Nota: Se respeta la ortografía original de la época

EL SATIRO.

¡O tú, mas feble á seductor halago
Que tierno lino al revolar del viento,
Cuando mecido en la feraz llanura

Trémulo ondea!

Si allá te oprime en sus nerviosos brazos,
Su negra boca á tu semblante uniendo
De rojas moras con fealdad teñida,

Sáliro inmundo;

No mas te acuerdes de mi amor primero,
Ni el labio mió con su blando bozo
El pecho halague que punzaron antes

Asperas cerdas.

Al pie del sauce, en tu apacible baño,
Yo vi estampada la redonda huella
Del torpe amante, y del brutal retozo

Turbias las aguas.

Anda pues, falsa, y su enastada frente
Ciñe en el bosque con lasciva yedra;
Mientras, oculto con mi fiel zagala,

Plácido rio.