Enciclopedia Chilena/Partidos políticos/Radical, Partido (2)

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Radical, Partido
Artículo de la Enciclopedia Chilena

Este artículo es parte de la Enciclopedia Chilena, un proyecto realizado por la Biblioteca del Congreso Nacional de Chile entre 1948 y 1971.
Código identificatorio: ECH-2840/31
Título: Radical, Partido
Categoría: Partidos políticos
Desambiguación Existen otras versiones de este artículo en Radical, Partido (desambiguación)


PARTIDO RADICAL

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Historia

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Los acontecimientos históricos precursores del Partido Radical Chileno, deben encontrarse en la publicación de "Sociabilidad Chilena", hecha por Francisco Bilbao en 1844, y en las actuaciones políticas posteriores del joven ideólogo. En "Sociabilidad Chilena", Bilbao criticaba vivamente la organización política y religiosa de la época y del pasado, señalando ideas y principios que, poco a poco, habrían de ir constituyendo la base doctrinaria del radicalismo. Más tarde, en 1850, luego de regresar de Europa y participando ya de ideas socialistas, propiciaba la formación de un partido demócrata, popular, que representara los intereses de las clases trabajadoras. Las ideas de Francisco Bilbao, la influencia que ejercieron en la época y la agitación que promovieron no sólo dieron base al contenido ideológico del radicalismo chileno, sino que contribuyeron a la formación misma del conglomerado político.

Como fecha de nacimiento del Partido Radical chileno, puede señalarse el año 1857. Gobernaba por aquellos años el Presidente don Manuel Montt. El año anterior, por acontecimientos de orden religioso, un gran sector del partido que lo acompañaba en su gobierno, se había separado de él, formando el Partido Conservador con base religiosa. Separado del Gobierno, el Partido Conservador hizo poco a poco causa común con el Partido Liberal, que actuaba en la oposición, hasta que llegó a constituirse la Fusión liberal-conservadora, en 1857. Al formarse la Fusión, hubo un gripo de liberales exaltados que la rechazó vivamente, por considerar que se oponía a la pureza de los principios liberales y porque podía significar un entorpecimiento para el triunfo integral de estos principios. Este grupo de liberales terminó organizando el Partido Radical. Elementos preponderantes en estos acontecimientos fueron los hermanos Matta y los hermanos Gallo, especialmente don Manuel Antonio Matta y don Pedro León Gallo, ricos mineros de la zona norte.

Simultáneamente con estos acontecimientos, se publicó en Santiago el periódico "La Asamblea Constituyente", que propiciaba los principios que constitían la base del nuevo partido y en el cual colaboraban, junto a liberales avanzados, algunas de sus más prominentes figuras, tales como don Angel Custodio Gallo, don Manuel Antonio Matta y don Guillermo Matta.

Las ideas propiciadas por el nuevo Partido Radical lo caracterizaron desde sus primeros años. Propiciaba una reforma completa de la Constitución Política, el establecimiento del sufragio universal y el establecimiento integral de las ideas liberales y de un avanzado republicanismo. En materia religiosa querían una total libertad e igualdad de cultos, sin ninguna distinción, dejando las ideas religiosas entregadas sólo a la conciencia de los individuos. Querían enseñanza laica; pero no anti religiosa. En general, puede advertirse en este contenido ideológico, lo que ha sido, llamado "puritanismo ideológico", ya que propiciaban sin vacilaciones la implantación de los principios liberales.

Desde su formación, el Partido Radical atrajo hacia sus filas a la clase media chilena. Hasta aquella época continuaba el predominio social y político de las clases aristocráticas. Ahora, y luego de una gestación muy semejante a la lucha de patricios y plebeyos en la antigua Roma, se advertía ya una clase media con orientaciones y conciencia propias, formada por industriales, comerciantes e intelectuales que habían ascendido en la escala social. La mayor parte de estos elementos se sintió interpretada por el Partido Radical, que defendía el sufragio universal y que con sus principios abría nuevos horizontes a las clases modestas. El Partido Radical tuvo, así, esta nueva característica de ser el Partido de la clase media.

Otra característica histórica del Partido Radical, a la fecha de su nacimiento, fué su naturaleza laica y, a veces, anti religiosa. En aquella época, la influencia del clero era poderosa y en todas partes mantenía estrecha unión con los elementos del Gobierno y con las clases dirigentes. Se produjo, así, un choque violento entre los elementos del nuevo partido, que se hacía oposición al gobierno y que propiciaba avanzados principios liberales. En las asambleas políticas, en el púlpito, en cientos de libros y folletos repartidos por todo el país, la lucha tuvo caracteres inusitados de violencia, que agitaron violentamente a la sociedad de entonces. El caracter laico del Partido adquirido en estos años de su gestación histórico, habría de acompañarlo durante toda su existencia, hasta la época actual, como uno de sus elementos básicos. En cambio, el carácter anti-religioso, aminorado poco a poco a través de su gestación histórica, ha desaparecido por completo.

Se ha visto que el Partido Radical tuvo su origen en elementos liberales. Sin embargo, es preciso señalar, para definir en debida forma su naturaleza histórica, algunas diferencias fundamentales que en su nacimiento tuvo con el Partido Liberal del cual procedía. Desde luego, aún cuando en el fondo los principios eran casi los mismos, los liberales, después de larga lucha, no tenían ya la misma exaltación de los primeros tiempos para luchar por ellos, y fué así que aceptaron la fusión con el Partido Conservador. Los radicales, en cambio, nacieron con una rigidez doctrinaria a toda prueba. El Partido Liberal, por otra parte, a diferencia del nuevo partido, había mantenido una absoluta prescindencia en materias religiosas y había contenido en su seno a poderosos elementos de la aristocracia.

En sus primeros años no tuvo el Partido Radical ni organización ni características de partido político, mirado esto desde el punto de vista de las actuales concepciones. Era sólo un movimiento ideológico inorgánico, guiado por las inspiraciones de su patriarca don Manuel Antonio Matta, que le imprimía rumbo y directivas. "El radicalismo, dijo don Eduardo de la Barra, no es un Partido. Es un cuerpo de doctrina que aún no ha formado ni disciplinado sus legiones."

