Encuentro (Balart)

Sus mejores versos
Encuentro

de Federico Balart


Yo caminaba doliente
(¡como tantos caminantes!)
cuando encontré, de repente,
los trozos de una serpiente
que aun vibraban palpitantes.
Y, ante aquel cuadro abatida,
con angustia y con horror
pensó el alma dolorida:
«¡Ya en el ser no queda vida,
y aun sigue vivo el dolor!»