En la tribulación

​En la tribulación​ de Antonio Ros de Olano
            Antes que fuese el Tiempo en la medida,
	era la Eternidad en el vacío;
	y Tú en la Eternidad eras, Dios mío,
	ser increpado, Verbo de la vida.
	 
	   «¡Sea!» dijiste; y fue de Ti nacida
	la Creación cual desatado río;
	que, a tanta potestad de tu albedrío,
	nació la muerte a la existencia unida.
	 
	   Ahora dime, Señor (para que sienta
	fecundo mi pesar, y espere en calma
	a que se rompa la fatal concordia),
	 
	   Si este algo del no ser que me atormenta
	es mi esencia inmortal, ¡el yo del alma!
	Que ha de encontrar en Ti misericordia.