Espacio, materia y movimiento
LOS CUATRO INFINITOS
Espacio, materia y movimiento.
Abstracción hecha del intangible infinito tiempo, solo quedan dos infinitos reales como constituyentes del Universo.
La existencia real del primero es tan evidente como la del segundo: cada uno de nosotros ocupa una porción de espacio que no puede ocupar a la vez otro individuo. Luego, el espacio existe.
Cierto es que el espacio no tiene límites, que es intangible e imponderable y que por lo menos no es susceptible de aumento ni de diminución, ni es comprimible ni transportable. Y cierto es también que no es mensurable o que solo lo es gracias a una ficción dentro de los es trechísimos límites de la humana observación, y eso de una manera puramente relativa, puesto que ni el Hombre ni los objetos que lo rodean, ni nuestro mismo sistema planetario, ocupan, hoy el mismo lugar que ocupaban ayer ni el que ocuparán mañana: su posición en el Cosmos cambia incesantemente, de modo que no han ocupado ni ocuparán dos veces el mismo punto en el infinito espacio. Este es fijo, y la porción de él ocupada por un cuerpo no puede ser ocupada a la vez por otro.
Los cuerpos pueden aumentar o diminuir de tamaño y ocupar así una porción aparentemente más o menos grande del espacio, pero éste no aumenta ni diminuye: siempre permanece siendo el mismo, fijo, perenne, inmutable. Solo lo que lo llena está en movimiento, porque, en efecto, el espacio está lleno: está ocupado por la materia. El vacío absoluto no existe, así como tampoco existe la nada, puesto que, aun carente de materia, siempre existiría el espacio, que es algo, desde que su existencia es real y positiva, como que es lo único inmóvil en el Universo.
El Cosmos no tiene ni piso ni techo, ni muros de circunvalación es un abismo sin fondo en todas direcciones; es un infinito; y, como tal, sin límites; de modo que la materia que lo llena, careciendo de punto de apoyo, como carece, vaga en el espacio haciendo imposible el vacío absoluto. La materia es la que con sus incesantes y vertiginosos movimientos en el espacio, nos dá una idea objetiva, aunque puramente relativa, del reposo y del movimiento.
Así como nos resulta algo imposible la existencia de algo que ocupe espacio y no sea materia, así también es absolutamente inútil que tratemos de figurarnos algo inmaterial que pueda ser menos que el espacio o estar fuera del espacio. La nada absoluta no sería más que espacio vacío: la más ínfima expresión de la nada concebible por la inteligencia humana. Espacio y materia son dos infinitos inseparables, cuya relación consiste en que el primero es el continente y el segundo es el contenido. Luego, es imposible figurarse la existencia del segundo sin la existencia del primero.
Cuando se abarca el Universo en su conjunto, el contenido solo es concebible como materia, mientras que el continente (espacio), forzosamente inmaterial, es la negación de toda forma y, como tal, representa el reposo absoluto en la eterninad del infinito tiempo.
¿Es concebible para la humana inteligencia y definible bajo una forma axiomática, la coexistencia de un tercer infinito inmaterial, de un orden superior al infinito tiempo y al infinito espacio?