Sin embargo, su actuación aún en estos primeros años fué intensa y decidida, con caracteres bien señalados. Desde luego hizo oposición al gobierno de don Manuel Montt, coincidiendo en esto con la Fusión Liberal Conservadora. Dentro esta línea, sus más connotados personeros, como ya hemos visto, intervinieron era la redacción de "La Asamblea Constituyente", periódico en cual se atacaba duramente al Gobierno y se propiciaba la reforma de la Constitución de 1833. Al mismo tiempo, junto a los liberales exaltados, participaba en continuas reuniones, encaminadas a formar opinión en favor de sus principios y, en especial, de la reforma de la Constitución. Su propaganda, en el curso del año 1858, fué intensa y mantenida, abarcando todo el territorio de la República. A fines de ese año, en unión siempre con grupos liberales, sus elementos más caracterizados participaron en una tumultuosa reunión en el Club de la Unión, no obstante haber sido prohibida por el Gobierno. Disuelta por la fuerza pública, fueron apresadas más de cien personas, entre ellas Benjamín Vicuña Mackenna, Manuel Antonio Matta, Angel Custodio Gallo y Guillermo Matta. Durante estos sucesos, Manuel Antonio Matta tuvo actitudes tribunicias que contribuyeron a popularizar su nombre y el movimiento que encarnaba. Luego de un proceso legal, los hermanos Matta, Angel Custodio Gallo y Benjamín Vicuña Mackenna, fueron obligados a salir del país. A raiz de estos sucesos, la tensión política subió de tono y se decretó el estado de sitio para las provincias de Santiago Valparaíso y Aconcagua.

En Enero de 1859, estalló la revuelta armada en Copiapó, en San Felipe, en Talca y en otras localidades. Los elementos del naciente Partido Radical tuvieron en ella destacada intervención. La insurrección de Copiapó, encabezada por Pedro León Gallo, fué la única que logró mantenerse y crear inquietud. Pedro León Gallo, con su propio peculio armó un ejército de más de mil hombres y con él marchó hacia el sur. Derrotó al ejército gobiernista en la batalla de Los Loros y luego se apoderó de la ciudad de La Serena. Sin embargo, nuevos contingentes del gobierno, lo derrotaron posteriormente en la batalla de Cerro Grande. Pedro León Gallo logró emigrar a la Argentina con gran número de sus partidarios.

Durante el Gobierno de don José Joaquín Pérez, sucesor de don Manuel Montt, el Partido Radical continuó en la oposición, especialmente desde que el Presidente, rompiendo con el Partido Nacional, se apoyó unicamente en la Fusión Liberal-Conservadora. Al terminar el período presidencial de Pérez, el partido radical junto al partido nacional, apoyó la candidatura de don José Tomás de Urmeneta, en contra de la candidatura de don Federico Errázuriz Zañartu levantada por liberales y conservadores.

Aunque algunos de los miembros del Partido Radical habían sido elegidos en años anteriores como miembros del Congreso Nacional, bajo otras banderas, es sólo en el Congreso de 1864 cuando por primera vez se advierte representación diferenciada del Partido Radical. En aquel año, entre otros, resultó elegido diputado por Copiapó y Caldera don Manuel Antonio Matta. Por las mismas localidades fué elegido también don Tomás Gallo, como propietario, y don Pedro León Gallo, como suplente. En el Congreso de 1867 resultaron elegidos don Manuel Antonio Matta y don Pedro León Gallo; y en el de 1870, se agregó a ellos don Angel Custodio Gallo, como diputado por Caldera. En 1873, fué elegido don Guillermo Matta simultaneamente como diputado por Ovalle y Curicó, revelándose así la extensión que iba tomando el nuevo movimiento político. Optó por la representación de Ovalle. El primer senador fué don Pedro León Gallo, elegido por Atacama en 1876, siguiéndolo don Manuel Antonio Matta, elegido también por Atacama en 1879.

La primera entrada al Gobierno del Partido Radical se produjo en 1875. Era Presidente de la República en esa época don Federico Errázuriz Zañartu, quien gobernaba con el apoyo de la Fusión Liberal Conservadora. Divergencias producidas entre liberales y conservadores por problemas educacionales y por las llamadas "cuestiones teológicas", obligaron al Presidente a romper la fusión liberal conservadora, retirándose los conservadores de su gobierno. (1873) Organizó don Federico Errázuriz primero un gabinete exclusivamente liberal; y más tarde, en 1875 llamó al Partido Radical a colaborar en su gobierno. Para el jefe del radicalismo, don Manuel Antonio Matta, no fué una cosa sencilla decidirse a oír este llamado y hubo en un comienzo algunas dificultades; pero se cuenta que un día el Presidente Errazúriz lo tomó de la capa y le dijo: ¡Amigo, los tiempos han cambiado y es menester que nos entendamos¡ Producido el acuerdo, fué designado Ministro de Relaciones Exteriores, en 1875, don José Alfonso. En esta forma el Partido Radical por primera vez asumía responsabilidades de Gobierno y se daba un paso, precursor de la futura alianza liberal-radical.

Al ser reemplazado don Federico Errázuriz en la Presidencia de la República por don Anibal Pinto, el Partido Radical continuó colaborando en el Gobierno. Desde luego, continuó don José Alfonso en el cargo de Ministro de Relaciones Exteriores, desempeñando también en algunas ocasiones, en calidad de subrogante, las carteras del Interior y de Guerra y Marina. Más tarde fueron también ministros los radicales Alejandro Fierro y José Francisco Vergara.

En el gobierno de Santa María, a cuya elección había contribuído, el Partido Radical integró también el Ministerio en algunas ocasiones. En su primer Ministerio fué Ministro del Interior don José Francisco Vergara y de Guerra y Marina, don Carlos Castellón, quienes desempeñaron durante largo tiempo sus funciones.

En el transcurso de estos años habían ido formándose en diversas localidades las primeras Asambleas del Partido, organismos que constituyeron las primeras celulas orgánicas del nuevo Partido. La primera fué fundada en 1863 en Copiapó por Pedro León Gallo y Manuel Antonio Matta; la segunda, la fundó Abraham Kóenig en Ancud. En 1864 existían ya asambleas en Santiago.

Sin embargo, hasta 1888 estas asambleas eran organismos autónomos, sin un centro común que las coordinara, por cuyo motivo actuaban con independencia, faltando en muchas ocasiones la unidad de acción que corresponde a un Partido.

En 1888 se realizó en Santiago la primera Convención del Partido, de la cual habría de salir la organización de la colectividad y su programa. Se realizó este torneo en el Club Radical de Santiago y se inauguró el día 19 de Noviembre bajo la presidencia de don Manuel Antonio Matta.

El programa del Partido, que es el primero con que ha contado esta colectividad, decía textualmente en sus acápites de caracter general:

"La Convención Radical declara: Que en la organización vigente de la República, el régimen parlamentario que supone el Gobierno de Gabinete, debe ser estrictamente observado. Declara que el centralismo es un falseamiento del gobierno representativo, que altera el equilibrio de los poderes públicos, daña los intereses locales y debilita la acción social. Declara que el Municipio, la Provincia y la Nación, son tres organismos diferentes de la sociedad y que, en consecuencia, cada uno debe tener un gobierno propio y autónomo ....... Declara que siendo base indispensable de buen gobierno la moralidad política y administrativa, el Partido Radical debe combatir toda extralimitación de los poderes públicos, toda intervención en las elecciones y todo manejo que prive a los actos de los funcionarios de la publicidad o los substraiga a la responsabilidad que corresponda....... En consecuencia, la Convención resuelve que la Constitución y las leyes deben ser reformadas, a fin de dar a la República una organización más conforme con las actuales necesidades
de nuestro estado social, contemplando particularmente:......

