Diferencia entre revisiones de «El Domingo de Ramos»

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nes sorprendidos con gritos de júbilo que pueden decirse de muerte para las aves desventuradas que aún no tuvieron la felicidad de poder levantar su vuelo, y cuántas viviendas, con ímprobos trabajos fabricadas para cobijarse en ellas amorosas parejas con el fruto de su union, caen de improviso desde la altura, destrozándose contra las duras rocas ó hundiéndose en el engrosado arroyo que las arrastra en sus aguas ! Mas, como todos hemos nacido para morir ( de buena ó mala muerte ), y todo aquello tiene un objeto y fin piadosos, en gracia á que es buena la intencion, perdonando Dios lo que hay de culpable en semejantes desafueros, los árboles que sufrieron el despojo, tornan, por permision del Cielo, á estar tan verdes y lozanos, que al año siguiente pueden aprontar el mismo contingente de ramas, y sufrir, sin menoscabo, iguales deterioros que en los pasados padecieron.
 
Quizá por esto, ni olivos ni laureles desaparecen ni van á ménos, ni dejan nunca, Domingo de Ramos, de verse en toda iglesia ó catedral de Galicia, verdaderos bosques de ''ramos'' de laurel y de olivo, pudiendo oirse, cuando los que los ostentan en sus manos los levantan y hacen chocar unos contra otros, un rumor como de mansas olas, que, al resonar bajo las altas naves de piedra cuando el órgano y los cánticos re-