Ese coral venturoso
Ese coral venturoso,
Que para aseos de un lazo
Pudo llegar a tu brazo,
Siendo por necio dichoso;
¡Oh cómo brilla glorioso,
Abonando su fineza,
Con tu divina belleza!
Pues ya debe su valor
A tu boca la color,
A tu pecho la dureza.
Esta poesía forma parte del libro Música de el Parnaso (1705)