A continuación detalla los puntos concretos del programa, de entre los cuales, y limitándonos al aspecto político, cabe destacar el respeto al derecho de sufragio, la libertad individual, la responsabilidad expedita de los funcionarios públicos, autonomía del Municipio, constitución de Asambleas Provinciales, verdad y proporcionalidad de la representación popular, supresión del Consejo de Estado, separación de la Iglesia y del Estado, cementerios comunes, enseñanza primaria gratuita y laica, mejoramiento de la condición legal de la mujer.

Fué planteado también en la Convención el problema del divorcio con disolución del vínculo; pero, a petición del presidente don Manuel Antonio Matta, se acordó no incluir este punto en el Programa, por no ser considerado de caracter público y prestarse a divergencias.

En el orden interno partidista, se acordó dar validez a las Asambleas ya fundadas y futuras, subpeditándolas a una autoridad central. Se creo para este objeto, el organismo llamado "Junta Central", formado por 15 miembros, de los cuales uno desempeñaría las funciones de Presidente y dos las de Vice Presidente. La primera Junta Central del Partido, designada en aquella misma Convención, fué la siguiente: Presidente, José Francisco Vergara; Vice Presidentes, Federico Varela y Enrique Mac Iver. Miembros: Juán Castellón, Joaquín Rodriguez Rozas, Eduardo Delano, José Agustín Gonzalez, Francisco Puelma Tupper, Valentín Letelier, Pedro Bannen, Teodosio Letelier, Juán Agustín Palazuelos, Abraham König, Abel Saavedra y Octavio Echegalles.

Al expirar el período de don Domingo Santa María y tratarse de la elección de su sucesor, se produjo la primera división del Partido Radical; y, al mismo tiempo, fué la primera vez que alcanzó a figurar un candidato presidencial radical. El partido liberal de gobierno y un sector del Partido Radical, contando con las simpatías de los círculos oficiales, levantó la candidatura de don José Manuel Balmaceda. A su vez los nacionales, grupos de liberales sueltos y el otro sector del radicalismo, realizaron una Convención a fin de elegir un candidato de oposición. El 6 de Enero de 1866 esta Convención eligió al radical don José Francisco Vergara; pero, por diversas razones y especialmente porque no encontró apoyo en el Partido Conservador, éste se vió obligado a renunciar el 22 de Mayo de aquel año.

En los primeros gabinetes de Balmaceda no figuró ningún radical; pero ya en Junio de 1889 fué nombrado Ministro de Guerra y Marina don Abraham König y en Octubre de aquel mismo año fué nombrado Ministro de Relaciones Exteriores, Culto y Colonización, don Juán Castellón.

La representación parlamentaria del Partido Radical acusa en estos años un apreciable incremento. Así, en el Congreso de 1888 obtuvo siete diputados y un senador; y en el Congreso de 1891 obtuvo la cantidad de veinte diputados y tres senadores.

En las postrimerías de su gobierno, el Presidente Balmaceda sólo contó con el apoyo político de un grupo liberal y hubo de afrontar la más violenta oposición de parte de liberales sueltos, radicales, nacionales y conservadores. El Partido Radical formó, pues, parte de esta activa oposición política; y luego simpatizó ampliamente con el movimiento revolucionario de 1891 que derrocó al Presidente Balmaceda. Instaurada la Junta de Gobierno que presidió don Jorge Montt, el patriarca radical don Manuel Antonio Matta fué designado Ministro de Relaciones Exteriores, Culto y Colonización. Más adelante, al ser elegido Presidente de la República el jefe de la Revolución don Jorge Montt, fueron Ministros en su gobierno los radicales Manuel Antonio Matta, don Francisco Valdés Vergara, don Juán Castellón, don Enrique Mac Iver... En el Congreso de 1894 obtuvo quince diputados.

Durante la era parlamentaria que siguió a la caída de Balmaceda, los partidos políticos se agruparon en dos grandes combinaciones llamadas "Alianza Liberal" (véase) y "Coalición" (véase). El Partido Radical formó parte invariablemente de la Alianza Liberal, contribuyendo a la elección de los Presidentes de la República don Germán Riesco, don Pedro Montt, don Ramón Barros Luco y don Arturo Alessandri; y propició las candidaturas presidenciales derrotadas de don Vicente Reyes en 1896; y de don Javier Angel Figueroa en 1915. Durante este mismo período, y como integrante de la Alianza Liberal, el Partido Radical formó parte de diversos Ministerios. Don Alberto Edwards ve en la actitud del partido en estos años un decaimiento de la pureza doctrinaria en contraste con la actitud asumida hasta 1891.

El 15 de Otubre de 1899 se realizó la segunda Convención del Partido, presidida por don Juán Castellón. Asistieron a ella 180 convencionales que representaban a las 85 asambleas que existían ya en aquella época. Esta Convención acordó agregar al programa de 1888 algunos puntos como la restricción de las facultades del Congreso para la concesión de pensiones, la reorganización de la beneficiencia con personal laico, la precedencia del matrimonio civil al religioso, la separación de la religión y la política. Acordó igualmente propiciar la unión de los partidos liberales, declarando que los gobiernos de Coalición son perniciosos.

La tercera Convención del radicalismo se realizó el 31 de Diciembre de 1906, bajo la presidencia de don Fidel Muñoz Rodríguez. Tuvo esta Convención una importancia capital para el Partido, ya que en ella se dilucidaron por primera vez en forma intensiva y directa los problemas sociales. Chocaron en ella des tendencias: una, individualista, encabezada por Enrique Mac Iver, que pertenecía a la escuela económica de Stuart Mill; y otra, socialista, encabezada por Valentín Letelier. Sostenía don Enrique Mac Iver que era menester mantener el programa, de 1888, sin modificaciones substanciales. El Partido Radical, según expresó, había nacido para defender la libertad y era, por lo tanto inaceptable acercarlo a la doctrina socialista, de tendencia autoritaria y que conduciría al radicalismo a una especie de colectivismo. Agregó que una tendencia sintetiza la antigua herencia de libertad y gloria; y la otra, el espíritu autoritario socialista. Don Valentín Letelier sostuvo que era el momento de introducir reformas substanciales en el programa del Partido, abarcando los problemas sociales; y de preocuparse de proteger a los obreros y a las clases necesitadas. "No hay que extrañarse, decía, que se llame socialista al Partido Radical, pues cuando nació a la vida política se le tildó también de socialista ironicamente, y además de comunista y sansimoniano. ¿No estamos condenados a que siempre se nos ponga epítetos?." Triunfó en esta Convención la tendencia renovadora y así el Partido introdujo en su programa principios de caracter social y llegando a sustentar una especie de socialismo de estado, pero encuadrado a las modalidades nacionales. El orden político acordó propiciar la reforma de la Constitución Política, introduciendo en ella, entre otras, las ideas de convertir el Senado en Cámara revisora, quitar a los parlamentarios la iniciativa para aumentar gastos públicos, crear el cargo de Vice Presidente de la República, creación de Asambleas Provinciales, Tribunal calificador de elecciones, etc.

