Enciclopedia Chilena/Folclore/Paya, La

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La Paya
Artículo de la Enciclopedia Chilena

Este artículo es parte de la Enciclopedia Chilena, un proyecto realizado por la Biblioteca del Congreso Nacional de Chile entre 1948 y 1971.
Código identificatorio: ECH-519/101
Título: La Paya
Categoría: Folclore


Paya, La.

Folk. Especie poética.

Entre los diferentes tipos de contrapuntos poéticos que se practican en Chile, sobresale la paya por su carácter incisivo y espectacular. Es un verdadero duelo verbal destinado a medir la habilidad de versificación a inventiva de dos contendores; desciende frecuentemente a alusiones personales procaces, y llega a extremos de gran violencia, psíquica y física.

Si bien existen numerosos poetas y cantores, pocos son los que pueden calificarse propiamente de payadores, ésto es, que a las condiciones señaladas, agreguen conocimientos y sagacidad suficientes para salir airosos de tal prueba.

Por regla general, los asuntos incluídos en las payas no están sometidos a una fijación temática previa, sino que brotan libremente en el desarrollo de la controversia, siendo obligatorio para uno de los emplazados someterse alternativamente al tema propuesto por el adversario.

La estrofa peculiar de la paya es la cuarteta, en el curso del torneo, cada una de éstas se llama también paya. Por excepción se usa la décima, cuya mayor extensión facilita perífrasis ramplonas y artificiales, con lo cual se rompe la ágil brevedad del ingenio comprimido en la cuarteta.

En nuestros días, esta clase de contrapuntos se efectúa tanto en forma cantada, con acompañamiento de guitarra o guitarrón, o simplemente dicho. En el primer caso se puede recurrir a toquidos y entonaciones tradicionales, igual que a populares recientes, y no es necesario que ambos rivales se ajusten a una misma melodía. En lo que respecta al instrumento, puede ocurrir que cada payador disponga del suyo, o que se utilice uno sólo, constituyéndose uno de los adversarios en tocador permanente o transitorio.

El certamen, sea que haya sido programado anticipadamente, sea que se produzca de manera sorpresiva, debe someterse a requisitos obligados. Los más importantes son el nombramiento de un jurado, el sorteo de la iniciación, la determinación del término y el reconocimiento del triunfador. Sin embargo, es usual que no se establezca limite de duración, aceptándose como vencedor a quien desconcierte con mayor frecuencia e intensidad a su contrincante, o logre avasallarlo hasta el extremo de impedirle continuar.

A manera de ilustración transcribiremos el trozo inicial de la célebre paya entre don Javier de la Rosa y el mulato Taguada, perteneciente a una versión recogida en la ciudad de Molina.

En la villa de Curicó
estando en una ramada,
me ha llegado el desafío
del mulatillo Taguada.

Mi don Javier de la Rosa,
¿Cómo vamos a cantar,
si acaso yo le pregunto,
y Ud. no va a contestar?

Aguárdate, pues, Taguada,
la contesta te daré,
háceme tú la pregunta
y yo te contestaré.

Mi don Javier de la Rosa,
a la redondez de un cerro,
ahora me ha de decir
¿cuántos pelos tiene un perro?

Aguárdate, pues, Taguada,
a lo derecho de un huso,
si no se la ha caído ni uno,
los mismos que Dios le pus.

Mi don Javier de la Rosa,
yo le vuelvo a preguntar:
¿sacándole la mitad,
con cuántos podrá quedar?

Aguárdate, pues, Taguada,
la contesta está a un lado:
le sacas la otra mitad
y queda el perro pelado.

Los antecedentes etimológicos de la voz paya como título de una moda­lidad poética folklórica, presentan una notable complejidad debido a la falta de relación directa que poseen con su actual valor semántico.

La etimología correcta, según Lenz, quien se basa en Middendorf, es quechua: "pallay, recoger del suelo, alzar, colectar de los árboles frutas, hojas, flores, de modo que pallar es recoger (los pedazos de valor) en el sue­lo, y probablemente en metáfora, recoger el lance, el desafío del contendor poético. Es posible, que como pallay también significa cosecha, la acepción de canto se halla primitivamente aplicado a un canto de cosecha".

La crónica peruana colonia], no se ocupa de ninguna especie de poesía denominada paya, pero ofrece valiosas descripciones de cantos dialogados propios de faenas agrícolas, como las de don Felipe Guamán Poma de Ayala. La lexicogra­fía moderna corrobora las informaciones de los cronistas; explican esta voz como un grupo de bailarines que danzan delante de los Nacimientos, y como una composición poética de controversia utilizada en las danzas, respectivamente.

