Diferencia entre revisiones de «Almagesto: Libro VIII - Capítulo 06»

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[[File:Almagesto_Libro_VIII_FIG_3.png|center|379px|Fig. 8.3]]
<center>{{c|Fig. 8.3</center>}}
 
[Finalmente], en el caso de las estrellas de igual magnitud que salen a iguales distancias en Latitud [desde el Sol], cuanto más la Eclíptica esté inclinada al Horizonte, [por ende] haciendo un ángulo DEZ más pequeño, mayor [será la] distancia [solar] EZ en la cuál la estrella tendrá su primera visibilidad.
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[[File:Almagesto_Libro_VIII_FIG_4.png|center|379px|Fig. 8.4]]
<center>{{c|Fig. 8.4</center>}}
 
[Para demostrar esto], en la figura descrita [Fig. 8.4.], sea EZ la distancia dada desde una observación en cualquier Latitud terrestre sea cual fuere. Entonces dado que, nuevamente, los [dos grandes arcos del círculo] BΘ y ZA han sido dibujados para encontrarse [con] los dos grandes arcos del círculo HB y HZ,
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[[File:Almagesto_Libro_VIII_FIG_N.png|center|379px|Fig. N]]
<center>{{c|Fig. N</center>}}
 
Pensamos que lo anterior es suficiente como demostración de los métodos en éste tipo de investigación teórica, suficiente [como mínimo] de modo que no pueda decirse que hemos obviado este tema. Sin embargo, viendo que el cálculo de éste tipo de predicción es de gran complejidad, no sólo por el gran número de diferentes Latitudes terrestres e Inclinaciones de la Eclíptica involucradas, sino también debido a la gran multitud [(cantidad)] de estrellas fijas; viendo, también, que, con respecto a las presentes observaciones de las fases <ref name="Referencia 211"></ref> es laborioso e incierto, ya que [las diferencias entre] los mismos observadores y la atmósfera en las regiones de observación pueden producir variaciones en y debido alrededor del momento de la supuesta primer ocurrencia, como ha quedado claro, al menos para mí, desde mi propia experiencia y desde las discrepancias en éste tipo de observaciones; viendo, además, que debido al movimiento [a través de la Eclíptica] de la esfera de las estrellas fijas, incluso para las Latitudes terrestres individuales, las salidas, culminaciones y puestas simultáneas no pueden permanecer siempre idénticas con las presentes, lo que tomaría una gran cantidad de cálculos numéricos y geométricos para calcularlas [y] hemos decidido prescindir de una operación de éste tipo [que] requiere mucho tiempo. Por el momento nos conformamos así mismos con las [fases] aproximadas las cuáles pueden ser derivadas tanto desde <ref name="Referencia 212"></ref> los registros iniciales <ref name="Referencia 213"></ref> [más antiguos] o tanto desde la manipulación actual del [globo] de las estrellas para cualquier estrella en particular. Además, notamos que los pronósticos correspondientes a los estados de la atmósfera derivados de las primeras y últimas visibilidades (si incluso uno asigna a ésta como causa [de los cambios en el clima], y no más bien a las posiciones [del Sol] en la Eclíptica), son casi siempre aproximaciones, y no exhiben una regularidad perfecta e invariabilidad: parece que éste factor casual tiene solamente una aplicación general, y deriva su intensidad, no tanto desde los tiempos actuales de la primera y de la última visibilidad, sino tanto desde las configuraciones con respecto al Sol, tomadas a intervalos en números redondos, y, en parte, las inclinaciones <ref name="Referencia 214"></ref> de la Luna en aquellas configuraciones.