En realidad, las ideas sociales que constituyeron especial preocupación de esta Convención, estaban ya agitándo al país (Véase Partidos Políticos, Bosquejo histórico general). El mismo Partido Radical se había inquietado ya por ellos en ocasiones anteriores, aunque no en forma sistemática y, así, en 1903 había designado una comisión presidida por don Melquisides Agüero para que informara sobre la cuestión obrera.

En 1919 realizó el Partido una nueva Convención, esta vez era la ciudad de Concepción y presidida por don Pedro Aguirre Cerda. Se introdujeron nuevos principios de caracter avanzado en el programa, sobre la base de un proyecto presentado por el señor Aguirre Cerda y por don Carlos Alberto Ruiz. "La verdad de fondo, decía el Presidente de lo Convención, es que los elementos oligárquicos experimentan realmente verdadero temor, verdadero pánico, ante el avance de este Partido.... porque va contra los actuales privilegios, no quiere castas, rechaza el centralismo y amenaza acabar sin contemplaciones con los intereses creados." Esta misma Convención acordó que el partido se retirara del Gobierno y de la Alianza Liberal, lo cual provocó la caída del Gabinete que en esos momentos acompañaba al Presidente don Juán Luis Sanfuentes.

En Noviembre de 1924 realizó el Partido una Convención en la ciudad de Santiago; en Abril de 1925, una en Chillán; y en Setiembre del mismo año, otra en Temuco. Durante la realización de estas tres Convenciones, era Presidente del Partido don Enrique Oyarzún Mondaca.

Durante el Gobierno de don Arturo Alessandri Palma, que puso término a la era parlamentaria y a cuya candidatura había contribuído decididamente, el Partido Radical tuvo actuación preponderante. Desde el primer Ministerio, encabezado por don Pedro Aguirre Cerda, los radicales, con sólo breves interferencias, ocuparon carteras ministeriales. En el Congreso de 1924, obtuvo el Partido cuarenta diputados y diez Senadores.

A la caída del Presidente Alessandri a raiz del movimiento militar del 5 de Setiembre de 1924, el Partido Radical fué, talvez, el mayor opositor que tuvo la Junta de Gobierno que reemplazó al gobierno constitucional. En la Convención de Noviembre de 1924 adoptó el acuerdo de condenar la intromisión militar en el Gobierno, en los términos siguientes: "1° Que condena el movimiento militar porque considera que la intromisión de la fuerza armada en el Gobierno de una República, es contraria a la esencia misma del régimen republicano; 2° Que, aunque en el manifiesto de la Junta Militar lanzado el 11 de Setiembre, el Partido Radical pudo ver sintetizadas algunas de las aspiraciones del país; es el hecho de que hasta hoy día ninguna de esas aspiraciones se ha realizado, y todo hace creer que no podrán ser realizadas por el Gobierno de Facto; 3° Que la única solución pacífica del impasse político, a que nos ha lanzado el movimiento militar, es la convocación rápida de una libre Asamblea Constituyente que asuma la integridad del poder político de la República". Pocos días después de este acuerdo, la Junta Central del Partido, ampliando los mismos conceptos, publicó un Manifiesto en el cual atacaba duramente a la Junta Militar, terminando con estas palabras: " Quedará por lo menos al Partido Radical la satisfacción de haber salvado su responsabilidad en la tragedia que el futuro prepara a la República.

Al producirse el movimiento de 23 de Enero de 1925 que repuso en su cargo al Presidente constitucional don Arturo Alessandri Palma, el Partido Radical solidarizó ampliamente con él; y ya desde un principio, su Presidente don Enrique Oyarzún suscribió con las directivas de los demás partidos que habían apoyado el Gobierno de Alessandri, el siguiente telegrama dirigido a éste: "Nuevo movimiento militar fué efectuado sobre la base de su regreso para terminar su período constitucional y realizar manifiesto once Setiembre cuyas condiciones son aceptadas por instituciones militares, partidos políticos y opinión popular. Nombre partidos que apoyaron su Gobierno, rogámosle manifestar aceptación y anunciar inmediato regreso. Situación enteramente favorable".

En los acontecimientos políticos posteriores, le cupo al Partido Radical destacada actuación en la designación del nuevo Presidente de la República para suceder a don Arturo Alessandri; y así, en unión con los partidos Conservador, Demócrata, Liberal Doctrinario, Liberal Unido, Liberal democrático aliancista y Liberal democrático unionista, propició la candidatura de don Emiliano Figueroa Larraín que, en definitiva, resulto elegido Presidente de la República.

Mientras tanto, el Partido Radical había venido acusando un considerable incremento de sus fuerzas políticas; y así, en el Congreso de 1924 obtuvo 40 diputados y 10 Senadores. Presidentes de la colectividad en este largo período, desde que se iniciara la era parlamentaria hasta finiquitar en el Gobierno de Alessandri, habían sido, entre otros, los señores Juán Castellón, Armando Quezada Acharán, Enrique Oyarzún, Alberto Cavero, etc.

Durante el gobierno que inició en 1927 don Carlos Ibañez del Campo, corrió el Partido Radical la misma suerte que las demás colectividades políticas del país. Instaurado un régimen dictatorial, sólo existieron ficciones de partidos, representados por directivas, a veces artificiales, y sin apoyo en la masa electoral. Fué Presidente del Partido desde Marzo de 1927, don Juán Antonio Ríos Morales, que era diputado por Cañete desde 1924. Al asumir su cargo, y previendo dificultades en las filas del Partido anunció que se adaptarían sanciones en contra de las asambleas que no acataran los acuerdos de la Junta Central y declaró: "Mi fe en la disciplina del Partido me permite mirar con tranquilidad y optimismo el porvenir; lo veo honroso para él en su esfuerzo constante por el bien del país, y en una amplitud de labor en la cual éste será el propulsor más eficaz del progreso nacional". Fué elegido en 1928, 1929, 1930. Al tratarse en 1930 de la elección de Congreso Nacional, se pactó entre los diversos partidos políticos un arbitraje electoral que permitió designar sin lucha a los parlamentarios, de acuerdo con una disposición vigente entonces en la ley electoral. (Véase Partidos Políticos, bosquejo histórico general). Como Presidente del Partido Radical actuó en estas gestiones, salvo en un pequeño lapso en que estuvo alejado de la Presidencia, don Juán Antonio Ríos. En el expresado Congreso de 1930 correspondió al Partido Radical una cuota de 34 y cuatro diputados, haciéndose una gran renovación de personas. En el nuevo personal de diputados radicales figuraban 14 abogados, 7 médicos, 2 ingenieros, 3 pedagogos, 2 dentistas y varios agricultores y periodistas. Para el Senado fueron designados cuatro nuevos radicales, entre los cuales figuró el Presidente del Partido señor Ríos; y, en esta forma, con los senadores que aún no terminaban su período, la representación radical en este Cuerpo Legislativo quedó en 12 Senadores. Hecho el convenio, el Presidente Radical declaró: "Acabamos de poner término a una labor pesada, ingrata y de mucha responsabilidad. La Junta Central de mi Partido, interpretando el anhelo común de producir una general concordia entre los partidos políticos para la elección, entregó a su mesa todas las facultades que podía competirle en orden a la fijación de cuotas, designación de personas, etc.". La Junta Central en Mayo de 1930 aprobó totalmente la actuación del Presidente relativa a la renovación del Congreso, y en Junio de aquel año reeligió al señor Ríos. Aquel Congreso fué el llamado "Congreso Termal", que habría de ser disuelto posteriormente.

