Electra: 14
Escena XIII
editarELECTRA, EVARISTA, el MARQUÉS, MÁXIMO.
MARQUÉS.- He tardado un poquitín.
EVARISTA.- No por cierto. ¿Estuvo usted en el estudio de Máximo? (Se forman dos grupos: ELECTRA y MÁXIMO a la izquierda; EVARISTA y el MARQUÉS a la derecha.)
MARQUÉS.- Sí, se flora. Es un prodigio este hombre. (Sigue ponderando lo que ha visto en el laboratorio.)
ELECTRA.- (Suspirando.) Sí, Máximo: tengo que consultar contigo un caso grave.
MÁXIMO.- (Con vivo interés.) Dímelo pronto.
ELECTRA.- (Recelosa mirando al otro grupo.) Ahora no puede ser.
MÁXIMO.- ¿Cuándo?
ELECTRA.- No sé... no sé cuándo podré decírtelo... No es cosa que se dice en dos palabras.
MÁXIMO.- ¡Ah, pobre chiquilla! Lo que te anuncié... ¿Apuntan ya las seriedades de la vida, las amarguras, los deberes?
ELECTRA.- Quizás.
MÁXIMO.- (Mirándola fijamente con vivo interés.) Noto en tu rostro una nube de tristeza, de miedo... gran novedad en ti.
ELECTRA.- Quieren anularme, esclavizarme, reducirme a una cosa... angelical... No lo entiendo.
MÁXIMO.- (Con mucha viveza.) No consientas eso, por Dios... Electra, defiéndete.
ELECTRA.- ¿Qué me recomiendas para evitarlo?
MÁXIMO.- (Sin vacilar.) La independencia.
ELECTRA.- ¡La independencia!
MÁXIMO.- La emancipación... más claro, la insubordinación.
ELECTRA.- Quieres decir que podré hacer cuanto me dé la gana, jugar todo lo que se me antoje, entrar en tu casa como en país conquistado, enredar con tus hijos, y llevármelos al jardín o a donde quiera.
MÁXIMO.- Todo eso, y más.
ELECTRA.- ¡Mira lo que dices...!
MÁXIMO.- Sé lo que digo.
ELECTRA.- ¡Pero si me has recomendado todo lo contrario!
MÁXIMO.- (Mirándola fijamente.) En tu rostro, en tus ojos, veo cambiadas radicalmente las condiciones de tu vida. Tú temes, Electra.
ELECTRA.- Sí. (Medrosa.)
MÁXIMO.- Tú... (Dudando qué verbo emplear. Va a decir amar y no se atreve.) deseas algo con vehemencia.
ELECTRA.- (Con efusión.) Sí. (Pausa.) Y tú me dices que contra temores y anhelos... insubordinación.
MÁXIMO.- Sí: corran libres tus impulsos, para que cuanto hay en ti se manifieste, y sepamos lo que eres.
ELECTRA.- ¡Lo que soy! ¿Quieres conocer...?
MÁXIMO.- Tu alma...
ELECTRA.- Mis secretos...
MÁXIMO.- Tu alma... En ella está todo.
ELECTRA.- (Advirtiendo que EVARISTA la vigila.) Chitón... Nos miran.