En el nacimiento del Ebro

​En el nacimiento del Ebro​ de Antonio Ros de Olano
           
            Aquí do nacen del íbero río,
	en breve cuna, claras las primeras
	ondas que allá tan turbias y altaneras
	mueren bebidas por el mar bravío:
	 
	   ¡Arpa del triste sentimiento mío!
	Si desterrada como yo no fueras,
	negaras a estas plácidas riberas
	el grave acento en que mis penas fío.
	 
	   ¡Ay! que los dos lloramos adorando,
	arpa, la gloria y la ambición frustradas,
	y en tanto van las ondas caminando...
	 
	   Mas míralas, que corren afanadas
	al mar, que es tumba y fin de su fortuna,
	cual lo es de mi ambición su pobre cuna.