A la caída del Gobierno de Ibañez se produjeron en el Partido Radical incidentes de gravedad, haciéndose violentos cargos a quienes habían cooperado con él. En especial, los ataques fueron dirigidos en contra de don Juán Antonio Ríos, a quien, casi sin ser oído, se expulsó del Partido juntamente con otros dirigentes. Igualmente se ordenó a los parlamentarios radicales que habían sido elegidos en el arbitraje, que hicieran dejación de sus cargos.

En 1931 realizó el Partido una Convención extraordinaria que habría de tener una importancia doctrinaria esencial, señalando rumbos al radicalismo chileno. En ella, acentuando rasgos que se venían señalando desde tiempo atrás, y en especial desde la Convención de 1906, se dió al partido una orientación de definido caracter socialista y de reconocimiento de la lucha de clases, encarnando así los intereses y postulados de las clases asalariadas. El acuerdo adoptado por la Convención sobre este particular, dice textualmente: "El actual régimen capitalista, apoyada fundamentalmente en la propiedad privada, ha hecho crisis; el principio individualista debe ser reemplazado por el de solidaridad social; siendo una realidad la lucha de clases, el Partido Radical está de parte de las clases asalariadas en cuanto pretenden la reivindicación de sus derechos sociales; que la plena libertad no existe mientras no se posea la independencia económica que repudia como medio para el cambio de régimen a que marcha la humanidad, toda clase de dictaduras, sean militares, capitalistas o proletarias". El acuerdo de la Convención de 1931 que acabamos de transcribir, causó revuelo en los circuitos políticos del país, incluso dentro de las mismas filas del radicalismo ya que, por tratarse de un partido que había nacido y hecho su historia encarnando los ideales de la clase media, existían naturalmente sectores dispares con el voto aprobado. (Véase Partido Liberal) Aquel mismo año de 1931, y a fin de designar al sucesor de don Carlos Ibañez en la Presidencia de la República, el Partido Radical apoyó la candidatura presidencial de don Juán Esteban Montero Rodriguez, miembro de sus filas, formando parte de una combinación de partidos que se llamaban "históricos" y que, además del Radical, estaba integrado por los partidos Liberal y Conservador. Don Juán Esteban Montero, elegido así Presidente de la República, fué el primer radical que ocupó este elevado cargo; y durante el desempeño de sus funciones contó siempre con Ministro del partido en sus gabinetes.

Posteriormente, durante el gobierno provisional de don Carlos Davila instaurado poco después de la caída del Presidente Montero, ocuparon carteras ministeriales los radicales señores Juán Antonio Ríos, en Interior, y Arturo Riveros en Agricultura. El señor Ríos, sin embargo, como ya se ha visto, se encontraba al margen del partido. El partido mismo no apoyó oficialmente a este gobierno.

Al llamarse a elecciones presidenciales en 1932, el Partido Radical, cuyo presidente era don Gabriel Gonzalez Videla, proclamó la candidatura de don Arturo Alessandri Palma quien, con el apoyo además del Partido Demócrata y de sectores liberales, resultó elegido Presidente de la República. El señor Alessandri, al agradecer su designación como candidato, decía al Presidente del Partido Radical: "Los grandes fundadores del Partido Radical tuvieron en vista para organizarlo, la necesidad de luchar y defender las leyes, las libertades públicas, los derechos del hombre, el respeto a la justicia y el bienestar social. A través de un largo período de nuestra historia ese Partido ha realizado y cumplido esa parte de su programa..."

Iniciado en 1932 el gobierno de don Arturo Alessandri, el Partido Radical estuvo representado en su primer gabinete por los ministros señores Domingo Durán, en Justicia e Instrucción Pública; Carlos Henríquez, en Agricultura y Alfredo Piwonka en Fomento. Más tarde, fueron también Ministro de Estado los radicales señores Domingo Santa María Sanchez y Arturo Montecinos Rozas. Sin embargo, ya en 1933, empezaron a diseñarse divergencias entre el Gobierno del señor Alessandri y el Partido Radical. Aquel año, a raiz de la presentación de un proyecto de divorcio con disolución del vínculo hecha por algunos diputados radicales, y de otros hechos, presentaron su renuncia los Ministro radicales. Alessandri, en carta de fecha 6 de Julio de ese año les pidió que continuaran prestándole su cooperación, y los ministros radicales retiraron su renuncia.

Mientras tanto, en el Congreso de 1932, el Partido Radical había obtenido la alta cuota de 31 diputados y 13 senadores, más tres diputados que resultaron elegidos como radicales independientes.

En 1934 celebró el Partido en Viña del Mar una nueva Convención Ordinaria. En ella, insistiéndose en anteriores orientaciones doctrinarias, se aprobó una declaración de principios de marcado tinte socialista, en la cual, entre otras ideas, se sostuvo que "los medios privados de producción deben ser patrimonio de la colectividad". Otra declaración de principios de carácter clásico, presentada por los señores Armando Quezada Acharán, Pedro Aguirre Cerda y Octavio Señoret, fué rechazada. Esta misma Convención, volviendo sobre pasos anteriores, revisó el fallo condenatorio que había afectado a don Juán Antonio Ríos y a otros dirigentes colaboracionistas con el Gobierno de Ibañez y acordó reincorporarlos al Partido.