Dannemann estima que los incas dieron el nombre de paya al diálogo cantado que empleaban como un rito en las labores de recolección de productos agrícolas; y que el conquistador español, que conocía y seguramente practicaba contrapuntos aún más agresivos, como las "Preguntas y Respuestas" de los cancioneros prerrenacentistas, habría adaptado el término paya, para designar una modalidad poética, que con el correr de los años consolidó sus caracteres métricos, estilísticos y funcionales, cuya dispersión geográfica alcanzó hasta Argentina, Uruguay y Chile.

En nuestros días, la práctica de este tipo de contrapunto ha disminuido en forma ostensible, sobresaliendo su conservación en las provincias de Aconcagua y Valparaíso, como una prolongación del duelo de los alféreces de los bailes de chinos, una vez concluida la ceremonia oficial; en la comuna de Pirque, del departamento de Santiago, en el de San Vicente de Tagua-Tagua, provincia de 0'Higgins, y en la parte cordillerana de la provincia de Curicó, como tradición campesina, de función amenizadora de toda suerte de reuniones festivas.

Sería conveniente fomentar la paya para ocasiones tales como la celebración del día patrio, los rodeos, etc., donde el libre juego de destreza de este contrapunto, figuraría entre los elementos de ma­yor carácter representativo y de interés para el turista. Su aplicación pedagógica, por ejemplo en la asignatura de castellano, estimula aptitudes de improvisación, manejo del léxico, construcción métrica, elaboración de figuras literarias, por medio de su práctica escolar, sin duda atrayente para los alumnos.

No parece condenada a desaparecer a corto plazo, pese a su dispersión geográfica actual, pero tiende a perder el brillo espectacular y el alcance social que todavía guarda en las competencias de algunas comarcas. Se puede prever su natural conservación, debido al temperamento del campesino, ricamente dotado para entablar contrapuntos ingeniosos, de réplica oportuna y mordaz. La más antigua y célebre paya hasta ahora conocida es la llamada de don Javier de la Rosa con el "mulato Taguada", en recuerdo de sus dos protagonistas. El famoso torneo se produjo hacia 1790, en la entonces Villa de Curicó, el primero, un agricultor del Valle de Copequén, y el segundo un peón de campo, probable hijo de un soldado español, Sebastián Taboada, y de una india araucana. Con el correr de los años estos payadores han adquirido un sello legendario, advirtiéndose el cambio fonético del apellido del mulato.

La tradición oral y las múltiples versiones que todavía se encuentran a lo largo del país, asignan invariablemente el triunfo a don Javier de la Rosa, quien tuvo la habilidad de arrastrar a su contendor a un terreno de conocimientos que escapaban del saber de Taboada, Careció éste de sagacidad para emplear el mismo procedimiento en su oportunidad.

El valor de refranero nacional que exhiben muchas de sus estrofas, la ininterrumpida conservación de fragmentos esenciales de su texto y la animosa recreación de éste, durante más de siglo y medio, hacen de esta paya un caso único en toda nuestra poesía.



Bibliografía

Lenz, Rodolfo. "Diccionario etimológico de las voces chilenas derivadas de lenguas indígenas americanas". Imprenta Cervantes. Santiago, 1904-1910.


Middendorf, E. W. "Worterbuch des Runa Simi ider Keshua-Sprache". F. A. Brockhaus. Leipzig, 1890.


Guaman Poma de Ayala, Felipe. "Nueva crónica y buen gobierno. Trabajos y Memorias". Instituto de Etnología, XXIII, Universidad de País, 1936.


Del Campo, Santiago, (Ps. de Ramírez, Juan Ramón). "Algunas observaciones sobre el folleto de don Desiderio Lizana, Cómo se canta la poesía popular". Revista "Católica". Santiago, 1913, N°296.


Valderrama, Adolfo. "Bosquejo histórico de la poesía chilena". Biblioteca de Escritores de Chile, Vol. VIII. Imprenta Barcelona. Santiago, 1912.


Vicuña C., Julio. "La poesía popular chilena". Imprenta UNiversitaria. Santiago, 1916.


Dannemann, Manuel. "La voz paya como título de una modalidad poética folklórica chilena". "Folklore Americano", Año VI-VII, N°6-7. Lima, 1959.