chile, estratégicas.


{{brecha}}Es por eso que cada hombre y cada mujer deben entender que queremos colocar la economía al servicio del hombre de Chile, y que los bienes de producción esenciales deben estar en el área de la economía social para poder, de esta manera, aprovechar sus excedentes y elevar las condiciones materiales de existencia del pueblo y abrirle horizontes espirituales distintos. De allí también que hoy, en que expresamos que Chile será dueño del cobre, tengamos también que agregar que, lamentablemente, no podremos aprovechar los excedentes del cobre y tendremos que invertir no sólo gran parte de las utilidades, sino todas ellas, precisamente, en defender el cobre y hacer que este alcance los niveles de producción que son indispensables para Chile. Eso se deberá a las condiciones en que recibimos las minas, como oportunamente lo destacaré.
Es por eso que cada hombre y cada mujer deben entender que queremos colocar la economía al servicio del hombre de Chile, y que los bienes de producción esenciales deben estar en el área de la economía social para poder, de esta manera, aprovechar sus excedentes y elevar las condiciones materiales de existencia del pueblo y abrirle horizontes espirituales distintos. De allí también que hoy, en que expresamos que Chile será dueño del cobre, tengamos también que agregar que, lamentablemente, no podremos aprovechar los excedentes del cobre y tendremos que invertir no sólo gran parte de las utilidades, sino todas ellas, precisamente, en defender el cobre y hacer que este alcance los niveles de producción que son indispensables para Chile. Eso se deberá a las condiciones en que recibimos las minas, como oportunamente lo destacaré.


{{brecha}}Solo quiero insistir que, porque el pueblo es gobierno, es posibles que hoy día digamos que el cobre será de los chilenos. Porque los grupos minoritarios que gobernaron el país -las viejas y rancias oligarquías- siempre estuvieron comprometidas con el capital foráneo y muchos de sus miembros defendieron los intereses extranjeros, postergando los sagrados intereses nacionales.(APLAUSOS)
Solo quiero insistir que, porque el pueblo es gobierno, es posibles que hoy día digamos que el cobre será de los chilenos. Porque los grupos minoritarios que gobernaron el país -las viejas y rancias oligarquías- siempre estuvieron comprometidas con el capital foráneo y muchos de sus miembros defendieron los intereses extranjeros, postergando los sagrados intereses nacionales.(APLAUSOS)
{{brecha}}Queremos que se entienda, entonces, que ha habido en los últimos decenios dos concepciones distintas. La primera, típicamente capitalista, para entregar el manejo del cobre, libremente, a las empresas en el juego de la industria privada. Por eso, lamentablemente también, hay que recordar que cuando se entregaron estas riquezas, se negó a los chilenos la capacidad de poder manejarlas. Se menospreció al hombre nuestro, y se nos entregó a la tutela extranjera. Ello no sólo permitió que salieran de la patria cantidades fabulosas de dinero, riquezas inmensas, para ir a tonificar economías extrañas, sino que esta misma dependencia nos impuso no sólo, repito, la salida de recursos económicos, sino al mismo tiempo limitó nuestras posibilidades de preparación técnica.<br />
Queremos que se entienda, entonces, que ha habido en los últimos decenios dos concepciones distintas. La primera, típicamente capitalista, para entregar el manejo del cobre, libremente, a las empresas en el juego de la industria privada. Por eso, lamentablemente también, hay que recordar que cuando se entregaron estas riquezas, se negó a los chilenos la capacidad de poder manejarlas. Se menospreció al hombre nuestro, y se nos entregó a la tutela extranjera. Ello no sólo permitió que salieran de la patria cantidades fabulosas de dinero, riquezas inmensas, para ir a tonificar economías extrañas, sino que esta misma dependencia nos impuso no sólo, repito, la salida de recursos económicos, sino al mismo tiempo limitó nuestras posibilidades de preparación técnica.<br />