Erguíos, no estéis postrado

Nota: Esta transcripción respeta la ortografía original de la época.


XCII


Erguíos, no estéis postrado,
que no es justo ni razón
que esté ante mí de finojos
quien reyes afinojó.

Cubrid las canas honradas
de grande prez y valor,
y del más leal vasallo
que tuvo rey ni señor.
Quedaos á yantar conmigo,
que me faréis gran favor,
y me tendrán las viandas
d’este yantar mejor pro.
Y desque hayamos yantado,
vos quiero facer favor
de contaros de la enmienda
del tuerto de Carrión.
Mas quiero facerlo luégo:
sabed que le plugo á Dios
de guardarles sendos reyes
á Elvira y á doña Sol:
seré en las bodas padrino,
pues casamentero soy
porque para fijas vuesas
los tales padrinos son.
Alvar Fáyez de Minaya
vueso presente nos dió,
yo y nusco le recibimos
con gran talento y amor,
y por primeras mercedes
bien dignas de quien vos sois
mando que no haya cadera
en vuesa comparación,
si no fuere, cual yo, rey,
ó dignidad superior.—
Esto dijo el rey Alfonso
á ese buen Cid Campeador.