En la traslación de los restos de D. Pedro Calderón

​En la traslación de los restos de D. Pedro Calderónal cementerio de San Nicolás​ de Juan Nicasio Gallego


 Gloria y delicia de los patrios lares,   
 ¡buen Calderón!, de tu fecunda vena   
 el copioso raudal el orbe llena   
 venciendo espacios y cruzando mares.   
 

 Difunden hoy tus dramas a millares  
 las prensas de Leipsick, los oye Viena,   
 y hasta en las playas bálticas resuena   
 el cisne del modesto Manzanares.   
 

 ¡Oh hispana juventud! Si al arduo empeño   
 de hollar del Pindo la sublime altura  
 no te alentare porvenir risueño,   
 

 esa pompa. ese mármol te asegura   
 con muda voz que, si la vida es sueño,   
 siglos de siglos el renombre dura.