En vano error de dulce engaño espero
En vano error de dulce engaño espero, y en la esperanza de mi bien porfío, y aunque veo perderme, el desvarío me lleva del Amor a donde muero. Ojos de mi deseo, fin postrero, sola ocasión del alto furor mío, tended la luz, romped aqueste frío temor, que me derriba en dolor fiero; porque mi pena es tal que tanta gloria en mí no cabe, y desespero cuando veo que el mal no debo merecello, pues venzo mi pasión con la memoria y con la honra de saber penando, que nunca a Troya ardió fuego tan bello.