En media hora un soneto

En media hora un soneto
de Dionisio de Solís


 ¡En media hora un soneto! ¿A qué cristiano   
 a tan bárbaro afán se le condena?   
 ¿Y es Filis quien lo quiere? ¿A qué otra pena   
 me sentenciara un Fálaris tirano?   
 

 Pues qué, ¿no hay más? O ¿están tan a la mano  
 los consonantes como en esta amena   
 margen del Turia la menuda arena   
 en que tu blanco pie se imprime ufano?   
 

 No, cara Filis; mándame otra cosa,   
 ora de riesgo sea, ora de afrenta;  
 que a cuanto de mis órdenes concedo.   
 

 Pero ¿un soneto, y qué, por ser tú hermosa,   
 en ello, al fin, mi necedad consienta?   
 No, Filis, no; perdóname: ¡no puedo!