Electra: 16
ACTO II
editarLa misma decoración.
Escena I
editarEVARISTA, DON URBANO, sentados junto a la mesa despachando asuntos; BALBINA, que sirve a la señora una taza de caldo.
DON URBANO.- (Preparándose a escribir.) ¿Qué se le dice al señor Rector del Patrocinio?
EVARISTA.- (Con la taza en la mano.) Ya lo sabes. Que nos parece bien el plano y presupuesto, y que ya nos entenderemos con el contratista.
DON URBANO.- No olvides que la proposición de éste asciende a... (Leyendo un papel.) trescientas veintidós mil pesetas...
EVARISTA.- No importa. Aún nos sobra dinero para la continuación del Socorro. (A BALBINA que recoge la taza.) No olvides lo que te encargué.
BALBINA.- Ya vigilo, señora- Este juego de la señorita Electra creo yo que no trae malicia. Si recibe cartas y billetes de tanto pretendiente, es por pasar el rato y tener un motivo más de risa y fiesta.
EVARISTA.- ¿Pero cómo llegan a casa...?
BALBINA.- ¿Las cartas de esos barbilindos? Aún no lo sé. Pero yo vigilo a Patros, que me parece...
EVARISTA.- Mucho cuidado y entérame de lo que descubras...
BALBINA.- Descuide la señora. (Vase BALBINA.)