Diferencia entre revisiones de «La gota de agua»
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== - I - ==
Jamás se vio un matrimonio más dichoso que el de D. Juan de Dios Cordero -médico cirujano de un pueblo demasiado grande para pasar por aldea, y demasiado pequeño para ser considerado como ciudad-; y doña Fermina Alamillos, ex-profesora de
Cuando alguien preguntaba a doña
Juan de Dios no tenía más opinión que la de su mujer; a él le había tocado trabajar como médico-cirujano, y a su esposa economizar lo ganado en aquel pueblo a fuerza de sudores y fatigas, porque no todos los enfermos pagaban; unos por falta de recursos, y los más porque se morían. Esta era la única mancha que tenía Juan de Dios sobre su conciencia; muchos de los pacientes, a los que había dado pasaporte para el otro mundo, no estaban condenados a morir. Acostumbrado a curar siempre con sangrías, había precipitado con ellas el fin de bastantes desgraciados; pero cuentan, que a pesar de eso, el honrado doctor, hombre excelente, dormía como un bienaventurado, y que jamás se le apareció en sueños ninguna de sus víctimas.
Acababa de acostarse Juan de Dios, serían las nueve de una noche fría y lluviosa del mes de Marzo, cuando llamaron a la puerta. Marido y mujer se sobresaltaron; hubo una ligera polémica sobre si debía abrirse o no, y ya era cosa resuelta que no se abriría, porque este fue el parecer de la esposa, cuando entró la
-Señor, avisan a usted con urgencia para una enferma.
-No puede ir -gritó doña
-Mujer, por Dios -suplicó el marido...
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-Te vas a resfriar.
-¿Y si por no constiparme se muere esa
-¿Y si coges una pulmonía y te mueres tú?
Línea 29:
-¿Qué respondo al criado de la señora baronesa? -preguntó la criada.
-¡Ah! ¡Se trata de la señora baronesa! -exclamó
Entre las debilidades de aquella honrada mujer, pues todos las tenemos, era la principal su deseo de tratar a personas de elevada alcurnia. Hacía más de un año que la
-Di al
-¿Qué estás diciendo? -exclamó la esposa-. ¿Dejarás morir a esa señora?
Línea 39:
-Por no resfriarme, por no darte un disgusto...
-No, esposo mío, no te resfriarás. Ponte el abrigo forrado de pieles, la bufanda, la capa, el gorro bajo el sombrero y ve en coche. ¿Ha mandado el
-Sí, señora -contestó la criada.
-Pues anda,
Diez minutos después salía el médico de su casa.
Doña
== - II - ==
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