Aquel mismo año de 1934, en el mes de Abril, la Junta Central del Partido Radical, acordó pedir al Presidente de la República que reemplazara los actuales ministros radicales por otros nombres de una lista elaborada por ella; o sea, sin acordar el retiro del Gobierno, quería que el Presidente de la República designara otras personas en representación del Partido. No aceptó el Presidente Alessandri este criterio, por estimar que tal procedimiento se oponía al sistema presidencial de gobierno que había adoptado la Constitución Política de 1925 y porque significaba volver a antiguas prácticas ya en desuso. "No podía aceptar su exigencia, diría después el Presidente Alessandri, porque ello importaría claudicar de mi doctrina sostenida enérgicamente e impuesta en la Constitución del 25, en orden a que los partidos políticos y sus organismos directivos no tuvieran intervención directa en los nombramientos de los Ministros de Estado, para evitar que resultaran ellos meros agentes electorales de los partidos y no altos y eficientes representantes del interés público". En estas circunstancias, el Partido Radical abandonó el Gobierno.

Desde este momento, la actitud del Partido Radical se fué orientando decididamente hacia la oposición al gobierno del Sr. Alessandri. Ya a principios de 1935, protestando por actos del Gobierno que no eran de su agrado, tomó la Junta Central el siguiente acuerdo: "La Junta Central Radical, en presencia de los atropellos cometidos por el Gobierno en contra de las libertades que asegura la Constitución Política del Estado...... acuerda consignar su mas enérgica protesta, reafirmar su propósito de defender las libertades públicas y denunciar al país los graves y reiterados atropellos cometidos".

La actitud oposicionista se reafirmó al crearse en Mayo-Octubre de 1936, la combinación política denominada "Frente Popular" (Véase) que resultó de la unión de los partidos Radical, Comunista y el llamado "Block de Izquierda" (Véase). En una campaña electoral en Cautín, Malleco y Bío Bío, esta combinación política, aún en plena gestación, obtuvo su primer éxito haciendo triunfar al candidato a Senador radical don Cristóbal Sáenz Cerda.

Sin embargo, en Setiembre de aquel mismo año el Partido Radical ingresó nuevamente al gobierno. Fueron sus ministros don Humberto Alvarez Suarez, en Justicia, don Luis Alamos Barros, en Fomento; y don Remigio Medina Neira en Agricultura. Pero este Ministerio fué de corta duración. En Mayo de 1937 se realizó una Convención extraordinaria del radicalismo, en la cual se acordó el retiro de los Ministros, quienes, cumpliendo este acuerdo, renunciaron en ese mismo mes. La misma Convención acordó ratificar el pacto de Frente Popular por 316 votos contra 138, dejando en esta forma definitivamente constituída esta combinación política para afrontar las próximas elecciones presidenciales. En esta misma ocasión fué elegido Presidente del Partido don Juán Antonio Ríos.

Desde este momento el Partido Radical se mantuvo invariablemente en la oposición, no obstante haberse realizado en el propio año 1937 infructuosas gestiones para su reintegro al gobierno. Su distanciamiento fué cada vez más profundo y la oposición, con motivo de acontecimientos que no es del caso tratar en este estudio, como la apertura del Congreso en 1938, fué adquiriendo caracteres cada vez más violentos, hasta el momento en que fué elegido Presidente de la República, en reemplazo del señor Alessandri, el connotado miembro del Partido Radical don Pedro Aguirre Cerda.

La proclamación de la candidatura del señor Aguirre Cerda tuvo una larga gestación dentro del Partido Radical y en el seno del Frente Popular. Primeramente, en la Convención de Mayo de 1937, el Partido anunció su derecho a designar el candidato presidencial de la Izquierda. Luego, en Enero de 1938, en votación interna para elegir al candidato presidencial, las asambleas del Partido designaron a don Pedro Aguirre Cerda; y finalmente la Convención de Izquierda celebrada en Abril del mismo año, el Frente Popular se pronunció por esa candidatura.

Con el señor Aguirre Cerda, el Partido Radical llegó, pues, en 1938, al Gobierno de la República, con un hombre de sus filas y dentro de una combinación de izquierdas, muy diversa de las anteriores combinaciones dentro de las cuales había asumido en otras ocasiones responsabilidades gubernativas. Esto le permitió realizar una labor de tinte izquierdista más de acuerdo con las orientaciones de su programa. Algunas de sus realizaciones dentro de esta línea han sido de positiva importancia para el país, tal como la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo).

El primer Ministerio de don Pedro Aguirre Cerda, encabezado por don Pedro Enrique Alfonso como Ministro del Interior, estuvo formado por radicales, socialistas y democráticos, con clara supremacía de los primeros.

En Abril de 1941, desempeñando el Ministerio del Interior don Arturo Olavarría Bravo, radical, y siendo también Ministros radicales los señores Luis Alamos Barros, Marcial Mora, Juán Antonio Iribarren, Juvenal Hernández y Alfonso Quintana, la Junta Central del Partido, por desacuerdo por algunas medidas del gobierno, como la clausura de los diarios "El Imparcial" y "El Siglo", este último organo oficial del Partido Comunista, ordenó la renuncia de todos los Ministros radicales. En obedecimiento a esta orden los Ministros presentaron su renuncia; pero el Presidente Aguirre Cerda la rechazó de inmediato y les pidió que siguieran colaborando en el Gobierno. Retiraron los Ministros sus renuncias y la Junta Central, con fecha 29 de Abril, resolvió expulsarlos del Partido.

En Mayo de 1941 celebró el Partido una nueva Convención Extraordinaria en Santiago. En ella, después de oirlos, se reconsideró la expulsión de los Ministros radicales, con excepción del señor Olavarría que no aceptó presentarse a ella. Se acordó también reiterar su confianza al Presidente de la República y el apoyo al programa del Frente Popular. Los ministros radicales, con excepción del Jefe del Gabinete señor Olavarría, pudieron continuar, así, representando oficialmente al Partido en el Gobierno. Tal situación sólo duró algunos días, pues en Junio de ese mismo año ordenó a los Ministros del Partido reincorporados, presentar la renuncia de sus cargos. Los Ministros acataron la orden, con lo cual el Partido Radical quedó nuevamente alejado del gobierno en forma oficial. Sin embargo, a fines de 1941, cuando el Presidente Aguirre Cerda abandonó el gobierno a causa de la enfermedad que habría de llevarlo a la tumba, designó Vice Presidente de la República a don Jerónimo Mendez Arancibia, a la sazón Presidente del Partido Radical.

Mientras tanto, en las elecciones parlamentarias de 1941, el Partido Radical había obtenido 43 diputados y había enterado el número de 13 Senadores. Presidentes del Partido durante estos años, desde 1932, habían sido, entre otros, los señores Gabriel Gonzalez Videla, Luis Alamos Barros, Juán Antonio Ríos, Enrique Eleodoro Guzmán, Pedro Castelblanco y Jerónimo Mendez.

En reemplazo de don Pedro Aguirre Cerda fué elegido Presidente de la República don Juán Antonio Ríos, radical también, quien inició su gobierno en Abril de 1942. El nuevo Presidente, salvo leves intermitencias, mantuvo siempre Ministros radicales en su Gabinete.

