El sueño (Storni)
EL SUEÑO
Yo ví dos soles rojos dominando el espacio...
Perlaban en sus rayos las luces del topacio
Y tendí mis dos manos hambrientas de infinito
Para estrujar en ellas un inefable Mito.
Las dos pupilas rojas como rosas del cielo
Cegaron mis pupilas, soberbias en su anhelo
De mirar cara a cara los toques de diamantes
Que estaban en el éter como luces distantes.
Después como un crujido de mudos que se quiebran...
Tempestades soberbias que en los mares se enhebran;
Parto de los infiernos... Un quejido de Dios...
Y bocas que se muerden en un supremo adiós!
Más tarde una sonata más dulce que la miel;
Agonía de lirios en el jardín aquel
Palacio de oro y oro donde habita una maga
Que ha dormido cien años por maldición aciaga.
Y después manos blancas desparramando rosas
Sobre el alma escondida y serena de las cosas...
Y un silencio de muerte cansado y sepulcral
Donde se prende el lotus venenoso del mal.
Y después la mañana que llega a los cristales
Del cuarto miserable donde muerdo mis males...
Y después otro día que se esboza en el lloro
De mis días sin sol, de mis soles sin oro!...