Diferencia entre revisiones de «Las mil y una noches:465»

Contenido eliminado Contenido añadido
Lingrey (Discusión | contribs.)
Sin resumen de edición
Línea 9:
"¡... La fortuna de nuestro padre fue a parar a tus manos!"
 
Y Juder se vio obligado a recurrir en contra de ellos a los jueces y a hacer comparecer a los testigos musulmanes que habían asistido al reparto y que dieron fe de lo que sabían; así es que el juez prohibió a los dos hermanos mayores que tocaran el patrimonio de Juder. Pero laslos costascostos del proceso hicieron perder a Juder y a sus hermanos parte de lo que poseían. Aquello, sin embargo, no impidió que estos últimos conspiraran contra Juder, el cual se vio obligado a apelar una vez más en contra de ellos a los jueces; y de nuevo el pleito les hizo gastar a los tres una buena parte de su peculio en las costas. Pero no cejaron en sus propósitos, y fueron a un tercer juez, y luego al cuarto, y así sucesivamente, hasta que los jueces se comieron toda la herencia, y los tres quedaron tan pobres que no tenían ni una moneda de cobre para comprarse un panecillo y una cebolla.
 
Cuando los dos hermanos Salem y Salim se vieron en aquel estado, como ya no podían reclamar nada a Juder, que estaba tan miserable como ellos, conspiraron contra su madre, a la que engañaron y despojaron después de maltratarla. Y la pobre mujer fué llorando en busca de su hijo Juder, y le dijo: "¡Tus hermanos me han hecho tal y cual cosa! ¡Y me han privado de mi parte de herencia!" Y empezó a proferir imprecaciones contra ellos.