En 1943, se realizó en la ciudad de Concepción una Convención del Partido que tuvo especial importancia en lo que se refiere a la organización interna del Partido. Allí se acordó reemplazar la vieja Junta Central, que existía desde 1888, por un organismo directivo más ágil y más reducido. Nació así el Consejo Ejecutivo Nacional (CEN), que ha subsistido hasta hoy día.

El Partido Radical continúo en el gobierno al iniciarse la Vice Presidencia de don Alfredo Duhalde, a quien el señor Ríos hizo entre del mando el 17 de Enero de 1946, por enfermedad de la que no habría de recuperarse. Sin embargo, a raiz de incidentes producidos en la Plaza Bulnes el 28 de ese mismo mes, y luego de la renuncia del Ministro falangista de Obras Públicas don Eduardo Frei, renunciaron todos los ministros radicales.

En la Convención celebrada por el Partido en la ciudad de Valdivia, acordó autorizar al Cen para que fijara la fecha de un plebiscito interno para designar candidato a la Presidencia de la República en reemplazo de don Juán Antonio Ríos. La Convención se realizó entre el 24 y el 27 de Enero de 1946. Se fijó como fecha para este plebiscito interno el día 28 de Abril de 1946 y en él resultó elegido como candidato del Partido don Gabriel Gonzalez Videla. El Presidente Ríos falleció el 27 de Junio de ese año, entrándose así en plena campaña electoral.

Se produjo, en estas circunstancias una grave escisión dentro del Partido. Numerosos parlamentarios y asambleas se revelaron en contra del Cen y fundaron el Partido Radical Democrático. (Véase) El nuevo partido proclamó la candidatura presidencial del Vice Presidente de la República don Alfredo Duhalde Vasquez, candidatura que debido a pactos posteriores con otras colectividades no alcanzó a llegar a las urnas.

Don Gabriel Gonzalez Videla, con el apoyo del Partido Radical y partidos de izquierda, resultó elegido Presidente de la República en 1946. Inició su gobierno con un Gabinete en el que participaban Ministros radicales, liberales y comunistas; pero a principios de Abril de 1947, ante el avance experimentado en las elecciones municipales por el Partido Comunista, el Partido Liberal acordó retirar sus Ministros. El Presidente entonces pidió la renuncia a los Ministros Comunistas y designó un Gabinete exclusivamente radical. El Partido asumía, así, por primera vez en la historia de Chile, la totalidad del Gobierno. Refiriéndose a este particular, decía el Presidente Gonzalez Videla, al inaugurar el Congreso Nacional el 21 de Mayo de ese año, lo siguiente: "El Partido Radical aceptó patrióticamente asumir la responsabilidad total del poder para respaldarme en un difícil trance político y económico, con el generoso propósito de contribuir con su acción y con su espíritu al mantenimiento del régimen democrático, a la defensa de nuestras libertades públicas y a la realización, con el concurso de todos, de un plan de fomento de la producción, a combatir el proceso inflacionista que repercute con particular agudeza en países de economía dependiente como el nuestro".

Poco a poco se fué incrementando un abierto rompimiento entre el Presidente de la República y el Partido Comunista, que culminó con la dictación de la Ley de Defensa de la Democracia promulgada el 3 de Setiembre de 1948 que colocaba al Partido Comunista fuera de la ley. (Véase Partido Comunista). Este acontecimiento dió origen a una nueva escisión en el Partido: un grupo de radicales que no aceptaba la Ley de Defensa de la Democracia por estimarla contraria a los postulados radicales, se separó del Partido y organizó el Partido Radical Doctrinario. (Véase).

Después de la dictación de la Ley de Defensa de la Democracia, los radicales participaron en un Gabinete que se llamó de "concentración nacional", con liberales y conservadores; y luego, en 1950, en el Gabinete llamado de "sensibilidad social", junto a falangistas, democráticos y el sector conservador llamado "social cristiano".

En el Congreso de 1949, el Partido Radical obtuvo 41 diputados. Ese mismo año, el Partido celebró una Convención en Viña del Mar en la cual se ratificó la unificación del Partido con el Partido Radical Democrático, que se había producido poco antes.

Para reemplazar al señor Gonzalez Videla, el Partido Radical levantó la candidatura de don Pedro Enrique Alfonso, que fué apoyada por conservadores social cristianos, falangistas y democráticos. En las elecciones, realizadas en 1952, resultó elegido Presidente de la República por amplio margen de votos don Carlos Ibañez del Campo. La derrota del candidato radical tuvo para el partido trascendentales consecuencias, pues significaba su alejamiento del Gobierno de la República, que había estado en sus manos desde 1938.

El gobierno del señor Ibañez, que se mantuvo permanentemente alejado del Partido Radical, significó para éste un descenso considerable. Fué atacado desde los más diversos sectores, haciéndose críticas severas y exageradas a su labor en el Gobierno. El Partido, a su vez, prohibió a sus militantes tener participación en el Gobierno del señor Ibañez. En el Congreso elegido en 1953, la cuota de diputados radicales bajó a 20.

Ya en las elecciones parlamentarias de 1957, y transcurridos algunos años del gobierno del señor Ibañez, empezó la recuperación política del Partido Radical. En la Cámara de Diputados obtuvo en esas elecciones 37 diputados, y en el Senado, su cuota alcanzó a 9 senadores. En Mayo de ese mismo año se realizó en Santiago una nueva Convención del Partido. En ella se confirmaron los postulados economico sociales que el Partido venía sosteniendo desde la Convención de 1906; pero fueron suavizadas un tanto las tendencias de caracter marxista. En 1958, el Partido Radical proclamó la candidatura presidencial de don Luis Bossay; pero también fué derrotado. El Presidente de la República elegido, en aquella ocasión, don Jorge Alessandri Rodriguez, mantuvo, sin embargo, cordiales relaciones con el Partido Radical desde los comienzos de su administración. En efecto, ya en su primer Gabinete le ofreció carteras ministeriales, lo que no fué aceptado por el Partido; pero, en cambio, se colocó en el Congreso en una posición que, en el fondo, puede calificarse de colaboracionista.

En Junio de 1961, el Partido celebró Convención en la cual acordó patrocinar las reformas agraria, tributaria y arancelaria, y reajuste de remuneración para los asalariados. Acordó igualmente aceptar el ingreso al Gobierno del señor Alessandri para poder realizar estos acuerdos. No se produjo acuerdo en cuanto al número de carteras que correspondería al Partido, por cuyo motivo no pudo en esta ocasión realizarse el ingreso al Gobierno. Refiriéndose a este particular, el Partido Radical declaró en la prensa: "El Partido no podía participar en una combinación ministerial si no contaba con las secretarías de Estado desde las cuales es posible realizar y financiar la reforma agraria, gestionar en el extranjero y en los organismos de promoción mundiales la obtención de los recursos para estos objetos y, en lo relativo a otros rubros de la acción económica, con las carteras que permitan impulsar el fomento y planificación de la industria minera". Igualmente, el Partido dió orden a los radicales que desempeñaban cargos de la confianza del Presidente de la República, para renunciar a ellos.

