El tormento
EL TORMENTO.
La miserable chusma vocifera
Al ver burlada su voraz codicia,
Y pide á Hernán Cortés que la justicia
En aras viole de pasion rastrera.
El duro vencedor teme á la fiera
Desbordada altivez de su milicia,
Y criminal y torpe la acaricia
Y al grande Cuauhtemoc manda á la hoguera.
Ibero capitán! tú no comprendes
La negra mancha y el eterno daño
Que sobre el nombre de tu patria tiendes.
Contempla á Cuauhtemoc al miedo extraño
Cuando la hoguera sin piedad enciendes,
Como si fuera de deleite un baño.