Epitafio para la sepultura del mismo

​Epitafio para la sepultura del mismo[1] de Hernando de Acuña


 Aquella luz que a Italia esclarecía   
 y ahora con morir la ha oscurecido,   
 aquel alto valor que siempre ha sido    
 columna do virtud se sostenía,   
 

 aquel saber de donde procedía   
 el remedio y restauro en lo perdido;   
 aquel sublime esfuerzo, tan temido,   
 del fuerte corazón que no temía.   
 

 aquel gran ser do junto se hallaba   
 el consejo y efecto, en paz y en guerra,  
 para hazañas de inmortal memoria;   
 

 y, en fin, a quien el mundo no bastaba,   
 aquí lo cubre muerte en poca tierra,   
 y lo que mereció goza en la gloria. 



  1. Se refiere al Marqués de Vasto