En Agosto de ese año el Gobierno debió afrontar una dificil situación, derivada especialmente de una gran cantidad de huelgas y paros. El Presidente de la República, el 25 de Agosto, llamó publicamente por una cadena radial al Partido Radical para que ingresara a su Gobierno en un Gabinete político. El Partido aceptó el llamado en esta ocasión y fueron designados los señores Carlos Martínez Sotomayor, para el Ministerio de Relaciones Exteriores; Luis Escobar Cerda, para el Ministerio de Economía y Reconstrucción; Orlando Sandoval, para el Ministerio de Agricultura; y Benjamín Cid, para el Ministerio de Salud.

Mientras tanto, en las elecciones parlamentarias de Marzo de ese año, había obtenido una cuota de 39 diputados, y enterado un total de 13 senadores. Los ministros radicales se mantuvieron en sus cargos hasta fines de 1963. En esa fecha, por razones de diversa índole, abandonaron el Gobierno.

En 1963, formando parte de una combinación política denominada "Frente Democrático" (Véase) con liberales y conservadores, el Partido Radical levantó la candidatura presidencial del senador don Julio Durán Neuman, para reemplazar a don Jorge Alessandri, cuyo periodo expiraba en 1964. Luego de una campaña agitada e intensa, el senador Durán, en Marzo de 1964 renunció a su postulación, a raiz del fracaso sufrido por el Frente Democrático en una elección complementaria de diputado realizada en Curicó el día 15 de ese mes. A raiz de su renuncia, el Partido Radical desahució el pacto de Frente democrático, con lo cual recuperó su libertad de acción, separándose de los Partidos Liberal y Conservador.

Posteriormente, el Partido Radical acordó mantener la candidatura del señor Durán, independientemente de todo otro partido o combinación. En esta forma, y siendo Presidente del Partido don Luis Alberto Cuevas, afrontó las elecciones presidenciales, debiendo sufrir algunas divergencias internas, la más importante de las cuales fué la encabezada por el senador don Ezequiel Gonzalez Madariaga, que quedó al margen del Partido y se plegó a la candidatura presidencial de don Salvador Allende, organizando un movimiento que se llamó "Partido de Izquierda Nacional" (PIN)

El resultado electoral de las elecciones presidenciales de Setiembre de 1964 fué marcadamente desfavorable para el candidato del Partido Radical, que sólo obtuvo 124.764, cantidad que se estimó muy inferior a la real cuota de militantes radicales.

En las elecciones generales para elegir Congreso Nacional que se realizaron en Marzo de 1965, la situación electoral del Partido mejoró notablemente. En efecto, obtuvo un total de 311.538 votos, lo que le permitió elegir 20 diputados y completar el número de 10 senadores. Esta representación parlamentaria, sin embargo, fué infrerior a la anteriormente existente.

En relación con el nuevo gobierno Demócrata Cristiano el Partido Radical ha mantenido una actitud de oposición.

El 17 de Junio de 1965 se inició la XXII Convención del Partido Radical, torneo que habría de tener importantes consecuencias y que se desarrolló en medio de gran efervescencia interna. Postularon a la presidencia de ella los señores Julio Durán y Humberto Enriquez, resultando elegido este último luego de retirada la candidatura del señor Durán.


Durante el curso de la Convención se hicieron duras críticas a la Directiva del Partido por los rumbos impresos a la colectividad durante los últimos años. Especialmente se criticó la cooperación que se había prestado al gobierno de don Jorge Alessandri, lo cual motivó la intervención de los ex ministros radicales señores Martínez Sotomayor y Sandoval, que defendieron esta cooperación. Se criticó también la actitud seguida por el Partido en las elecciones presidenciales de 1964.

La cuenta presentada por el Presidente del Partido don Luis Alberto Cuevas, fué rechazada por la Convención, lo que provocó gran expectación en los círculos políticos. A raiz de este acuerdo, seis integrantes del CEN presentaron su renuncia como militantes radicales. Ellos fueron los señores Luis Alberto Cuevas, Pedro Enrique Alfonso, Raúl Rettig, Isidoro Muñoz Alegría, Germán Puyó y Edwin Lathrop.

En el voto político aprobado, la Convención reafirmó su oposición al gobierno Demócrata Cristiano, adhirió a la Internacional Social Demócrata y acordó propiciar pactos políticos con fuerzas ideológicas similares. El texto del voto aprobado fué el siguiente:

"La XXII Convención Nacional del Partido Radical ratifica su oposición al Gobierno de la Democracia Cristiana y declara que su acción política sólo podra contemplar la celebración de acuerdos con fuerzas de tendencia democrática-socialista y laica. En el plano internacional resuelve: a) adherir a la Internacional Social Demócrata con sede en Londres; y b) propiciar la integración de los pueblos de latino américa, otorgando su respaldo a la creación del Parlamento Latino Americano"

La Convención modificó la estructura interna del Partido. Según esta nueva estructura, la base del Partido queda radicada en un organismo llamado "Comité de Acción", integrado por un mínimun de cinco personas y maximun de 15. Para pertenecer a un Comité no es necesario ser militante radical sino que basta ser simpatizante. Después del Comité de Acción, se mantiene el organismo llamado "Asamblea", que debe tener un mínimun de 25 miembros y para pertenecer al cual es necesario ser militante radical. Sobre las asambleas están los "Consejos Regionales" y sobre ellos el "Comité Ejecutivo Nacional" (CEN). El organismo máximo del Partido es la Convención, a la que se da caracter permanente, quedando compuesta por todos los miembros de los Consejos Regionales, los parlamentarios, los miembros del CEN, los miembros del Tribunal Supremo y los ex presidentes del Partido que haya permanecido más de seis meses en el cargo.

Fué elegido Presidente del Partido en esta ocasión el senador señor Humberto Enriquez, quien ha mantenido la línea de oposición (Véase Partido Demócrata Cristiano)

Hemos señalado en líneas anteriores los Presidentes del Partido hasta 1941. Desde esa fecha hasta 1965 han sido Presidentes entre otros, los señores Jerónimo Méndez, Alfredo Rosende Verdugo, Humberto Alvares Suarez, Pedro Opitz, Enrique Eleodoro Guzmán, Luis Alberto Cuevas, Alberto Baltra, Angel Faivovich, Julio Durán, Raúl Rettig, Ulises Correa, Jaime Tormo, Luis Alberto Cuevas y Humberto Enriquez.


Bibliografía

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