Diferencia entre revisiones de «La vocación»

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Esta y Miguel se juraron un amor eterno, y el joven se alejó del lugar, prometiendo a su amada no volver hasta que fuese digno de alcanzar su mano.
 
Una semana después, Javier abandonaba su casa huyendo a la corte en busca de aventaras. Mateo era, por lo tanto, el único hijo que le quedaba al desgraciado Juan.
 
Este y su mujer, alarmados por la ausencia de Miguel y la fuga de Javier, decidieron dejar a Mateo seguir la carrera que desease, y el muchacho, al cabo de algunos años, fue médico, contra la voluntad de su tío, que sostenía siempre que el chico tenía disposición para ser un gran arquitecto.
 
Miguel escribía con frecuencia a sus padres y a Margarita. Gracias a su trabajo y a su buen comportamiento, el joven había llegado a ser oficial, y sólo esperaba ganar el grado de capitán para volver a su pueblo y casarse con la hija del organista.
 
En cuanto a Javier, nadie había vuelto a saber de él, ni aun su hermano Mateo, por el que tenía marcada predilección.
 
Hacía bastantes años que ambos jóvenes habían abandonado su país, cuando llegó a este una nueva, que llenó de espanto a Juan y a su familia. Había estallado la guerra civil, y uno de los regimientos mandados para apaciguar la insurrección era aquel del cual era Miguel teniente.
 
Muchas promesas hizo la madre, no pocas hizo la novia para que la Virgen le librase; y la primera noticia que de él tuvieron fue que en un encuentro habido con las tropas rebeldes se había portado con tanto valor, que había obtenido el deseado grado de capitán.
 
 
 
== - IV - ==